Hollande derrota a Sarkozy en primera vuelta y se convierte en favorito para la Presidencia
París, EP
El candidato socialista, François Hollande, y el presidente Nicolas Sarkozy se verán las caras como rivales directos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tras quedar en primer y segundo lugar tras la primera ronda de hoy, marcada por el mejor resultado de la historia de la derecha francesa que obtenido Marine Le Pen, del Frente Nacional, y tercera en número de votos.
La victoria de Hollande, pronosticada por la mayoría de las encuestas, le convierte en claro favorito para la segunda vuelta del 6 de mayo. El socialista, que según los sondeos ha obtenido un 28,2 por ciento de los votos, se aprovecha así del duro castigo que los votantes han propinado a Sarkozy, cuya imagen pública se ha resentido durante los últimos meses.
El presidente obtendría un 27 por ciento de los votos según las primeras proyecciones oficiales divulgadas por el Ministerio del Interior galo, con un 85 por ciento de los votos escrutados. Una encuesta de Ipsos estima una abstención del 19,7 por ciento.
Marine Le Pen, no obstante, se ha convertido en la otra gran protagonista de los comicios. Con un 18,6 por ciento de los votos según estas cifras iniciales, la hija de Jean Marie Le Pen supera el mejor resultado obtenido por su padre (16,8% en 2002) y sale vencedora de la batalla de los extremos que libraba con el líder del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, que se ha hecho con un 10,9% de los votos.
La alternativa centrista que representa François Bayrou no ha podido repetir su éxito de 2007 al recabar hoy un 9,19 por ciento de los votos, debido a la polarización que ha dominado las elecciones francesas de este año. También se ha resentido la opción "verde" de Eva Joly, la sexta fuerza más votada con un 2,2% de los votos.
En este escenario, la ventaja a favor de Hollande se acentuará con toda probabilidad en la segunda vuelta, cuando comience a recabar los votos de los candidatos que se quedaron por el camino.
El candidato socialista contaría con el respaldo de un 80 por ciento de los votantes del izquierdista Mélenchon y un 33 por ciento de los afines a Bayrou, el líder del Movimiento Democrático. Sarkozy conseguiría el voto de un 45 por ciento de los simpatizantes de Le Pen, más un 32 por ciento de los votantes del centrista Bayrou.
Llegados a este punto, Hollande tendría todo a su favor para hacerse con el triunfo final. Ifop concede al líder socialista una ventaja mínima de siete puntos por delante de Sarkozy (53,5% por un 46,5%). Los sondeos más optimistas para Hollande amplían su ventaja a 14 puntos (57% frente a un 43% para los institutos BVA y CSA).
RECHAZO A SARKOZY
"Estos comicios son una expresión del rechazo profundo a Nicolas Sarkozy", resume un antiguo integrante del partido del presidente, la Unión por un Movimiento Popular (UMP). "Por encima de todo, son un rechazo de su persona, de su omnipotente y arrogante gobierno", añadió en declaraciones a Reuters.
Este rechazo se ha hecho patente entre las filas de su propio partido. Por ejemplo, la exministra de Planificación Fadela Amara se ha unido a la creciente lista de antiguos colaboradores políticos de Sarkozy que han anunciado su intención de votar a Hollande, quien se perfila como el primer presidente socialista de Francia desde el fin del mandato de François Mitterrand, en 1995.
Amara, una de las figuras del centro-izquierda reclutadas por Sarkozy para formar su primer gobierno tras su elección en 2007, se ha unido a la exministra de Medio Ambiente y militante ecologista Corinne Lepage en su decisión de apoyar expresamente a Hollande. Ambas han acusado a Sarkozy de haberse escorado demasiado a la derecha.
Otros antiguos dirigentes próximos a Sarkozy o de la derecha que han anunciado su apoyo a Hollande --entre ellos, el expresidente Jacques Chirac-- son el antiguo alto comisario para la Pobreza Martin Hirsch, el exminstro de Estado sobre Igualdad de Oportunidades Azouz Begag y el que fuera ministro de Cultura Jean-Jacques Aillagon.
