Fórmula Uno: Red Bull desoye al campeón

La escudería energética opta por desarrollar el RB8 a partir de la configuración de los escapes preferida por Webber

Bahrein, El País
Aunque pueda parecer una salvajada, la extrema sensibilidad de Sebastian Vettel le puede estar jugando una mala pasada al bicampeón del mundo, que en este arranque del Mundial las está pasando moradas para entenderse con el RB8, un monoplaza que le suelta unas coces repentinas que le obligan a levantar el pie del acelerador y, por consiguiente, a dejarse alguna que otra décima por el camino. Su receptibilidad es tan extrema que le lleva a pedirle a Alpinestars, la marca de ropa técnica que le equipa, a confeccionarle unos guantes con las costuras por fuera, para así aumentar su tacto al agarrar el volante, o a incorporarle al mono un cinturón, un elemento en desuso desde que se crearon las bandas elásticas. Disputadas las tres primeras pruebas del curso, el alemán ocupa la quinta posición en la tabla provisional de puntos, a 17 del líder, Lewis Hamilton, tras haber arañado una segunda posición en Australia, haber terminado el undécimo en Malasia y haberlo hecho el quinto el domingo pasado, en China. Mark Webber, su compañero, acumula tres cuartos puestos y ocho puntos más que él en la clasificación, circunstancia difícil de entender si nos basamos en los resultados de los dos últimos años.

Llegados a este punto, Red Bull se ha visto en una encrucijada al verse obligado a decidir qué dirección tomar en el desarrollo del coche, centrado éste, básicamente, en el tipo de escapes y su orientación. Por orden de Adrian Newey, el director técnico de la escudería de los bólidos energéticos, el equipo desplazó a China las dos variantes disponibles con el objetivo de recopilar datos que permitieran extraer alguna conclusión clara. Webber optó por la última configuración, mientras que su vecino fue un paso más atrás, empleando la primera que el RB8 incorporó el día de su estreno, en Jerez, el mes de febrero. A lo largo de todas las sesiones de ensayos en Shanghái, el corredor de Queanbeyan se encontró mucho más a gusto que el de Heppenheim. El sábado, en la cronometrada, Webber se clasificó el séptimo (salió el sexto por la sanción impuesta a Hamilton), cuando Baby Schumi ni siquiera pudo superar la segunda eliminatoria y por primera vez en tres años se quedó fuera de la Q3.

“Fue un fin de semana interesante. Obtuvimos gran cantidad de información de los dos coches, pero el resultado final fue muy parecido. Creo que las dos configuraciones poseen sus ventajas; veremos qué hacemos la semana que viene”, reconocía el propio Vettel hace un par de días. Con todas esas referencias y las opiniones de los pilotos, Red Bull ha decidido escuchar a Webber y desoír los deseos del campeón, que no tendrá más remedio que apretar los dientes y todo lo demás, y centrarse en adaptarse tanto como pueda a este coche que tan poco le gusta. Helmut Marko, el principal asesor deportivo de Dietrich Mateschitz, propietario del imperio energético, confirmaba ayer la decisión adoptada, aunque con una coletilla que no deja de ratificar su predilección por Vettel. “Iremos hacia delante con la especificación de Webber. Mark es menos sensible con el comportamiento del coche. Él solo necesita que tenga cuatro ruedas, pero el caso de Sebastian es distinto”, soltó el austríaco, que siempre aprovecha la mínima ocasión que se le presenta para dejar claro quién es su preferido.

Entradas populares