Tres explosiones y varios tiros en la casa del asesino confeso de Toulouse

La policía cerca desde hace casi 24 horas la casa de Mohamed Merah, de 24 años, afín a Al Qaeda

París, El País

Tres violentas explosiones han sacudido poco antes de medianoche el edificio de Toulouse donde se halla Mohamed Merah, autor confeso de las muertes de siete personas en esta ciudad y la vecina Montauban (suroeste del país), lo que podría indicar un asalto inminente de la policía. Casi dos horas después, cerca de las dos de la madrugada (siempre hora local) se han escuchado en la zona varios disparos.

A las tres de la madrugada, el asalto de la vivienda de Merah no había comenzado. Según fuentes del Ministerio del Interior, la estrategia elegida ha sido “la del menor riesgo”. “No queremos un hombre muerto”, señalaron al diario Le Monde.

El edificio donde reside Merah había sido sitiado por la RAID, una unidad de élite de las fuerzas de seguridad francesas, a las 3 de la madrugada, pero la señal de que el desenlace era cuestión de horas se produjo en torno a las diez de la noche, cuando fue apagado el alumbrado público en torno a la vivienda. Tras las detonaciones no se ha producido ningún intercambio de disparos entre las fuerzas de seguridad y Merah. Poco después de escucharse las detonaciones, fuentes del Ministerio del Interior han asegurado que las bombas tenían como objetivo "intimidar" al joven. La primera de ellas reventó la puerta de acceso a la vivienda, según la agencia France Presse.

Según aseguró en la mañana de hoy Nicolas Sarkozy, Mohamed Merah, de 24 años, "se disponía a matar" esta misma mañana. La fiscalía ha asegurado que los objetivos eran un militar y dos policías. El presidente, durante el funeral, ha afirmado: "Esta no es la muerte para la que [los soldados asesinados] estaban preparados, no es una muerte en el campo de batalla, es una ejecución terrorista".

El ministro del Interior, Claude Guéant, ha afirmado que están "seguros" de que el acorralado es el responsable de las tres acciones violentas cometidas el 11, el 15 y el 19 de marzo. También ha afirmado que el presunto asesino ha hablado con los agentes de policía "durante horas esta madrugada" y ha afirmado ser miembro de un grupo islamista llamado Forsane Alizza, cercano a Al Qaeda, y recientemente disuelto por el Ministerio del Interior francés. Merah, que viajó también a Pakistán en 2010 y 2011, estaba fichado por los servicios antiterroristas franceses desde hace años, según ha informado el ministro del Interior.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha realizado una breve comparecencia pública en la que ha apelado a la unidad. "El terrorismo no logrará quebrantar Francia", ha dicho, y ha añadido después: "Francia ha de estar unida, debemos hacer eso en recuerdo de las víctimas asesinadas".

Según Guéant, el sospechoso es natural de Toulouse, de madre argelina, y "tenía lazos con grupos salafistas y yihadistas". Tanto el ministro como el fiscal general de la República, François Molins, han seguido en directo a pie de calle el operativo policial y, según el Elíseo, han informado puntualmente al presidente de la República, Nicolas Sarkozy, que se encuentra ahora cerca de la zona del cerco. La policía ha detenido a varios miembros de la familia del sospechoso, entre ellos sus dos hermanos. En el coche de uno de ellos, ha sido descubierto material explosivo. Ahora busca un Renault Clío que probablemente contenga armas y explosivos.

El fiscal Molins ha asegurado en París esta tarde que después de investigar siete millones de datos telefónicos, 700 conexiones de Internet y las respuestas al anuncio de venta de una moto, identificaron el barrio donde se encontraba el sospechoso desde el 17 de marzo. La alarma saltó al detectarse el nombre de una mujer madre de dos sospechosos conocidos por los servicios de seguridad, Adbelkader Merah, quien ha introducido yihadistas en Irak y su hermano Mohamed, condenado en 15 ocasiones por el tribunal de menores de Toulouse y a quien los servicios antiterroristas franceses asignan un "perfil de autorradicalización salafista atípico". Al menos en dos ocasiones viajó a Afganistán. La segunda vez tuvo que regresar enfermo.