El candidato socialista, François Hollande, y el presidente Nicolas Sarkozy se verán las caras como rivales directos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tras quedar en primer y segundo lugar tras la primera ronda de hoy, marcada por el mejor resultado de la historia de la derecha francesa que obtenido Marine Le Pen, del Frente Nacional, y tercera en número de votos.
La victoria de Hollande, pronosticada por la mayoría de las encuestas, le convierte en claro favorito para la segunda vuelta del 6 de mayo. El socialista, que según los sondeos ha obtenido un 28,2 por ciento de los votos, se aprovecha así del duro castigo que los votantes han propinado a Sarkozy, cuya imagen pública se ha resentido durante los últimos meses.
El presidente obtendría un 27 por ciento de los votos según las primeras proyecciones oficiales divulgadas por el Ministerio del Interior galo, con un 85 por ciento de los votos escrutados. Una encuesta de Ipsos estima una abstención del 19,7 por ciento.
Marine Le Pen, no obstante, se ha convertido en la otra gran protagonista de los comicios. Con un 18,6 por ciento de los votos según estas cifras iniciales, la hija de Jean Marie Le Pen supera el mejor resultado obtenido por su padre (16,8% en 2002) y sale vencedora de la batalla de los extremos que libraba con el líder del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, que se ha hecho con un 10,9% de los votos.
La alternativa centrista que representa François Bayrou no ha podido repetir su éxito de 2007 al recabar hoy un 9,19 por ciento de los votos, debido a la polarización que ha dominado las elecciones francesas de este año. También se ha resentido la opción "verde" de Eva Joly, la sexta fuerza más votada con un 2,2% de los votos.
En este escenario, la ventaja a favor de Hollande se acentuará con toda probabilidad en la segunda vuelta, cuando comience a recabar los votos de los candidatos que se quedaron por el camino.
El candidato socialista contaría con el respaldo de un 80 por ciento de los votantes del izquierdista Mélenchon y un 33 por ciento de los afines a Bayrou, el líder del Movimiento Democrático. Sarkozy conseguiría el voto de un 45 por ciento de los simpatizantes de Le Pen, más un 32 por ciento de los votantes del centrista Bayrou.
Llegados a este punto, Hollande tendría todo a su favor para hacerse con el triunfo final. Ifop concede al líder socialista una ventaja mínima de siete puntos por delante de Sarkozy (53,5% por un 46,5%). Los sondeos más optimistas para Hollande amplían su ventaja a 14 puntos (57% frente a un 43% para los institutos BVA y CSA).
RECHAZO A SARKOZY
"Estos comicios son una expresión del rechazo profundo a Nicolas Sarkozy", resume un antiguo integrante del partido del presidente, la Unión por un Movimiento Popular (UMP). "Por encima de todo, son un rechazo de su persona, de su omnipotente y arrogante gobierno", añadió en declaraciones a Reuters.
Este rechazo se ha hecho patente entre las filas de su propio partido. Por ejemplo, la exministra de Planificación Fadela Amara se ha unido a la creciente lista de antiguos colaboradores políticos de Sarkozy que han anunciado su intención de votar a Hollande, quien se perfila como el primer presidente socialista de Francia desde el fin del mandato de François Mitterrand, en 1995.
Amara, una de las figuras del centro-izquierda reclutadas por Sarkozy para formar su primer gobierno tras su elección en 2007, se ha unido a la exministra de Medio Ambiente y militante ecologista Corinne Lepage en su decisión de apoyar expresamente a Hollande. Ambas han acusado a Sarkozy de haberse escorado demasiado a la derecha.
Otros antiguos dirigentes próximos a Sarkozy o de la derecha que han anunciado su apoyo a Hollande --entre ellos, el expresidente Jacques Chirac-- son el antiguo alto comisario para la Pobreza Martin Hirsch, el exminstro de Estado sobre Igualdad de Oportunidades Azouz Begag y el que fuera ministro de Cultura Jean-Jacques Aillagon.