Papa logra “primer milagro”
Cuba, AFP
Martha Pérez se marchó hace 50 años de Cuba a Estados Unidos y no regresó hasta este lunes, en que rezó largamente ante la Virgen de la Caridad del Cobre, en su santuario, lo que calificó como el “primer milagro” de la visita del papa Benedicto XVI a la isla.
“Salí de la isla cuando era una joven y tengo 76 años. Esto es lo más grande, estar aquí ante la Patrona de Cuba y con el Papa”, declaró Pérez a la AFP en el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba, 900 km al sureste de La Habana.
“Estoy muy emocionada, contenta, de estar en Cuba, éste sería el primer milagro de la visita de Su Santidad”, añadió.
Pérez y otros cientos de peregrinos procedentes de Miami, bastión del anticastrismo, llegaron en vuelos fletados a la isla y visitaron el Santuario de la Virgen, a 20 km de Santiago de Cuba, antes de acudir a una misa que oficiará el Papa en esta ciudad.
“Me preguntaba si reconocería estos lugares después de tanto tiempo, pero eso es algo que se lleva en el corazón”, dijo Pérez, una ferviente católica que, como el resto de los peregrinos, se hincó ante la urna de cristal que protege la imagen de la Virgen.
Otra cubana emigrada, que declinó revelar su nombre, consideró como “un hecho extraordinario” el viaje de los peregrinos de Miami. Es “un buen augurio”, apuntó sonriente.
Con visa religiosa
Los peregrinos llegaron la mañana de este lunes al aeropuerto de Santiago de Cuba, con una visa religiosa, en un vuelo organizado por la Arquidiócesis de Miami, y se trasladaron rápidamente al templo, donde oraron junto con fieles cubanos y sacerdotes extranjeros.
La mayoría de los peregrinos de Miami rechazó hablar con los periodistas.
El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, quien encabeza el grupo de peregrinos, explicó a la prensa que otros vuelos con fieles llegarán el martes y el miércoles para participar en la misa que oficiará el Papa en la Plaza de la Revolución, en La Habana.
Wenski coincidió con Pérez al señalar que el viaje de los cubanoamericanos “es el primer milagro de la visita de Benedicto XVI”, que “dará muchos frutos”, al igual que la cumplida en 1998 por su antecesor Juan Pablo II, que marcó el deshielo en las relaciones entre la iglesia Católica y el gobierno comunista.
“Tenemos que tratar de lograr que haya espacios para todos, que (...) como dijo Juan Pablo II, Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”, dijo Wenski, apostando por una mayor participación de su “rebaño” en la vida social de la isla.
En 1998, Wenski fracasó al intentar un viaje de peregrinos de Miami durante la visita del Papa polaco, pero ahora no enfrentó obstáculos, pues el presidente Raúl Castro dialoga en forma permanente con la iglesia desde mayo de 2010.
Acercamientos discretos
Raúl Castro, que sustituyó en el mando en 2006 a su hermano enfermo Fidel, también está propiciando un discreto acercamiento con los emigrados cubanos en Estados Unidos y otros países, que busca calmar tensiones de medio siglo y aceptar con realismo unos lazos que la distancia y las ideologías no han logrado romper.
Cuba, con 11.2 millones de habitantes, tiene unos dos millones de emigrados, el 80 por ciento en Estados Unidos, su contrincante político, lo que ideologizó el tema migratorio tras la llegada al poder de Fidel Castro en 1959.
Desde los años 60 quienes se marchaban de Cuba perdían el derecho al retorno y sus propiedades en la isla, algo que ahora no sucede.
Isabel Perri, de 82 años y quien nació en Tampa, Florida, EU, visita la tierra de sus padres por primera vez en 40 años, pues estuvo otras dos veces en la isla.
“Estar en Cuba, y especialmente en este Santuario me pone muy contenta. Solo espero que éste sea el primero de muchos otros viajes”, dijo emocionada a la AFP, mientras se apresuraba para llegar al altar de la Virgen.
