Miles de manifestantes en Siria, donde situación "no es buena", según Annan
Damasco, AfP
Miles de personas se manifiestan este viernes contra el régimen en Siria, donde la situación "no es buena", según el portavoz del emisario internacional Kofi Annan, con más de 120 civiles muertos en ocho días de un alto el fuego que sigue siendo "muy frágil".
Violado continuamente desde su instauración el pasado12 de abril la tregua volvió a incumplirse y 13 miembros de las fuerzas de seguridad fueron asesinados por "terroristas", según los medios oficiales.
"Un grupo terrorista armado hizo estallar una carga de 100 kilos en Sahm al Jolan, en la región de Quneitra, matando a diez miembros de las fuerzas de seguridad", anunció la televisión pública.
Por su parte, la agencia oficial Sana informó de la muerte de tres miembros de las fuerzas del orden en Deraam (sur), Hama (centro) y Alepo (norte), ciudad en la que también murió un civil.
La agencia responsabilizó de estas muertes a "grupos terroristas armados" que "violan el plan del enviado internacional Kofi Annan".
Otro militante opositor fue abatido por las fuerzas sirias en la región de Idleb (noroeste) y Homs, ciudad bautizada como la "capital de la revolución", estaba siendo de nuevo bombardeada, "a razón de un obús de mortero cada cinco minutos", denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El ejército trata de recobrar el control total de Homs, ya que el centro de la ciudad sigue escapando a su autoridad, precisó Saif al Arab, un militante en el lugar.
Como cada viernes desde el inicio de la revuelta, a mediados de 2011, se convocaron manifestaciones en todo el país, esta vez con el lema "Resultaremos victoriosos y Asad será derrotado".
Videos publicados en internet dejaron constancia de manifestaciones masivas en varias zonas del país. A estas protestas no acudieron los observadores internacionales ya presentes en Siria.
Desde hace cinco días, se encuentra en el país una avanzadilla de la misión de observadores que deberá velar por la aplicación efectiva del alto el fuego. Este grupo de siete personas aún no pudo entrar en Homs "por razones de seguridad", justificaron las autoridades de Damasco.
Después de diversas dilaciones, el régimen del presidente Bashar al Asad firmó el jueves un protocolo que enmarca la misión de los observadores, especialmente la libertad de movimiento de los observadores, condición sine qua non para el mantenimiento de la misión.
Pese a los repetidos compromisos de Damasco al plan del emisario internacional de la ONU y de la Liga Árabe Kofi Annan, su portavoz Ahmed Fawzi reconoció este viernes que la situación en el terreno "no es buena", que el alto el fuego era todavía "muy frágil" y que todos los días hay nuevas "víctimas".
Fawzi precisó que la misión formada por unos 300 observadores está a la espera de la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. "Nos preparamos para el despliegue, puesto que pensamos que (la autorización) llegará", dijo.
El Consejo Nacional Sirio (CNS, principal coalición de la oposición) responsabilizó de la violencia al régimen por no haber retirado las tropas de las ciudades y por "seguir desafiando a los observadores a pesar del apoyo internacional unánime al plan Annan".
Francia, que también considera que no se está aplicando el alto el fuego, presentará en breve un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad para poner en marcha la misión de observación.
Para el ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé, la misión de observadores debe tener medios "terrestres y aéreos" para poder cumplir su mandato y para garantizar el respeto a "la libertad de manifestación".
Considerando que el plan Annan está "condenado al fracaso", otro grupo rebelde, el Ejército Sirio Libre, reclamó una intervención militar en Siria aunque sea sin el aval del Consejo de Seguridad, paralizado por el veto de China y Rusia.
El candidato socialista a la presidencia de Francia, François Hollande, afirmó este viernes que si fuera elegido, y la ONU decidiera una intervención militar en Siria, su país "participaría en ella".
La Unión Europea (UE) prepara una decimocuarta ronda de sanciones contra el régimen sirio, con el fin de limitar las exportaciones de material represivo pero también de productos de lujo, atacando así, aunque de manera simbólica, al lujoso tren de vida de la pareja Asad, según fuentes diplomáticas.
Desde el inicio de la revuelta, más de 11.000 personas han muerto, la mayoría como consecuencia de la violenta represión del régimen, según el OSDH.
Miles de personas se manifiestan este viernes contra el régimen en Siria, donde la situación "no es buena", según el portavoz del emisario internacional Kofi Annan, con más de 120 civiles muertos en ocho días de un alto el fuego que sigue siendo "muy frágil".
El régimen del presidente Bashar al Asad firmó el jueves un protocolo que enmarca la misión de los observadores, especialmente la libertad de movimiento de los observadores, condición sine qua non para el mantenimiento de la misión.
