Los sursudaneses acusan a Jartum de llevarse todos los beneficios del petróleo

Bentiu, EP
Los sursudaneses han denunciado que las explotaciones petrolíferas en su territorio no han conseguido fomentar el crecimiento económico del país debido a que desde hace años todos los beneficios acaban en Sudán, mientras la zona fronteriza ha vuelto a ser escenario de un episodio violento.

Las autoridades sursudaneses han denunciado que una milicia rebelde que cuenta con apoyo del Gobierno sudanés ha atacado el estado de Alto Nilo, en la frontera, tras semanas de enfrentamientos por el control de algunas regiones que ambas naciones reclaman como propias.

El portavoz del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA), Philip Aguer, ha señalado que no hay información de bajas y que han repelido el ataque. Ambos países mantienen una disputa por el control de algunas zonas en la frontera, que sigue sin estar plenamente delimitada desde que Sudán del Sur consiguió en julio de 2011 la independencia tras el acuerdo de paz de 2005 que puso fin a 50 años de guerra civil.

Por otra parte, los habitantes de Bentiu, la capital del estado sursudanés de Unidad, en la frontera con Sudán, se mezclan con caminos de tierra, burros y pozos petrolíferos mientras siguen sin contar con un sistema de canalización de agua.

A pesar de que se encuentra a 80 kilómetros de la frotnera, Bentiu también ha sido atacada en varias ocasiones en el último mes. El lunes, al menos dos personas murieron en un bombardeo y, el pasado 14 de abril, fallecieron en otro ataque otros diez.

David Biphal, un residente de la localidad, ha denunciado que Jartum "sigue cogiendo todo el petróleo a través de los oleoductos". "Seguimos siendo pobres y no tenemos carreteras", ha denunciado.

SIN ACUERDO POR LA EXPORTACIÓN DE CRUDO


Ambos estados mantienen una disputa sobre la exportación del petróleo, ya que Sudán del Sur cuenta con el 75 por ciento de las reservas de crudo de ambos países pero Sudán cuenta con los oleoductos y puertos para su exportación. El pasado enero, Sudán del Sur decidió suspender la producción de petróleo hasta que no se firmase un pacto con su vecino ya que aseguraba que Sudán le estaba robando petróleo.

Las autoridades sudanesas señalaron que cogían parte de la producción debido a que Yuba no les pagaba por el uso de sus instalaciones. Yuba pretende impulsar la creación de un oleoducto que pase por Kenia o Yibuti para evitar a Sudán.

Algunos críticos del Gobierno sursudanés aseguran que desde el acuerdo de 2005, Sudán del Sur ha recibido miles de millones de dólares por los beneficios del petróleo, pero que la mayor parte se perdieron por la corrupción.

Sin embargo, la población local acusa directamente a Jartum. "El petróleo es algo bueno, pero nuestro vecino quiere quedarse con todo. No tienen petróleo en su país, pero quieren beneficiarse de este petróleo", ha señalado John Jal, un habitante de la zona.

Las últimas disputas han provocado una caída de ambas monedas que está elevando el precio de los alimentos. A principios de este mes, Sudán del Sur ocupó la zona de Heglig, que produce 110.000 barriles al día, provocando las criticas de las comunidad internacional. Mientras el Ejército sursudanés anunció que se retiraba de la zona, el Gobierno sudanés anunció que había conseguido retomar el control de Heglig.

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