La española Bolsa cae a su mínimo desde 2009 en una jornada negra en la deuda
-La prima de riesgo española prorroga las subidas y asciende a 433 puntos básicos
-Toca su nivel más alto en lo que va de mandato de Rajoy tras su peor día desde agosto
-La Bolsa española ahonda sus mínimos con una caída del 2,96% a una hora del cierre
Madrid, El País
Los nuevos recortes en sanidad y educación que ayer anunció, sin dar más explicaciones, el Ejecutivo de Mariano Rajoy, no han convencido a los inversores, que han recrudecido hoy su acoso contra España. Al cierre, la Bolsa se ha desplomado a su nivel más bajo desde marzo de 2009 mientras, en la deuda, la prima de riesgo ha sufrido su peor sesión desde agosto y ha subido a 433 puntos básicos, su nivel más alto de toda la legislatura.
Este indicador, que equivale al sobreprecio exigido a los bonos a 10 años, que son los que se utilizan para analizar la evolución del conjunto de la deuda española, frente a los alemanes, que por su estabilidad son el espejo en el que se miran todos los países de la eurozona, ha seguido subiendo y con más fuerza que el jueves hasta tocar los 433 puntos básicos, lo que equivale a 33 puntos más. Desde verano, cuando la presión sobre España e Italia obligó al BCE en salir en ayuda de su deuda, este indicador no subía con mayor intensidad en un solo día. La rentabilidad que se pide por los títulos a 10 años del Tesoro ha aumentado al 5,97% y está a punto de superar el 6%, mientras por los de Alemania al mismo plazo reclaman un interés del 1,6%, su nivel más bajo en la etapa del euro. Este tipo tan reducido se explica por su condición de valor refugio frente a la crisis, lo que hoy por hoy es muy valorado por los inversores.
El aumento de la desconfianza sobre la capacidad del país para combinar los recortes con la recuperación económica, que es el origen de las dudas de los inversores, quedó patente la pasada semana. En este periodo, la prima subió en 46 puntos, lo que la convirtió en la peor desde el arranque del año. Y eso que contó con un día laboral menos. También se apunta a la falta de eficacia en la reestructuración financiera como otro foco de las dudas. Desde el Gobierno, por su parte, se insiste en que continuar con las reformas y los planes de ajustes son la mejor receta para superar las turbulencias y alejar el fantasma de un rescate internacional. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha vinculado este enésimo episodio de mayor tensión a "un ataque" combinado contra la eurozona.
En cualquier caso, la prima de riesgo sigue lejos del máximo que tocó en noviembre, cuando rebasó puntualmente la cota psicológica de los 500 puntos básicos, una frontera que los analistas consideran como el paso previo al rescate. Desde entonces hasta principios de este mes de abril, las inyecciones extraordinarias de liquidez a la banca por parte del BCE, que ha puesto a su disposición un billón de euros de dinero barato, logró aplacar las tensiones. Sin embargo, ahora que se están diluyendo los efectos de esta medida, las turbulencias han retornado con fuerza.
No obstante, para los analistas, el acoso también deja en evidencia que los ajustes ya no son suficientes para convencer a los inversores. Ante el deterioro generalizado de la situación, los operadores empiezan a especular con que hará ayuda exterior para dejar atrás los problemas. Sin embargo, la parálisis vuelve a dominar a la UE y se descarta una ampliación de los fondos de rescate por el rechazo frontal de Alemania.
Si con el cambio de año las inyecciones masivas del BCE han motivado una mejora de la situación, en estos momentos "no está planteado sobre el horizonte nada parecido en el corto plazo", comenta Daniel Pingarrón, desde IG Markets. "El BCE ha llegado a su límite, y los políticos europeos no tienen demasiado potencial para generar grandes expectativas", ha añadido en relación a las dificultades que presenta para avanzar en la solución de la crisis la proximidad de las elecciones en Francia.
En cuanto al resto de países bajo sospecha como Italia, su prima de riesgo ha aumentado en unos ocho puntos básicos hasta los 404, 32 más, con lo que se mantiene mejor que la española, a la que superó en el arranque de marzo ante la mayor confianza que despierta entre los inversores el Gobierno de Mario Monti.
En las Bolsas, tampoco ha habido margen para el optimismo. Las plazas de referencia europeas han registrado caídas generalizadas. En este caso, con el italiano FTSE MIB y su recorte del 5% a la cabeza ante el fuerte tirón a la baja de su sector financiero. En España, el Ibex 35 se ha dejado un 2,96%, con lo que mañana abrirá en 7.433 puntos, su nivel más bajo desde marzo de 2009.
Por nombres propios, los valores industriales y bancarios han liderado los números rojos con pérdidas de hasta el 7% para OBR o del 6% para Arcelor. Ni siquiera Repsol ha logrado mantenerse en verde pese a que los rumores sobre una eventual venta de su filial argentina YPF habían animado su cotización. Al final, la pérdida de más licencias en argentina ha acabado por arrastrarla al rojo.
