Londres recorta el IRPF a los más ricos y congela la desgravación de las pensiones
El Ejecutivo de Reino Unido presenta unas cuentas fiscalmente neutra pero llena de carga ideológica
Londres, El País
La coalición de conservadores y liberales-demócratas que Gobierna Reino Unido ha presentado hoy en los Comunes una propuesta de presupuestos parea el año fiscal 2012-13 fiscalmente neutra pero llena de carga ideológica. El proyecto de cuentas está marcado por la decisión del canciller del Exchequer y ministro del Tesoro, George Osborne, de reducir del actual 50% al 45% el actual tipo máximo del IRPF desde el próximo ejercicio y una inesperada congelación de las desgravaciones de las fiscales de las pensiones.
Aunque Osborne ha insistido en que esa rebaja se debe a que el tipo del 50% ha sido un fracaso porque ha agudizado la ingeniería financiera para evitar su pago y en que quedará compensada por otros aumentos fiscales. Sin embargo, el hecho de bajar los impuestos a los más ricos cuando de la clase media para abajo los cinturones siguen apretados, ha desencadenado una inmediata tormenta política.
Porque el trasfondo del presupuesto no es reducir los impuestos para fomentar el consumo. Las rebajas del IRPF afectan solo a los más ricos o a los casi más pobres, al aumentarse significativamente hasta las 9.200 libras (11.000 euros) el mínimo exento del IRPF. Pero no a las clases medias, para las que se mantienen los recortes de ayudas sociales aprobados meses atrás con vistas a devolver la sostenabilidad fiscal a sus cuentas públicas y para los que no hay ventajas fiscales a la vista. Quizá porque las elecciones generales aún quedan bastante lejos: la primavera de 2015.
Osborne ha asegurado que el recorte del IRPF se verá compensado por otras medidas fiscales, como un tope a las desgravaciones o la imposición de una tasa del 7% a la compra de viviendas con un valor superior a dos millones de libras (del 15% si las viviendas son adquiridas a través de compañías, uno de los sistemas utilizados para evitar o reducir el pago de impuestos). Pero algunas analistas han advertido que esa tasa puede provocar un parón en esa franja del sector inmobiliario y se queda corta frente a la alternativa de un impuesto a las grandes fortunas inmobiliarias.
Pero, aunque menos llamativa que la reducción del tipo máximo del IRPF, quizá la medida potencialmente más arriesgada es la congelación de las desgravaciones fiscales de las pensiones, que va a suponer una pérdida real de poder adquisitivo para los pensionistas y no había sido adelantada por la prensa a lo largo de estos días.
Otras medidas fiscales han sido mejor acogidas, como la reducción del Impuesto de Sociedades del actual 26% al 24% este año y el 22% en 2014. También, se mantiene el previsto aumento de dos puntos por encima de la inflación de la tasa sobre al alcohol y llama la atención que la tasa sobre el tabaco se incrementará un 5% por encima de la inflación, lo que significa que el precio de la pinta de cerveza subirá en 37 peniques (44 céntimos) desde las seis de la tarde de hoy. El Tesoro ha creado una nueva tasa del 20% para las máquinas tragaperras.
Por lo demás, el presupuesto da la impresión de dar prácticamente por cerrada la crisis económica. No hay medidas de incentivación de la economía (más allá de una serie de inversiones de infraestructura de transportes en el norte de Inglaterra) y las grandes cifras macroeconómicas invitan a un cauto optimismo: la previsión de crecimiento para 2012 es plana (0,8%) pero una décima mejor de lo previsto en otoño, la inflación se está moderando con rapidez, el desempleo llegará a su techo este año con una tasa del 8,7% que caerá al 6,3% en 2016-17 y el endeudamiento será este año de 126.000 millones de libras (151.000 millones de euros), marcando también el techo de la crisis de estos años para caer a 120.000 millones en 2012-13 y 98.000 en 2013-14.
Londres, El País
La coalición de conservadores y liberales-demócratas que Gobierna Reino Unido ha presentado hoy en los Comunes una propuesta de presupuestos parea el año fiscal 2012-13 fiscalmente neutra pero llena de carga ideológica. El proyecto de cuentas está marcado por la decisión del canciller del Exchequer y ministro del Tesoro, George Osborne, de reducir del actual 50% al 45% el actual tipo máximo del IRPF desde el próximo ejercicio y una inesperada congelación de las desgravaciones de las fiscales de las pensiones.
Aunque Osborne ha insistido en que esa rebaja se debe a que el tipo del 50% ha sido un fracaso porque ha agudizado la ingeniería financiera para evitar su pago y en que quedará compensada por otros aumentos fiscales. Sin embargo, el hecho de bajar los impuestos a los más ricos cuando de la clase media para abajo los cinturones siguen apretados, ha desencadenado una inmediata tormenta política.
Porque el trasfondo del presupuesto no es reducir los impuestos para fomentar el consumo. Las rebajas del IRPF afectan solo a los más ricos o a los casi más pobres, al aumentarse significativamente hasta las 9.200 libras (11.000 euros) el mínimo exento del IRPF. Pero no a las clases medias, para las que se mantienen los recortes de ayudas sociales aprobados meses atrás con vistas a devolver la sostenabilidad fiscal a sus cuentas públicas y para los que no hay ventajas fiscales a la vista. Quizá porque las elecciones generales aún quedan bastante lejos: la primavera de 2015.
Osborne ha asegurado que el recorte del IRPF se verá compensado por otras medidas fiscales, como un tope a las desgravaciones o la imposición de una tasa del 7% a la compra de viviendas con un valor superior a dos millones de libras (del 15% si las viviendas son adquiridas a través de compañías, uno de los sistemas utilizados para evitar o reducir el pago de impuestos). Pero algunas analistas han advertido que esa tasa puede provocar un parón en esa franja del sector inmobiliario y se queda corta frente a la alternativa de un impuesto a las grandes fortunas inmobiliarias.
Pero, aunque menos llamativa que la reducción del tipo máximo del IRPF, quizá la medida potencialmente más arriesgada es la congelación de las desgravaciones fiscales de las pensiones, que va a suponer una pérdida real de poder adquisitivo para los pensionistas y no había sido adelantada por la prensa a lo largo de estos días.
Otras medidas fiscales han sido mejor acogidas, como la reducción del Impuesto de Sociedades del actual 26% al 24% este año y el 22% en 2014. También, se mantiene el previsto aumento de dos puntos por encima de la inflación de la tasa sobre al alcohol y llama la atención que la tasa sobre el tabaco se incrementará un 5% por encima de la inflación, lo que significa que el precio de la pinta de cerveza subirá en 37 peniques (44 céntimos) desde las seis de la tarde de hoy. El Tesoro ha creado una nueva tasa del 20% para las máquinas tragaperras.
Por lo demás, el presupuesto da la impresión de dar prácticamente por cerrada la crisis económica. No hay medidas de incentivación de la economía (más allá de una serie de inversiones de infraestructura de transportes en el norte de Inglaterra) y las grandes cifras macroeconómicas invitan a un cauto optimismo: la previsión de crecimiento para 2012 es plana (0,8%) pero una décima mejor de lo previsto en otoño, la inflación se está moderando con rapidez, el desempleo llegará a su techo este año con una tasa del 8,7% que caerá al 6,3% en 2016-17 y el endeudamiento será este año de 126.000 millones de libras (151.000 millones de euros), marcando también el techo de la crisis de estos años para caer a 120.000 millones en 2012-13 y 98.000 en 2013-14.