Desde el martes todas las pistas conducían ya directamente a Mohamed. La policía identificó al joven franco-argelino a través de la dirección IP del ordenador (un número de identificación específico de cada computadora) de su hermano. Con ese ordenador contactó, para la compra de una moto, con el primero de los militares asesinados.

Al intentar detener a Mohamed esta mañana, dos policías resultaron alcanzados por disparos de bala efectuados con un subfusil AK-47 kalashnikov. Uno de los policías sufre heridas en las rodillas mientras el otro resultó ileso al ser alcanzado en el chaleco antibalas.

Entre los elementos clave de la investigación, el diario francés Le Figaro destaca la scooter utilizada en las agresiones. Los investigadores lograron localizar un concesionario Yamaha en el que el sospechoso había preguntado a un empleado cómo desconectar el tracker, un dispositivo electrónico instalado para localizar el vehículo en caso de robo.

El presunto asesino, según el ministro, ha explicado que atacó el colegio judío, donde mató a tres niños y a un profesor de religión, "en venganza por los niños palestinos, el despliegue militar francés en Afganistán y la prohibición del burka en Francia". "Asegura ser un muyahidin y pertenecer a Al Qaeda", ha añadido el titular de Interior. Para la fiscalía francesa el sospechoso no tiene el perfil de alguien que opte por el suicidio en una situación sin salida.

Sobre los ataques a los militares franceses de origen magrebí y antillano, el sospechoso ha afirmado, según Guéant, que "no se fijó en el origen étnico sino que simplemente quería atacar al Ejército francés" por la intervención militar en Afganistán. Los Regimientos 11º y 17º de paracaidistas, a los que pertenecían las tres víctimas uniformadas, han participado en la guerra en el país asiático.

"Ha dicho... que se entregará esta tarde", ha declarado además el ministro al canal de televisión BFM y ha añadido que las autoridades están empeñadas en atrapar vivo al sospechoso para que pueda ser juzgado por un tribunal. Los cuerpos de seguridad llevan horas negociando para que el sospechoso se entregue. Los agentes solicitaron la ayuda de la madre, que no ha querido colaborar argumentando que no tiene influencia sobre su hijo.

Un vecino que vive enfrente de la casa cercada, Adao Barboza, ha declarado que su hija, de 14 años, llevaba unos días sospechando del joven. "Había visto la moto blanca hace días enfrente de casa. Me decía: 'Papá, tiene que ser él porque tiene una cicatriz en la cara'. Ayer me dijo que llamáramos a la policía pero no me atreví porque creía que podía estar equivocada".

El hombre se ha hecho fuerte en una pequeña casa del barrio residencial de Cote Pavée, al norte de Toulouse. Durante la noche se han producido varios tiroteos en los que han resultado heridos leves tres agentes del RAID. Poco después de las 5.30 una reportera de BFMTV informó de que en el lugar se han escuchado tres largas ráfagas de disparos. En torno a la casa cercada, hay coches de bomberos, ambulancias y un fuerte despliegue policial, así como decenas de periodistas de todo el mundo. Además, las autoridades han decidido cortar el suministro de gas en el barrio.

El lugar rodeado por las fuerzas especiales de la policía se encuentra solo a tres kilómetros del colegio judío donde el lunes un pistolero asesinó a tres niños de 4, 5 y 7 años y al rabino de la escuela, de 30 años.

Hasta 200 agentes especializados han sido desplegados en la región del Alto Garona para dar caza al sospechoso, que utilizó en los tres ataques la misma pistola, un Colt 45, y que, en cada uno de los casos, huyó en una moto de gran cilindrada de marca Yamaha. Descrito por el fiscal François Molins como un individuo "muy decidido, con mucha sangre fría y objetivos extremadamente definidos", el hombre mató a todas sus víctimas con disparos a bocajarro en la cabeza.

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