La prima de riesgo toca los 443 puntos en una semana decisiva para España
El diferencial de la deuda toca el mayor nivel desde que Mariano Rajoy accedió al poder. El Ibex cede un 0,57% al cierre y se desmarca de las subidas de las demás Bolsas europeas
Madrid, El País
La presión sobre el mercado español no ha cesado en la primera jornada de una semana, que será crucial para la economía española. La prima de riesgo, medida como el diferencial entre el interés del bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, ha iniciado la jornada con la misma inercia alcista de la semana pasada y ha tocado los 443 puntos básicos en la apertura del mercado, frente a los 424 en que inició la jornada, con lo que sigue marcando máximos del año y un retroceso a los niveles que presentaba el pasado noviembre. Al cierre se relajaba hasta 435 puntos.
La divergencia entre la rentabilidad de los bonos alemán y español ha sido hoy muy evidente. La primera caía esta mañana hasta el 1,72%, su menor nivel desde el 10 de abril, y sigue acercándose al mínimo histórico que marcó en septiembre en 1,636%. La rentabilidad de un bono se mueve de forma inversa a su precio y la subida del bund refleja su carácter de valor refugio en momentos de incertidumbre.
Por el contrario, el rendimiento del bono español ha superado el 6%, peligrosamente cerca de los niveles que en el pasado reciente precipitaron los rescates de Irlanda, Portugal y Grecia. Esta mañana ha llegado a cotizar al 6,16%, su mayor registro desde el pasado 1 de diciembre, aunque al final del la sesión cedía al 6,019%. Los seguros de impago (Credit Default Swap o CDS) de los bonos a diez años de España se han llegado a pagar a un récord histórico de 521 puntos básicos.
Las dudas sobre la capacidad de España de resolver su dificilísima situación (elevado paro, elevado déficit, recesión económica y crisis bancaria) sin ayuda exterior también se ha extendido a Italia, la otra gran economía de la eurozona bajo el punto de mira de los mercados. La prima de riesgo italiana ha llegado a 395 puntos básicos hoy, nivel que no tocaba desde el pasado enero, tras iniciar el día en 378. Al término de la negociación se colocaba en 387 puntos. La rentabilidad del bono italiano a 10 años ha llegado al 5,65% hoy. El euro ha llegado a intercambiarse a 1,2995 dólares, su nivel más bajo desde el 16 de febrero.
Tras una apertura a la baja, el Ibex llegaba a ganar casi un 1% para después volver a retroceder por debajo de su nivel inicial. Los altibajos se han sucedido pero el final de la sesión se ha saldado con una caída del 0,57% que ha situado al principal indicador bursátil español en 7.209,1 puntos, con lo que se desmarcaba del resto de las Bolsas europeas. Londres ha subido un 0,26%, París un 0,51%, Fráncfort un 0,63% y Milán un 0,36%.
La apertura de Wall Street apoyaba las subidas en Europa, al conocerse que las ventas al por menor crecieron en Estados Unidos más de lo previsto en marzo, un 0,8%, según datos del Departamento de Comercio. A media sesión, el Dow Jones avanzaba un 0,44%, aunque el Standard & Poor's caía un 0,22% y el Nasdaq un 0,96%.
Pero la atención de los inversores se ha centrado a lo largo del día en la agenda del ministro de Economía y Competitividad español, Luis de Guindos, que esta mañana ha mantenido en París un encuentro con inversores. Mañana se reunirá con el presidente el Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, para luego viajar a Washington a las asambleas anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
En la capital estadounidense se decidirá la aportación adicional a los 500.000 millones de euros que los países de la zona euro decidieron el mes pasado aportar al Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM, por sus siglas en inglés), el nuevo fondo para el rescate de países en dificultades. El FMI canalizará esa nueva contribución de sus miembros, aún por determinar, pero que será, según insinuaba la semana pasada la directora gerente de la institución, Christine Lagarde, inferior a los 500.000 millones de dólares que en un principio se barajaron.
El Tesoro tiene previsto colocar mañana letras a 12 y 18 meses y, el jueves, bonos a dos y diez años. El mercado sigue afectado por el dato conocido la semana pasada, que muestra que la financiación del BCE a los bancos españoles aumentó casi en un 50% en marzo, hasta su máximo nivel histórico. La dependencia de las entidades españolas de las intervenciones del emisor de la moneda única demuestran su vulnerabilidad. Las declaraciones realizadas el pasado viernes por del secretario de Comercio español, Jaime García-Legaz, reclamando más compras de bonos españoles por parte del BCE contribuyeron a ahondar ese sentimiento.
El programa de compras de deuda soberana y privada (Securities Markets Programme o SMP en inglés) es una de las medidas de política monetaria extraordinaria que puso en marcha el BCE en 2010 para hacer frente a la crisis de liquidez desencadenada tras la quiebra de Lehman Brothers. El Consejo de Gobierno de la institución decide cada intervención, sin calendario preestablecido. El BCE no ha realizado compras de este tipo desde hace un mes, dando espacio a otras medidas no convencionales, las dos inyecciones de liquidez (diciembre y febrero) mediante préstamos al 1% y a tres años por un importe total de un billón de euros.
