Cuando los invencibles también fallan
Un día antes, a Lionel Messi, de Barcelona, le pasó algo similar: fue decisivo en el gol de Andrés Iniesta que le dio esperanza al conjunto catalán, pero luego marró un penalti. Chelsea jugará la final en Múnich.
La situación del portugués y el argentino -dos de los mejores jugadores del mundo- recuerda los casos de otros futbolistas de alto nivel que fallaron desde los doce pasos en instancias definitivas.
Andriy Shevchenko en 2005
En la final de la Liga de Campeones de 2005, que se celebró en el estadio Atatürk de Estambul, Liverpool y AC Milan tuvieron que definir el campeón en la tanda de penaltis. En el tiempo regular, los dos equipos habían terminado empatados a tres goles tras una impresionante remontada del conjunto inglés.
Al jugador ucraniano Andriy Shevchenko, ganador del Balón de Oro en 2004, le correspondió disparar el quinto penalti de su equipo. Debía convertir si no quería perder el campeonato.
Shevchenko era, en opinión de muchos, una apuesta segura para Milan. No sólo es conocido por su efectividad con el balón parado, sino que había jugado un papel clave en la final de 2003 del mismo torneo, cuando anotó el penalti definitivo que le dio a su equipo el título frente a Juventus de Turín.
Pero Shevchenko falló ante el portero polaco de Liverpool, Jerzy Dudek, y el conjunto inglés logró su quinto título en la máxima competición europea.
Zico, Sócrates y Platini en 1986
Pocas veces ocurre que tres de los mejores jugadores del momento fallan desde los doce pasos. Pero precisamente eso ocurrió en el Mundial de 1986, que se disputó en México.
El 21 de junio de ese año, Brasil y Francia se enfrentaron en los cuartos de final, en el estadio Jalisco, de Guadalajara. Gracias a las anotaciones de Careca y Michel Platini, el partido iba 1-1 cuando el árbitro rumano Ioan Igna sancionó un penalti para los sudamericanos en el minuto 74.
Zico, que había entrado tres minutos antes al campo de juego, se paró frente a la pelota. Pero el número 10 falló ante el portero francés, Joel Bats.
Sorprendentemente, no sería el único penalti fallado. Como el partido no se dirimió en el tiempo regular, Francia y Brasil tuvieron que definir el ganador en la serie de penaltis.
Sócrates -quien fue el capitán de la selección en 1982- no pudo convertir el primero. Y Platini, quien había liderado a Francia para ganar la Copa Europea en 1984, no pudo marcar el cuarto de su equipo.
Pero para fortuna de Platini -y para desdicha de Brasil- Luis Fernández le daría el triunfo a Francia.
Martín Palermo en 1999
Si el Mundial de 1986 se destacó porque tres figuras marraron sus penaltis en un mismo partido, la Copa América de 1999, celebrada en Paraguay, será recordada por lo contrario: que un solo jugador falló tres penales.
El deshonroso récord corresponde al argentino Martín Palermo, una de las figuras históricas de Boca Juniors, en un partido de su selección contra Colombia.
El delantero, que había anotado dos goles en el debut de su equipo ante Ecuador, tuvo en la ciudad de Luque tres oportunidades para darle un gol a la selección de Argentina. Y falló las tres.
Para colmo de males, Argentina perdió 3-0 con Colombia.
Roberto Baggio en 1994
El mundial de 1994 en Estados Unidos será recordado porque, por primera vez en la historia de la Copa del Mundo, el campeón tuvo que definirse desde los doce pasos.
Y también será recordado por una imagen: la de Roberto Baggio -Balón de Oro en 1993- tras desperdiciar el tiro definitivo (aunque el capitán, Franco Baresi, también falló el suyo).
Baggio había sido clave hasta la final.
En los octavos de final anotó los dos goles para vencer a Nigeria, en los cuartos de final marcó uno contra España y en la semifinal convirtió los dos goles que le dieron el triunfo sobre la sorpresiva selección de Bulgaria.
Pero no tuvo suerte en la final. Baggio mandó el balón lejos y Brasil logró su cuarto mundial.
David Beckham en 2004
David Beckham es considerado uno de los futbolistas que mejor le pega al balón cuando está detenido.
Pero en el estadio da Luz, en Lisboa, durante la Eurocopa de 2004, no tuvo una buena noche.
Inglaterra jugaba contra el país sede, por un cupo en la semifinal del torneo. Y con un gol de Michael Owen, comenzó con el pie derecho.
Sin embargo, el partido terminó empatado a dos goles y debió definirse en los penaltis.
Beckham -además de Darius Vassell- fallaron en la instancia definitiva y Portugal siguió adelante.