La intercepción del satélite norcoreano equivaldría a un acto de guerra

Seúl, EP
El Comité para la Reunificación Pacífica de Corea ha asegurado este viernes que la intercepción del satélite meteorológico 'Kwangmyongsong-3', que se lanzará en los próximos días en conmemoración del centenario del nacimiento del fundador del país, Kim Il Sung, equivaldría a un acto de guerra.

Corea del Norte ha detallado que el aparato que se propone lanzar entre el 12 y el 16 de abril es un "avanzado satélite meteorológico geoestacionario" que se encargará de recabar datos. La agencia de noticias norcoreana KCNA informó de que el país ha intensificado su investigación científica para pronosticar el tiempo en relación a la agricultura y otros sectores económicos y que el satélite 'Kwangmyongsong-3' ('Estrella Brillante') "será muy útil" en este sentido.

A pesar de estas explicaciones, Estados Unidos y Corea del Sur, entre otros países, sospechan que con este lanzamiento Pyongyang pretende encubrir otras prácticas con misiles de largo alcance, lo que supondría una violación de las resoluciones de Naciones Unidas.

"Cualquiera que intercepte el satélite o recoja sus piezas se enfrentará a un castigo inmediato, resuelto y sin piedad", ha dicho el Comité. Este aviso ha llegado días después de que Corea del Sur haya dicho que está explorando la forma de interceptar el cohete en caso de que se desvíe de su trayectoria y de que Japón haya ordenado a sus tropas que disparen contra el cohete en caso de que pudiera caer sobre territorio nipón.

El comunicado ha advertido al Ejecutivo de Seúl contra cualquier provocación y ha recalcado que un ataque surcoreano significaría "el fin de todo para Corea del Sur". "Corea del Norte repartirá el castigo más inimaginable y miserable a su rival en caso de que se atreva a disparar hacia el cielo, y hacia Pyongyang en particular", recoge el texto, según ha informado la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

La Casa Blanca ha advertido de que el lanzamiento también supondría una violación del acuerdo alcanzado el pasado mes de febrero entre ambos países, por el que Pyongyang se ha comprometido a suspender sus programas de enriquecimiento de uranio y de misiles de largo alcance y a permitir el acceso de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) al complejo de Yongbyon, a cambio de que Washington envíe 240.000 toneladas de ayuda humanitaria.

No obstante, Corea del Norte ha asegurado que el lanzamiento "no tiene nada que ver" con este acuerdo y ha defendido que su objetivo es "el estudio científico", recordando que "el desarrollo y uso pacíficos del espacio es un derecho legítimo universalmente reconocido de un Estado soberano", por lo que su explotación económica "no puede quedar en manos de unos pocos países".

Por su parte, el ministro de Exteriores de Japón, Koichiro Gemba, ha asegurado que Tokio pedirá al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que actúe en caso de que Corea del Norte lleve a cabo el lanzamiento del satélite meteorológico.

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