Madrid, El País
La presión sobre el mercado español no ha cesado en la primera jornada de una semana, que será crucial para la economía española. La prima de riesgo, medida como el diferencial entre el interés del bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, ha iniciado la jornada con la misma inercia alcista de la semana pasada y ha tocado los 443 puntos básicos en la apertura del mercado, frente a los 424 en que inició la jornada, con lo que sigue marcando máximos del año y un retroceso a los niveles que presentaba el pasado noviembre. Al cierre se relajaba hasta 435 puntos.
La divergencia entre la rentabilidad de los bonos alemán y español ha sido hoy muy evidente. La primera caía esta mañana hasta el 1,72%, su menor nivel desde el 10 de abril, y sigue acercándose al mínimo histórico que marcó en septiembre en 1,636%. La rentabilidad de un bono se mueve de forma inversa a su precio y la subida del bund refleja su carácter de valor refugio en momentos de incertidumbre.
Por el contrario, el rendimiento del bono español ha superado el 6%, peligrosamente cerca de los niveles que en el pasado reciente precipitaron los rescates de Irlanda, Portugal y Grecia. Esta mañana ha llegado a cotizar al 6,16%, su mayor registro desde el pasado 1 de diciembre, aunque al final del la sesión cedía al 6,019%. Los seguros de impago (Credit Default Swap o CDS) de los bonos a diez años de España se han llegado a pagar a un récord histórico de 521 puntos básicos.
Las dudas sobre la capacidad de España de resolver su dificilísima situación (elevado paro, elevado déficit, recesión económica y crisis bancaria) sin ayuda exterior también se ha extendido a Italia, la otra gran economía de la eurozona bajo el punto de mira de los mercados. La prima de riesgo italiana ha llegado a 395 puntos básicos hoy, nivel que no tocaba desde el pasado enero, tras iniciar el día en 378. Al término de la negociación se colocaba en 387 puntos. La rentabilidad del bono italiano a 10 años ha llegado al 5,65% hoy. El euro ha llegado a intercambiarse a 1,2995 dólares, su nivel más bajo desde el 16 de febrero.
Tras una apertura a la baja, el Ibex llegaba a ganar casi un 1% para después volver a retroceder por debajo de su nivel inicial. Los altibajos se han sucedido pero el final de la sesión se ha saldado con una caída del 0,57% que ha situado al principal indicador bursátil español en 7.209,1 puntos, con lo que se desmarcaba del resto de las Bolsas europeas. Londres ha subido un 0,26%, París un 0,51%, Fráncfort un 0,63% y Milán un 0,36%.
La apertura de Wall Street apoyaba las subidas en Europa, al conocerse que las ventas al por menor crecieron en Estados Unidos más de lo previsto en marzo, un 0,8%, según datos del Departamento de Comercio. A media sesión, el Dow Jones avanzaba un 0,44%, aunque el Standard & Poor's caía un 0,22% y el Nasdaq un 0,96%.
Pero la atención de los inversores se ha centrado a lo largo del día en la agenda del ministro de Economía y Competitividad español, Luis de Guindos, que esta mañana ha mantenido en París un encuentro con inversores. Mañana se reunirá con el presidente el Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, para luego viajar a Washington a las asambleas anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
En la capital estadounidense se decidirá la aportación adicional a los 500.000 millones de euros que los países de la zona euro decidieron el mes pasado aportar al Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM, por sus siglas en inglés), el nuevo fondo para el rescate de países en dificultades. El FMI canalizará esa nueva contribución de sus miembros, aún por determinar, pero que será, según insinuaba la semana pasada la directora gerente de la institución, Christine Lagarde, inferior a los 500.000 millones de dólares que en un principio se barajaron.
El Tesoro tiene previsto colocar mañana letras a 12 y 18 meses y, el jueves, bonos a dos y diez años. El mercado sigue afectado por el dato conocido la semana pasada, que muestra que la financiación del BCE a los bancos españoles aumentó casi en un 50% en marzo, hasta su máximo nivel histórico. La dependencia de las entidades españolas de las intervenciones del emisor de la moneda única demuestran su vulnerabilidad. Las declaraciones realizadas el pasado viernes por del secretario de Comercio español, Jaime García-Legaz, reclamando más compras de bonos españoles por parte del BCE contribuyeron a ahondar ese sentimiento.
El programa de compras de deuda soberana y privada (Securities Markets Programme o SMP en inglés) es una de las medidas de política monetaria extraordinaria que puso en marcha el BCE en 2010 para hacer frente a la crisis de liquidez desencadenada tras la quiebra de Lehman Brothers. El Consejo de Gobierno de la institución decide cada intervención, sin calendario preestablecido. El BCE no ha realizado compras de este tipo desde hace un mes, dando espacio a otras medidas no convencionales, las dos inyecciones de liquidez (diciembre y febrero) mediante préstamos al 1% y a tres años por un importe total de un billón de euros.