En los mercados de divisas, el euro ha llegado a ceder los 1,31 dólares hasta marcar su nivel más bajo de la sesión en 1,306 unidades del billete verde.
-Toca su nivel más alto en lo que va de mandato de Rajoy tras su peor día desde agosto
-La Bolsa española ahonda sus mínimos con una caída del 2,96% a una hora del cierre
Madrid, El País
Los nuevos recortes en sanidad y educación que ayer anunció, sin dar más explicaciones, el Ejecutivo de Mariano Rajoy, no han convencido a los inversores, que han recrudecido hoy su acoso contra España. Al cierre, la Bolsa se ha desplomado a su nivel más bajo desde marzo de 2009 mientras, en la deuda, la prima de riesgo ha sufrido su peor sesión desde agosto y ha subido a 433 puntos básicos, su nivel más alto de toda la legislatura.
Este indicador, que equivale al sobreprecio exigido a los bonos a 10 años, que son los que se utilizan para analizar la evolución del conjunto de la deuda española, frente a los alemanes, que por su estabilidad son el espejo en el que se miran todos los países de la eurozona, ha seguido subiendo y con más fuerza que el jueves hasta tocar los 433 puntos básicos, lo que equivale a 33 puntos más. Desde verano, cuando la presión sobre España e Italia obligó al BCE en salir en ayuda de su deuda, este indicador no subía con mayor intensidad en un solo día. La rentabilidad que se pide por los títulos a 10 años del Tesoro ha aumentado al 5,97% y está a punto de superar el 6%, mientras por los de Alemania al mismo plazo reclaman un interés del 1,6%, su nivel más bajo en la etapa del euro. Este tipo tan reducido se explica por su condición de valor refugio frente a la crisis, lo que hoy por hoy es muy valorado por los inversores.
El aumento de la desconfianza sobre la capacidad del país para combinar los recortes con la recuperación económica, que es el origen de las dudas de los inversores, quedó patente la pasada semana. En este periodo, la prima subió en 46 puntos, lo que la convirtió en la peor desde el arranque del año. Y eso que contó con un día laboral menos. También se apunta a la falta de eficacia en la reestructuración financiera como otro foco de las dudas. Desde el Gobierno, por su parte, se insiste en que continuar con las reformas y los planes de ajustes son la mejor receta para superar las turbulencias y alejar el fantasma de un rescate internacional. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha vinculado este enésimo episodio de mayor tensión a "un ataque" combinado contra la eurozona.
En cualquier caso, la prima de riesgo sigue lejos del máximo que tocó en noviembre, cuando rebasó puntualmente la cota psicológica de los 500 puntos básicos, una frontera que los analistas consideran como el paso previo al rescate. Desde entonces hasta principios de este mes de abril, las inyecciones extraordinarias de liquidez a la banca por parte del BCE, que ha puesto a su disposición un billón de euros de dinero barato, logró aplacar las tensiones. Sin embargo, ahora que se están diluyendo los efectos de esta medida, las turbulencias han retornado con fuerza.
No obstante, para los analistas, el acoso también deja en evidencia que los ajustes ya no son suficientes para convencer a los inversores. Ante el deterioro generalizado de la situación, los operadores empiezan a especular con que hará ayuda exterior para dejar atrás los problemas. Sin embargo, la parálisis vuelve a dominar a la UE y se descarta una ampliación de los fondos de rescate por el rechazo frontal de Alemania.
Si con el cambio de año las inyecciones masivas del BCE han motivado una mejora de la situación, en estos momentos "no está planteado sobre el horizonte nada parecido en el corto plazo", comenta Daniel Pingarrón, desde IG Markets. "El BCE ha llegado a su límite, y los políticos europeos no tienen demasiado potencial para generar grandes expectativas", ha añadido en relación a las dificultades que presenta para avanzar en la solución de la crisis la proximidad de las elecciones en Francia.
En cuanto al resto de países bajo sospecha como Italia, su prima de riesgo ha aumentado en unos ocho puntos básicos hasta los 404, 32 más, con lo que se mantiene mejor que la española, a la que superó en el arranque de marzo ante la mayor confianza que despierta entre los inversores el Gobierno de Mario Monti.
En las Bolsas, tampoco ha habido margen para el optimismo. Las plazas de referencia europeas han registrado caídas generalizadas. En este caso, con el italiano FTSE MIB y su recorte del 5% a la cabeza ante el fuerte tirón a la baja de su sector financiero. En España, el Ibex 35 se ha dejado un 2,96%, con lo que mañana abrirá en 7.433 puntos, su nivel más bajo desde marzo de 2009.
Por nombres propios, los valores industriales y bancarios han liderado los números rojos con pérdidas de hasta el 7% para OBR o del 6% para Arcelor. Ni siquiera Repsol ha logrado mantenerse en verde pese a que los rumores sobre una eventual venta de su filial argentina YPF habían animado su cotización. Al final, la pérdida de más licencias en argentina ha acabado por arrastrarla al rojo.
En los mercados de divisas, el euro ha llegado a ceder los 1,31 dólares hasta marcar su nivel más bajo de la sesión en 1,306 unidades del billete verde.