'Dame vida aunque sea vida flameante', suplica Chávez a Dios
Caracas, AP
En el marco de las festividades de la Semana Santa, el convaleciente Hugo Chávez, presidente de Venezuela, suplicó a Dios que le dé vida para terminar su obra de gobierno.
'Dame vida aunque sea vida flameante, vida dolorosa, no me importa, dame tu corona Cristo, dámela, que yo sangro. Dame tu cruz, 100 cruces, que yo la llevo, pero dame vida porque todavía me quedan cosas por hacer por este pueblo', dijo un conmovido Chávez al culminar una misa de acción de gracias por su salud que se hizo en su estado natal de Barinas.
El mandatario, de 57 años, arribó cerca de la medianoche de este miércoles a la ciudad suroccidental de Barinas, estado Barinas, tras culminar en la capital cubana un segundo ciclo de radioterapia.
'No ha sido fácil lo que me ha tocado', dijo Chávez en un discurso que ofreció al final de la homilía que transmitió la televisora estatal.
El acongojado gobernante, que vestía un atuendo deportivo y exhibía en el cuello un rosario, admitió que estuvo a punto de romper en llanto, en medio del acto litúrgico, luego de recibir unas caricias de su padre y su madre, quienes lo acompañaron en la misa junto a otros familiares y allegados.
'No pude evitar unas lagrimas cuando sentí la mano amorosa de mi madre y al mismo tiempo la mano de mi padre. ¡Dios, hace cuantos años no sentía yo estas dos manos al mismo tiempo!', agregó.
En el marco de las festividades de la Semana Santa, el convaleciente Hugo Chávez, presidente de Venezuela, suplicó a Dios que le dé vida para terminar su obra de gobierno.
'Dame vida aunque sea vida flameante, vida dolorosa, no me importa, dame tu corona Cristo, dámela, que yo sangro. Dame tu cruz, 100 cruces, que yo la llevo, pero dame vida porque todavía me quedan cosas por hacer por este pueblo', dijo un conmovido Chávez al culminar una misa de acción de gracias por su salud que se hizo en su estado natal de Barinas.
El mandatario, de 57 años, arribó cerca de la medianoche de este miércoles a la ciudad suroccidental de Barinas, estado Barinas, tras culminar en la capital cubana un segundo ciclo de radioterapia.
'No ha sido fácil lo que me ha tocado', dijo Chávez en un discurso que ofreció al final de la homilía que transmitió la televisora estatal.
El acongojado gobernante, que vestía un atuendo deportivo y exhibía en el cuello un rosario, admitió que estuvo a punto de romper en llanto, en medio del acto litúrgico, luego de recibir unas caricias de su padre y su madre, quienes lo acompañaron en la misa junto a otros familiares y allegados.
'No pude evitar unas lagrimas cuando sentí la mano amorosa de mi madre y al mismo tiempo la mano de mi padre. ¡Dios, hace cuantos años no sentía yo estas dos manos al mismo tiempo!', agregó.