Perú: mueren tres agentes durante rescate
LIMA, AFP
Finalmente Ollanta Humala reconoció que la liberación de los rehenes costó la vida de tres uniformados.
Al reunirse el presidente peruano con los 36 trabajadores que permanecieron secuestrados desde el lunes pasado por el grupo armado Sendero Luminoso, señaló que hubo una cuota de sacrificio de militares y policías en su rescate. Un día antes, de visita en Cartagena para la Cumbre de las Américas, había informado que en el operativo de seguridad no había habido lesionados.
La madrugada del lunes pasado, un grupo de hombres armados secuestró a 36 trabajadores de empresas vinculadas con el consorcio de gas de Camisea en el centro poblado de Kepashiato, en la zona del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), para internarlos en la espesura de la selva donde los retuvieron hasta el sábado, cuando los dejaron libres.
Ante los hoy liberados, Humala fue claro: “Lamentamos que haya habido una cuota de sacrificio, pero es parte de la mística del soldado y del policía del Perú y ahora entramos en la fase de persecución y captura de estos terroristas”, señaló desde la base aérea de la localidad de Kiteni, en la región Cuzco, a los periodistas.
“(El sábado) Hubo varios heridos producto de las minas sembradas en el camino por los terroristas, varios de nuestros soldados han caído”, afirmó Humala, quien volvió a vestir el uniforme militar que dejó de lado tras su pase al retiro del Ejército al brindar las declaraciones a los periodistas desde Kiteni.
Uno de los ex rehenes agradeció al presidente, a los miembros de la operación y pidió un minuto de silencio por los policías y militares caídos.
El presidente también reafirmó que no se cedió al chantaje de los secuestradores, que pedían 10 millones de dólares de rescate, una “cuota de guerra” anual de 1.2 millones de dólares y explosivos.
Las autoridades no brindaron cifras de bajas en Sendero Luminoso, pero según la prensa local, dos guerrilleros murieron en el enfrentamiento del sábado.
Diversas informaciones de la prensa señalan que la guerrilla sufrió al menos dos bajas, aunque no se descarta que éstas pueden ascender conforme pasen las horas y se conozcan más detalles del operativo que se realiza en una zona de la selva, a más de 500 kilómetros al sureste de Lima.
El Ministerio de Defensa señaló en un comunicado que la liberación fue “resultado de la enérgica presión ejercida por las operaciones tácticas y acciones de inteligencia de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional”, en la que los secuestradores “se vieron cercados y obligados a intentar una maniobra de fuga, dejando liberados a sus rehenes”.
Ministerio de Defensa de Perú informó anoche que dos policías permanecían desaparecidos tras la operación, por lo que las fuerzas del orden están en persecución de los rebeldes para rescatar a los uniformados.
El Gobierno destinó más de mil 500 soldados a la zona, en la provincia de La Convención, para liberar a los 36 trabajadores de la empresa sueca Skanska y de la peruana Construcciones Modulares que estuvieron secuestrados.
Finalmente Ollanta Humala reconoció que la liberación de los rehenes costó la vida de tres uniformados.
Al reunirse el presidente peruano con los 36 trabajadores que permanecieron secuestrados desde el lunes pasado por el grupo armado Sendero Luminoso, señaló que hubo una cuota de sacrificio de militares y policías en su rescate. Un día antes, de visita en Cartagena para la Cumbre de las Américas, había informado que en el operativo de seguridad no había habido lesionados.
La madrugada del lunes pasado, un grupo de hombres armados secuestró a 36 trabajadores de empresas vinculadas con el consorcio de gas de Camisea en el centro poblado de Kepashiato, en la zona del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), para internarlos en la espesura de la selva donde los retuvieron hasta el sábado, cuando los dejaron libres.
Ante los hoy liberados, Humala fue claro: “Lamentamos que haya habido una cuota de sacrificio, pero es parte de la mística del soldado y del policía del Perú y ahora entramos en la fase de persecución y captura de estos terroristas”, señaló desde la base aérea de la localidad de Kiteni, en la región Cuzco, a los periodistas.
“(El sábado) Hubo varios heridos producto de las minas sembradas en el camino por los terroristas, varios de nuestros soldados han caído”, afirmó Humala, quien volvió a vestir el uniforme militar que dejó de lado tras su pase al retiro del Ejército al brindar las declaraciones a los periodistas desde Kiteni.
Uno de los ex rehenes agradeció al presidente, a los miembros de la operación y pidió un minuto de silencio por los policías y militares caídos.
El presidente también reafirmó que no se cedió al chantaje de los secuestradores, que pedían 10 millones de dólares de rescate, una “cuota de guerra” anual de 1.2 millones de dólares y explosivos.
Las autoridades no brindaron cifras de bajas en Sendero Luminoso, pero según la prensa local, dos guerrilleros murieron en el enfrentamiento del sábado.
Diversas informaciones de la prensa señalan que la guerrilla sufrió al menos dos bajas, aunque no se descarta que éstas pueden ascender conforme pasen las horas y se conozcan más detalles del operativo que se realiza en una zona de la selva, a más de 500 kilómetros al sureste de Lima.
El Ministerio de Defensa señaló en un comunicado que la liberación fue “resultado de la enérgica presión ejercida por las operaciones tácticas y acciones de inteligencia de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional”, en la que los secuestradores “se vieron cercados y obligados a intentar una maniobra de fuga, dejando liberados a sus rehenes”.
Ministerio de Defensa de Perú informó anoche que dos policías permanecían desaparecidos tras la operación, por lo que las fuerzas del orden están en persecución de los rebeldes para rescatar a los uniformados.
El Gobierno destinó más de mil 500 soldados a la zona, en la provincia de La Convención, para liberar a los 36 trabajadores de la empresa sueca Skanska y de la peruana Construcciones Modulares que estuvieron secuestrados.