La ONU insta a los militares de Malí a implementar el acuerdo con la CEDEAO
Nueva York, EP
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha instado a los militares rebeldes que el pasado 22 de marzo dieron un golpe de Estado contra el Gobierno de Amadou Toumani Toure a implementar el acuerdo alcanzado con la Comunidad de Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) para restaurar el orden constitucional en Malí.
Los miembros del Consejo de Seguridad han instado a las partes a alcanzar una solución pacífica a través del diálogo político subrayando la necesidad de "defender y respetar la soberanía e integridad territorial de Malí" y rechazando "categóricamente" cualquier actuación contraria a estos objetivos.
Además, han demandado un "cese inmediato de las hostilidades en el norte de Malí", donde las Fuerzas Armadas combaten a los secesionistas tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), que ya han declarado la independencia en tres regiones.
A este respecto, han expresado su "profunda preocupación" por la "creciente amenaza terrorista" en el norte del país, debido a la presencia entre los tuareg de miembros de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y de otros "elementos extremistas".
Además, han exigido la liberación "inmediata" de los siete diplomáticos argelinos que fueron secuestrados la semana pasada en la ciudad de Gao, una de las controladas por el MNLA
El Consejo de Seguridad también ha expresado su preocupación por el "rápido deterioro de la situación humanitaria en Malí", ya que desde el mes de enero unas 200.000 personas han abandonado sus casas para huir de la violencia.
En este contexto, ha reiterado su apoyo a los esfuerzos del equipo de mediación de la CEDEAO, liderado por el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, de la Unión Africana (UA) y del representante especial de la Secretaría General de Naciones Unidas para África Occidental, Said Djinnit, "para restaurar la paz y seguridad" en Malí.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha instado a los militares rebeldes que el pasado 22 de marzo dieron un golpe de Estado contra el Gobierno de Amadou Toumani Toure a implementar el acuerdo alcanzado con la Comunidad de Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) para restaurar el orden constitucional en Malí.
Los miembros del Consejo de Seguridad han instado a las partes a alcanzar una solución pacífica a través del diálogo político subrayando la necesidad de "defender y respetar la soberanía e integridad territorial de Malí" y rechazando "categóricamente" cualquier actuación contraria a estos objetivos.
Además, han demandado un "cese inmediato de las hostilidades en el norte de Malí", donde las Fuerzas Armadas combaten a los secesionistas tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), que ya han declarado la independencia en tres regiones.
A este respecto, han expresado su "profunda preocupación" por la "creciente amenaza terrorista" en el norte del país, debido a la presencia entre los tuareg de miembros de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y de otros "elementos extremistas".
Además, han exigido la liberación "inmediata" de los siete diplomáticos argelinos que fueron secuestrados la semana pasada en la ciudad de Gao, una de las controladas por el MNLA
El Consejo de Seguridad también ha expresado su preocupación por el "rápido deterioro de la situación humanitaria en Malí", ya que desde el mes de enero unas 200.000 personas han abandonado sus casas para huir de la violencia.
En este contexto, ha reiterado su apoyo a los esfuerzos del equipo de mediación de la CEDEAO, liderado por el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, de la Unión Africana (UA) y del representante especial de la Secretaría General de Naciones Unidas para África Occidental, Said Djinnit, "para restaurar la paz y seguridad" en Malí.