Djokovic homenajea a su abuelo en la pista con una victoria ante Dolgopolo
MÓNACO, EFE
Solo unas horas antes del comienzo del partido, cuando calentaba en una pista del Montecarlo Country Club, Djokovic era informado de la muerte de su abuelo. Dio por terminado el entrenamiento entre lágrimas.
A pesar del dolor y la tristeza por la noticia, eran pocos, más bien sólo aquellos que no conocen al serbio, los que pensaron que el torneo se quedaba sin el número uno del mundo, ante su deseo de volver a su país.
Pero no. Djokovic tenía claro que el mejor homenaje a su abuelo era una victoria.
No obstante una cosa es lo que el corazón de Djokovic quería y otra la reacción de su mente ante la pérdida de alguien tan querido. Eso fue lo que pasó en el primer set.
El serbio quería demostrar su tenis, acabar rápido y refugiarse en los suyos. Y así parecía que ocurriría cuando ganó el primer juego con su servicio.
A partir de ahí Dolgopolov supo aprovechar las limitaciones del rival, que por momentos parecía ausente de la pista. Tres juegos consecutivos del ucraniano (3-1) no hicieron otra cosa que agrandar la brecha en el estado anímico del serbio.
Djokovic lo intentó, se puso 3-2 y con dos bolas para recuperar el saque pero seguía fuera del partido y acabó perdiendo el set por 6-2 tras 27 minutos.
Ante un público incrédulo por el devenir del duelo, el serbio enfrió su mente y comenzó a jugar. La consecuencia fue un claro 6-1 en el segundo parcial en poco más de treinta minutos.
Al poco de empezar la tercera manga (1-1) se tuvo que interrumpir debido a la lluvia por algo más de treinta minutos. Este parón no detuvo al serbio, ahora sí muy concentrado y metido en el partido.
Dolgopolov no se amedrentó y esto posibilitó ver los mejores momentos de tenis. Cada jugador mantuvo su servicio hasta el 4-4, en el que el ucraniano con su saque quiso hacer honor a los que le critican por su irregularidad. Encadenó varios errores que aprovechó el número uno para situarse a un juego de la victoria.
Djokovic ganó su saque y por tanto el partido. Se agachó y miró primero al suelo y luego ya con lágrimas su mirada se dirigió al cielo en recuerdo a su abuelo.
Por otra parte, el francés Giles Simon se impuso al también serbio Janko Tipsarevic por 6-0, 4-6 y 6-1, en un partido en el que el francés, que jugará los cuartos ante su compatriota Jo-Wilfried Tsonga, fue superior a pesar de los continuos cambios en el dominio del partido.
El primer set fue claro para Simon, sobretodo porque jugó mejor los puntos decisivos. Rompió tres veces el saque del rival y salvo siete pelotas para no perder el suyo.
La segunda manga fue mas igualada. Un break a favor del serbio permitió que se llevara el set (6-4) e igualase el partido, lo que hacía prometer un final muy disputado.
Pero, de nuevo, Simon tomó el mando del encuentro, aprovechó sus dos ocasiones para hacerse con el saque del rival y evitó las dos de que dispuso Tipsarevic, para imponerse por 6-1.
Solo unas horas antes del comienzo del partido, cuando calentaba en una pista del Montecarlo Country Club, Djokovic era informado de la muerte de su abuelo. Dio por terminado el entrenamiento entre lágrimas.
A pesar del dolor y la tristeza por la noticia, eran pocos, más bien sólo aquellos que no conocen al serbio, los que pensaron que el torneo se quedaba sin el número uno del mundo, ante su deseo de volver a su país.
Pero no. Djokovic tenía claro que el mejor homenaje a su abuelo era una victoria.
No obstante una cosa es lo que el corazón de Djokovic quería y otra la reacción de su mente ante la pérdida de alguien tan querido. Eso fue lo que pasó en el primer set.
El serbio quería demostrar su tenis, acabar rápido y refugiarse en los suyos. Y así parecía que ocurriría cuando ganó el primer juego con su servicio.
A partir de ahí Dolgopolov supo aprovechar las limitaciones del rival, que por momentos parecía ausente de la pista. Tres juegos consecutivos del ucraniano (3-1) no hicieron otra cosa que agrandar la brecha en el estado anímico del serbio.
Djokovic lo intentó, se puso 3-2 y con dos bolas para recuperar el saque pero seguía fuera del partido y acabó perdiendo el set por 6-2 tras 27 minutos.
Ante un público incrédulo por el devenir del duelo, el serbio enfrió su mente y comenzó a jugar. La consecuencia fue un claro 6-1 en el segundo parcial en poco más de treinta minutos.
Al poco de empezar la tercera manga (1-1) se tuvo que interrumpir debido a la lluvia por algo más de treinta minutos. Este parón no detuvo al serbio, ahora sí muy concentrado y metido en el partido.
Dolgopolov no se amedrentó y esto posibilitó ver los mejores momentos de tenis. Cada jugador mantuvo su servicio hasta el 4-4, en el que el ucraniano con su saque quiso hacer honor a los que le critican por su irregularidad. Encadenó varios errores que aprovechó el número uno para situarse a un juego de la victoria.
Djokovic ganó su saque y por tanto el partido. Se agachó y miró primero al suelo y luego ya con lágrimas su mirada se dirigió al cielo en recuerdo a su abuelo.
Por otra parte, el francés Giles Simon se impuso al también serbio Janko Tipsarevic por 6-0, 4-6 y 6-1, en un partido en el que el francés, que jugará los cuartos ante su compatriota Jo-Wilfried Tsonga, fue superior a pesar de los continuos cambios en el dominio del partido.
El primer set fue claro para Simon, sobretodo porque jugó mejor los puntos decisivos. Rompió tres veces el saque del rival y salvo siete pelotas para no perder el suyo.
La segunda manga fue mas igualada. Un break a favor del serbio permitió que se llevara el set (6-4) e igualase el partido, lo que hacía prometer un final muy disputado.
Pero, de nuevo, Simon tomó el mando del encuentro, aprovechó sus dos ocasiones para hacerse con el saque del rival y evitó las dos de que dispuso Tipsarevic, para imponerse por 6-1.