La ONU denuncia que en Siria continúa la violencia pese al alto el fuego
Nueva York, EP
El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, ha afirmado este lunes que en Siria continúa la violencia pese a que el Gobierno se había comprometido a respetar el alto el fuego y había anunciado que había retirado las tropas y el armamento pesado de los centros urbanos.
"El cese de la violencia armada sigue siendo incompleto", ha declarado Pascoe en el Consejo de Seguridad de la ONU durante un debate sobre Oriente Próximo. "Es esencial que el Gobierno de Siria cumpla plena e inmediatamente su obligación de dejar de usar armamento pesado y de retirar las fuerzas militares de los centros de población", ha subrayado.
Pascoe ha lamentado que "se han perdido muchas vidas" y que, a día de hoy, siguen perpetrándose "con impunidad" violaciones de los Derechos Humanos. Según la ONU, más de 9.000 personas han muerto en Siria durante los últimos 13 meses.
El responsable de Naciones Unidas en materia de Asuntos Políticos ha dicho esperar que el próximo envío de observadores sobre el terreno "ayude a cesar las muertes y a consolidar la calma".
El Consejo de Seguridad aprobó el sábado por unanimidad el despliegue de hasta 300 observadores desarmados durante un periodo de tres meses en el que deberán vigilar el cumplimiento del plan de paz que propuso el mediador internacional, Kofi Annan.
La resolución, sin embargo, contempla que el traslado a Siria de esta misión dependa del cumplimiento del plan planteado por Annan, ya que los países europeos y Estados Unidos sospechan que el régimen de Al Assad no ha puesto fin a la violencia ni retirado tropas y armamento.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, que ocupa este mes la presidencia rotatoria del Consejo, ha apostado por la cautela porque, según ha dicho, Damasco "tiene un largo registro de engaños y decepciones". En este sentido, ha advertido de que la misión de la ONU "es inusualmente arriesgada y peligrosa". "El régimen sirio no debería cometer ningún error, estaremos mirando día y noche", ha apostillado.
Por su parte, el embajador francés, Gérard Araud, ha acusado al Gobierno sirio de "engañar" a la comunidad internacional, porque "sigue usando bombas y armamento pesado" contra la población. El Consejo "no debería tolerar impedimentos sobre las acciones de los observadores ni amenazas para la seguridad".
Según el representante británico ante la ONU, Mark Lyall Frant, el incumplimiento de sus "compromisos" por parte del régimen sirio o "cualquier intento de dificultar el trabajo de la misión" debe conllevar "consecuencias reales y contundentes" por parte del Consejo de Seguridad, donde China y Rusia, tradicionales aliados de Siria, tienen derecho de veto.
El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, ha afirmado este lunes que en Siria continúa la violencia pese a que el Gobierno se había comprometido a respetar el alto el fuego y había anunciado que había retirado las tropas y el armamento pesado de los centros urbanos.
"El cese de la violencia armada sigue siendo incompleto", ha declarado Pascoe en el Consejo de Seguridad de la ONU durante un debate sobre Oriente Próximo. "Es esencial que el Gobierno de Siria cumpla plena e inmediatamente su obligación de dejar de usar armamento pesado y de retirar las fuerzas militares de los centros de población", ha subrayado.
Pascoe ha lamentado que "se han perdido muchas vidas" y que, a día de hoy, siguen perpetrándose "con impunidad" violaciones de los Derechos Humanos. Según la ONU, más de 9.000 personas han muerto en Siria durante los últimos 13 meses.
El responsable de Naciones Unidas en materia de Asuntos Políticos ha dicho esperar que el próximo envío de observadores sobre el terreno "ayude a cesar las muertes y a consolidar la calma".
El Consejo de Seguridad aprobó el sábado por unanimidad el despliegue de hasta 300 observadores desarmados durante un periodo de tres meses en el que deberán vigilar el cumplimiento del plan de paz que propuso el mediador internacional, Kofi Annan.
La resolución, sin embargo, contempla que el traslado a Siria de esta misión dependa del cumplimiento del plan planteado por Annan, ya que los países europeos y Estados Unidos sospechan que el régimen de Al Assad no ha puesto fin a la violencia ni retirado tropas y armamento.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, que ocupa este mes la presidencia rotatoria del Consejo, ha apostado por la cautela porque, según ha dicho, Damasco "tiene un largo registro de engaños y decepciones". En este sentido, ha advertido de que la misión de la ONU "es inusualmente arriesgada y peligrosa". "El régimen sirio no debería cometer ningún error, estaremos mirando día y noche", ha apostillado.
Por su parte, el embajador francés, Gérard Araud, ha acusado al Gobierno sirio de "engañar" a la comunidad internacional, porque "sigue usando bombas y armamento pesado" contra la población. El Consejo "no debería tolerar impedimentos sobre las acciones de los observadores ni amenazas para la seguridad".
Según el representante británico ante la ONU, Mark Lyall Frant, el incumplimiento de sus "compromisos" por parte del régimen sirio o "cualquier intento de dificultar el trabajo de la misión" debe conllevar "consecuencias reales y contundentes" por parte del Consejo de Seguridad, donde China y Rusia, tradicionales aliados de Siria, tienen derecho de veto.