Miles de personas se manifiestan este viernes contra el régimen en Siria, donde la situación "no es buena", según el portavoz del emisario internacional Kofi Annan, con más de 120 civiles muertos en ocho días de un alto el fuego que sigue siendo "muy frágil".
Violado continuamente desde su instauración el pasado12 de abril la tregua volvió a incumplirse y 13 miembros de las fuerzas de seguridad fueron asesinados por "terroristas", según los medios oficiales.
"Un grupo terrorista armado hizo estallar una carga de 100 kilos en Sahm al Jolan, en la región de Quneitra, matando a diez miembros de las fuerzas de seguridad", anunció la televisión pública.
Por su parte, la agencia oficial Sana informó de la muerte de tres miembros de las fuerzas del orden en Deraam (sur), Hama (centro) y Alepo (norte), ciudad en la que también murió un civil.
La agencia responsabilizó de estas muertes a "grupos terroristas armados" que "violan el plan del enviado internacional Kofi Annan".
Otro militante opositor fue abatido por las fuerzas sirias en la región de Idleb (noroeste) y Homs, ciudad bautizada como la "capital de la revolución", estaba siendo de nuevo bombardeada, "a razón de un obús de mortero cada cinco minutos", denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El ejército trata de recobrar el control total de Homs, ya que el centro de la ciudad sigue escapando a su autoridad, precisó Saif al Arab, un militante en el lugar.
Como cada viernes desde el inicio de la revuelta, a mediados de 2011, se convocaron manifestaciones en todo el país, esta vez con el lema "Resultaremos victoriosos y Asad será derrotado".
Videos publicados en internet dejaron constancia de manifestaciones masivas en varias zonas del país. A estas protestas no acudieron los observadores internacionales ya presentes en Siria.
Desde hace cinco días, se encuentra en el país una avanzadilla de la misión de observadores que deberá velar por la aplicación efectiva del alto el fuego. Este grupo de siete personas aún no pudo entrar en Homs "por razones de seguridad", justificaron las autoridades de Damasco.
Después de diversas dilaciones, el régimen del presidente Bashar al Asad firmó el jueves un protocolo que enmarca la misión de los observadores, especialmente la libertad de movimiento de los observadores, condición sine qua non para el mantenimiento de la misión.
Pese a los repetidos compromisos de Damasco al plan del emisario internacional de la ONU y de la Liga Árabe Kofi Annan, su portavoz Ahmed Fawzi reconoció este viernes que la situación en el terreno "no es buena", que el alto el fuego era todavía "muy frágil" y que todos los días hay nuevas "víctimas".
Fawzi precisó que la misión formada por unos 300 observadores está a la espera de la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. "Nos preparamos para el despliegue, puesto que pensamos que (la autorización) llegará", dijo.
El Consejo Nacional Sirio (CNS, principal coalición de la oposición) responsabilizó de la violencia al régimen por no haber retirado las tropas de las ciudades y por "seguir desafiando a los observadores a pesar del apoyo internacional unánime al plan Annan".
Francia, que también considera que no se está aplicando el alto el fuego, presentará en breve un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad para poner en marcha la misión de observación.
Para el ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé, la misión de observadores debe tener medios "terrestres y aéreos" para poder cumplir su mandato y para garantizar el respeto a "la libertad de manifestación".
Considerando que el plan Annan está "condenado al fracaso", otro grupo rebelde, el Ejército Sirio Libre, reclamó una intervención militar en Siria aunque sea sin el aval del Consejo de Seguridad, paralizado por el veto de China y Rusia.
El candidato socialista a la presidencia de Francia, François Hollande, afirmó este viernes que si fuera elegido, y la ONU decidiera una intervención militar en Siria, su país "participaría en ella".
La Unión Europea (UE) prepara una decimocuarta ronda de sanciones contra el régimen sirio, con el fin de limitar las exportaciones de material represivo pero también de productos de lujo, atacando así, aunque de manera simbólica, al lujoso tren de vida de la pareja Asad, según fuentes diplomáticas.
Desde el inicio de la revuelta, más de 11.000 personas han muerto, la mayoría como consecuencia de la violenta represión del régimen, según el OSDH.
Miles de personas se manifiestan este viernes contra el régimen en Siria, donde la situación "no es buena", según el portavoz del emisario internacional Kofi Annan, con más de 120 civiles muertos en ocho días de un alto el fuego que sigue siendo "muy frágil".
El régimen del presidente Bashar al Asad firmó el jueves un protocolo que enmarca la misión de los observadores, especialmente la libertad de movimiento de los observadores, condición sine qua non para el mantenimiento de la misión.