Brasil: Presos mantienen 131 rehenes en cárcel
Brasil, AFP
Más de 400 detenidos amotinados en una prisión del noreste de Brasil mantenían este lunes, después de 19 horas, a 131 rehenes, de los cuales 128 familiares (incluídos mujeres y niños) y tres guardias, informó la policía a la prensa local.
Los presos de la cárcel Advogado Jacinto Filho de Aracaju, capital del estado de Sergipe, están armados con cuchillos y tres carabinas robadas de la sala de armas.
El lunes, los amotinados aparecieron nuevamente en el techo de la cárcel mientras las familias que se congregaban fuera del recinto les pedían que pusieran fin a la rebelión, informó el sitio noticioso G1 de Globo. Unos 150 policías cercaban la cárcel por fuera.
El capitán Marcos Carvalho, de la policía militar de Sergipe y negociador de la crisis, informó que las negociaciones no progresaron porque las exigencias de los presos no fueron aceptadas.
Los amotinados declararon al negociador que el motivo de la rebelión fueron los malos tratos a los que eran sometidos por los guardias y dijeron que entregarán una lista de los agresores al fiscal Luiz Claudio Almeida dos Santos. Agregaron que también reclaman una mejor alimentación.
El motín comenzó en la mañana del domingo durante la hora de visitas, y en la tarde los prisioneros quemaron colchones. Hacia las 19H30 locales (22H30 GMT) subieron al techo del establecimiento, y desde allí hacían señas a otros familiares concentrados frente a la prisión, según el sitio G1.
La luz de la cárcel se cortó hacia las 20H30 locales (23H30 GMT), mientras que las negociaciones continuaban, indicó la policía.
En Brasil, como en todo América Latina, el sistema carcelario sufre una crisis de superpoblación. Las bandas criminales prosperan al imponer sus leyes en penales deteriorados e insalubres por falta de inversión, y cuyas administraciones están contaminadas por la corrupción.
Más de 400 detenidos amotinados en una prisión del noreste de Brasil mantenían este lunes, después de 19 horas, a 131 rehenes, de los cuales 128 familiares (incluídos mujeres y niños) y tres guardias, informó la policía a la prensa local.
Los presos de la cárcel Advogado Jacinto Filho de Aracaju, capital del estado de Sergipe, están armados con cuchillos y tres carabinas robadas de la sala de armas.
El lunes, los amotinados aparecieron nuevamente en el techo de la cárcel mientras las familias que se congregaban fuera del recinto les pedían que pusieran fin a la rebelión, informó el sitio noticioso G1 de Globo. Unos 150 policías cercaban la cárcel por fuera.
El capitán Marcos Carvalho, de la policía militar de Sergipe y negociador de la crisis, informó que las negociaciones no progresaron porque las exigencias de los presos no fueron aceptadas.
Los amotinados declararon al negociador que el motivo de la rebelión fueron los malos tratos a los que eran sometidos por los guardias y dijeron que entregarán una lista de los agresores al fiscal Luiz Claudio Almeida dos Santos. Agregaron que también reclaman una mejor alimentación.
El motín comenzó en la mañana del domingo durante la hora de visitas, y en la tarde los prisioneros quemaron colchones. Hacia las 19H30 locales (22H30 GMT) subieron al techo del establecimiento, y desde allí hacían señas a otros familiares concentrados frente a la prisión, según el sitio G1.
La luz de la cárcel se cortó hacia las 20H30 locales (23H30 GMT), mientras que las negociaciones continuaban, indicó la policía.
En Brasil, como en todo América Latina, el sistema carcelario sufre una crisis de superpoblación. Las bandas criminales prosperan al imponer sus leyes en penales deteriorados e insalubres por falta de inversión, y cuyas administraciones están contaminadas por la corrupción.