Bolivia descalifica idea de legalizar drogas y advierte de fracaso de guerra antinarcóticos
Bolivia descalificó la idea de legalizar las drogas y también la guerra antinarcóticos planteada desde 1971 por Estados Unidos, dijo su presidente Evo Morales en el marco de la VI Cumbre de las Américas, que el domingo cerraba en la ciudad de Cartagena de Indias sin consensos.
"No somos defensores de la cocaína ni compartimos con la legalización de las drogas aunque la llamada guerra a las drogas ha fracasado", afirmó el mandatario en rueda de prensa la víspera.
La legalización de las drogas, rechazada de plano por EEUU, ha sido una de las principales preocupaciones de los jefes de Estado y de Gobierno de 33 países del área reunidos en esta ciudad caribeña del noroccidente de Colombia.
Morales volvió a plantear la necesidad imperiosa de reducir la demanda en los mercados de consumo de droga, en especial en Estados Unidos.
El mandatario boliviano estimó de crucial que los esfuerzos antinarcóticos de los países productores sean acompañados de políticas certeras para reducir tensionalmente la demanda.
Los países donde hay plantaciones de coca como Bolivia, Perú y Colombia hacemos los esfuerzos por reducir los cultivos excedentarios de la hoja de coca sin muchos resultados porque mientras haya mercado de la cocaína es difícil de erradicar" al narcotráfico.
Bolivia, que en los últimos 5 años erradicó más de 35.000 hectáreas de coca, base para la fabricación de cocaína, es el tercer productor mundial del arbusto andino, de tras de Colombia y Perú.
En esa línea se movió el discurso inaugural de la cumbre pronunciado el sábado por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
El mandatario anfitrión de la Cumbre de Cartagena de Indias advirtió al hemisferio de una inatajable organización de las mafias de narcotraficantes y de las consecuencias del negocio ilegal en las economías y sociedades de la región.
Cuba, excluida de la OEA hace 50 años, nunca ha asistido a las cumbres.
Efectivamente, la tradicional foto de mandatarios de este año -tomada en horas de la mañana del domingo en Cartagena- es la que menos presidentes incluye en toda la historia de estas cumbres.
La ausencia del presidente de Ecuador, Rafael Correa, era de esperarse, pues el mandatario ya había anunciado que no asistiría al encuentro en protesta por la ausencia de Cuba.
Pero también faltaron a la foto el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien canceló a última hora aduciendo motivos de salud, así como el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, quien decidió quedarse en Managua para asistir a un acto de solidaridad con La Habana.
Tampoco estaban el presidente de Haití, Michel Martelly, quien también faltó a la cumbre por motivos de salud, y su similar de Perú, Ollanta Humala, quien se fue de Cartagena el sábado por la noche para atender otros asuntos en su país.
El récord de Cartagena, sin embargo, podría ser rápidamente superado en la próxima Cumbre de las Américas, prevista a realizarse en 2015 en Panamá.
El presidente boliviano Evo Morales advirtió que los países miembros de la Alternativa Bolivariana de las Américas, ALBA, no participarían en futuras ediciones mientras Cuba no sea invitada.
Y una postura similar también fue anunciada por Argentina y Brasil.
Diferencias
Obviamente, mucho puede pasar dentro de los próximos tres años.
Y el anfitrión de la cumbre, Juan Manuel Santos, dijo creer que la honestidad con la que se habían abordado temas difíciles, como Cuba o las Falklands/Malvinas, eventualmente terminaría siendo positiva para la relación entre los países del hemisferio.
"Demostramos que en esta cumbre no hay temas vedados… En el fondo eso refuerza la integración", dijo Santos.
"En medio de las diferencias, divisiones y discusiones estamos cada vez más convencidos de la necesidad de diálogo y diálogo entre iguales", agregó.
Por lo pronto, sin embargo, el encuentro de Cartagena parece haber servido sobre todo para poner en evidencia la brecha cada vez mayor que separa a EE.UU. de América Latina en varios temas críticos.
Y también demostró que la región cada vez está menos dispuesta a quedarse callada para contentar a Washington.
La geografía, sin embargo, seguirá jugando un papel importante.
Entre los acuerdos logrados, se destaca la decisión de crear un sistema interamericano para hacer frente al crimen organizado.
Y la importancia del mercado estadounidense para los productos latinoamericanos no puede desestimarse.
El crecimiento económico de la región, por su parte, también ha hecho de América Latina un destino cada vez más atractivo para los productos norteamericanos.
Así las cosas, tal vez la gran herencia de Cartagena será la realización de la primera Cumbre Empresarial de las Américas, en la que participaron ejecutivos de más de 600 empresas entre las más importantes del hemisferio.
Después de todo, en esa cumbre -en la que también participaron varios presidentes- los consensos resultaron mucho más fáciles.
Y los acuerdos sellados entre los empresarios seguramente se materializarán antes que lo acordado entre los mandatarios.