Martha Pérez se marchó hace 50 años de Cuba a Estados Unidos y no regresó hasta este lunes, en que rezó largamente ante la Virgen de la Caridad del Cobre, en su santuario, lo que calificó como el “primer milagro” de la visita del papa Benedicto XVI a la isla.
“Salí de la isla cuando era una joven y tengo 76 años. Esto es lo más grande, estar aquí ante la Patrona de Cuba y con el Papa”, declaró Pérez a la AFP en el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba, 900 km al sureste de La Habana.
“Estoy muy emocionada, contenta, de estar en Cuba, éste sería el primer milagro de la visita de Su Santidad”, añadió.
Pérez y otros cientos de peregrinos procedentes de Miami, bastión del anticastrismo, llegaron en vuelos fletados a la isla y visitaron el Santuario de la Virgen, a 20 km de Santiago de Cuba, antes de acudir a una misa que oficiará el Papa en esta ciudad.
“Me preguntaba si reconocería estos lugares después de tanto tiempo, pero eso es algo que se lleva en el corazón”, dijo Pérez, una ferviente católica que, como el resto de los peregrinos, se hincó ante la urna de cristal que protege la imagen de la Virgen.
Otra cubana emigrada, que declinó revelar su nombre, consideró como “un hecho extraordinario” el viaje de los peregrinos de Miami. Es “un buen augurio”, apuntó sonriente.
Con visa religiosa
Los peregrinos llegaron la mañana de este lunes al aeropuerto de Santiago de Cuba, con una visa religiosa, en un vuelo organizado por la Arquidiócesis de Miami, y se trasladaron rápidamente al templo, donde oraron junto con fieles cubanos y sacerdotes extranjeros.
La mayoría de los peregrinos de Miami rechazó hablar con los periodistas.
El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, quien encabeza el grupo de peregrinos, explicó a la prensa que otros vuelos con fieles llegarán el martes y el miércoles para participar en la misa que oficiará el Papa en la Plaza de la Revolución, en La Habana.
Wenski coincidió con Pérez al señalar que el viaje de los cubanoamericanos “es el primer milagro de la visita de Benedicto XVI”, que “dará muchos frutos”, al igual que la cumplida en 1998 por su antecesor Juan Pablo II, que marcó el deshielo en las relaciones entre la iglesia Católica y el gobierno comunista.
“Tenemos que tratar de lograr que haya espacios para todos, que (...) como dijo Juan Pablo II, Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”, dijo Wenski, apostando por una mayor participación de su “rebaño” en la vida social de la isla.
En 1998, Wenski fracasó al intentar un viaje de peregrinos de Miami durante la visita del Papa polaco, pero ahora no enfrentó obstáculos, pues el presidente Raúl Castro dialoga en forma permanente con la iglesia desde mayo de 2010.
Acercamientos discretos
Raúl Castro, que sustituyó en el mando en 2006 a su hermano enfermo Fidel, también está propiciando un discreto acercamiento con los emigrados cubanos en Estados Unidos y otros países, que busca calmar tensiones de medio siglo y aceptar con realismo unos lazos que la distancia y las ideologías no han logrado romper.
Cuba, con 11.2 millones de habitantes, tiene unos dos millones de emigrados, el 80 por ciento en Estados Unidos, su contrincante político, lo que ideologizó el tema migratorio tras la llegada al poder de Fidel Castro en 1959.
Desde los años 60 quienes se marchaban de Cuba perdían el derecho al retorno y sus propiedades en la isla, algo que ahora no sucede.
Isabel Perri, de 82 años y quien nació en Tampa, Florida, EU, visita la tierra de sus padres por primera vez en 40 años, pues estuvo otras dos veces en la isla.
“Estar en Cuba, y especialmente en este Santuario me pone muy contenta. Solo espero que éste sea el primero de muchos otros viajes”, dijo emocionada a la AFP, mientras se apresuraba para llegar al altar de la Virgen.