Romney compite ya sin rival en las primarias de la costa Este
Obligado a girar hacia posiciones más moderadas y a ganar el voto latino, el candidato inició la semana política con un mitin junto al senador de Florida, el cubano americano Marco Rubio
Washington, El País
Con Rick Santorum fuera de juego tras abandonar la carrera por la nominación republicana a principios de mes, Mitt Romney es ya, salvo catástrofe o milagro, el seguro ganador de las cinco primarias que se llevan a cabo hoy. Nueva York, Conecticut, Delaware, Rhode Island y Pensilvania elevarán el crédito de los delegados de Romney casi hasta los 800 con los cerca de 200 que se juegan esta noche –son necesarios 1.144 delegados para obtener la nominación, sobre un total de 2.286-. Contra Romney solo están en liza Newt Gingrich –quién especuló el lunes que podría tirar la toalla hoy- y Ron Paul, ambos muy por detrás en número de delegados y en las proyecciones estadísticas.
Romney, ex Gobernador de Massachusetts, no estará presente en ninguno de los cinco Estados que desarrollan primarias para celebrar su casi segura victoria. El multimillonario pasará la velada en New Hampshire, el lugar en el que un contundente triunfo en enero le colocó en el camino de salida hacia la Casa Blanca. El título del discurso que Romney planea dar en New Hamshire -“Una mejor América comienza esta noche”- es ciertamente significativo de que el republicano ya no juega en las ligas menores si no en las grandes ligas. Romney ya no diseña su campaña en término de primarias si no para hacer frente a Barack Obama. Las encuestas hablan bien a favor de un supuesto rival de Obama llamado Romney puesto que los sondeos nacionales muestran que la carrera está muy reñida entre ambos.
Dentro del arte de la especulación –y cuando todas las posibilidades están abiertas-, Romney iniciaba la semana política con una aparición en Pensilvania junto a Marco Rubio, el joven senador cubano americano por Florida y estrella mimada del Tea Party, con mucha menos experiencia de Gobierno –dos años- de la que tenía Obama cuando llegó a la Casa Blanca, algo que el candidato mormón no deja de recalcar en sus ataques al presidente demócrata. Cierto es que Romney ha hecho campaña antes con otros grandes nombres que están en su lista de posibles candidatos a vicepresidentes. Desde el representante de Wisconsin Paul Ryan –el ultraconservador fiscal- al senador de Ohio Ron Portman; el Gobernador de Virginia Bob McDonell; la senadora de New Hamshire Kelly Ayotte o la Gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley. Romney se ha dejado ver con todos ellos pero cuando se le pide en rueda de prensa que se defina evita con más o menos gracia la cuestión y remite a su ayudante, Beth Myers, quien “ha comenzado a considerar una serie de nombres pero sobre los que no hay nada definitivo”.
Una vez cortejado el electorado más de derechas durante los meses de primarias y caucuses, Romney debe de iniciar ahora, a seis meses de las elecciones de noviembre, un giro que le acerque a posiciones más moderadas en temas como la inmigración, lo que hace de Rubio una figura clave. Obama le saca a Romney en intención de voto del grupo hispano 40 abrumadores puntos, lo que empuja al republicano a competir por Estados donde el voto latino será determinante, como Nuevo México o Nevada.
Washington, El País
Con Rick Santorum fuera de juego tras abandonar la carrera por la nominación republicana a principios de mes, Mitt Romney es ya, salvo catástrofe o milagro, el seguro ganador de las cinco primarias que se llevan a cabo hoy. Nueva York, Conecticut, Delaware, Rhode Island y Pensilvania elevarán el crédito de los delegados de Romney casi hasta los 800 con los cerca de 200 que se juegan esta noche –son necesarios 1.144 delegados para obtener la nominación, sobre un total de 2.286-. Contra Romney solo están en liza Newt Gingrich –quién especuló el lunes que podría tirar la toalla hoy- y Ron Paul, ambos muy por detrás en número de delegados y en las proyecciones estadísticas.
Romney, ex Gobernador de Massachusetts, no estará presente en ninguno de los cinco Estados que desarrollan primarias para celebrar su casi segura victoria. El multimillonario pasará la velada en New Hampshire, el lugar en el que un contundente triunfo en enero le colocó en el camino de salida hacia la Casa Blanca. El título del discurso que Romney planea dar en New Hamshire -“Una mejor América comienza esta noche”- es ciertamente significativo de que el republicano ya no juega en las ligas menores si no en las grandes ligas. Romney ya no diseña su campaña en término de primarias si no para hacer frente a Barack Obama. Las encuestas hablan bien a favor de un supuesto rival de Obama llamado Romney puesto que los sondeos nacionales muestran que la carrera está muy reñida entre ambos.
Dentro del arte de la especulación –y cuando todas las posibilidades están abiertas-, Romney iniciaba la semana política con una aparición en Pensilvania junto a Marco Rubio, el joven senador cubano americano por Florida y estrella mimada del Tea Party, con mucha menos experiencia de Gobierno –dos años- de la que tenía Obama cuando llegó a la Casa Blanca, algo que el candidato mormón no deja de recalcar en sus ataques al presidente demócrata. Cierto es que Romney ha hecho campaña antes con otros grandes nombres que están en su lista de posibles candidatos a vicepresidentes. Desde el representante de Wisconsin Paul Ryan –el ultraconservador fiscal- al senador de Ohio Ron Portman; el Gobernador de Virginia Bob McDonell; la senadora de New Hamshire Kelly Ayotte o la Gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley. Romney se ha dejado ver con todos ellos pero cuando se le pide en rueda de prensa que se defina evita con más o menos gracia la cuestión y remite a su ayudante, Beth Myers, quien “ha comenzado a considerar una serie de nombres pero sobre los que no hay nada definitivo”.
Una vez cortejado el electorado más de derechas durante los meses de primarias y caucuses, Romney debe de iniciar ahora, a seis meses de las elecciones de noviembre, un giro que le acerque a posiciones más moderadas en temas como la inmigración, lo que hace de Rubio una figura clave. Obama le saca a Romney en intención de voto del grupo hispano 40 abrumadores puntos, lo que empuja al republicano a competir por Estados donde el voto latino será determinante, como Nuevo México o Nevada.