La policía cubana desaloja a los opositores que ocupaban un templo de La Habana
LA HABANA, AFP
Trece opositores cubanos que ocupaban pacíficamente desde el martes un templo católico en La Habana para pedir que el papa Benedicto XVI interceda en sus demandas durante su visita a Cuba fueron desalojados el jueves por la noche por la Policía, a petición del cardenal Jaime Ortega, informó el Arzobispado. "Los 13 ocupantes fueron invitados a salir del templo y no ofrecieron resistencia. Los agentes que ejecutaron la operación habían asegurado a la Iglesia que no portarían armas, que trasladarían inicialmente a las 13 personas a una unidad policial y que después los llevarían a sus casas", dijo el Arzobispado en un comunicado.
Los 13 miembros del ilegal Partido Republicano de Cuba (PRC), un desconocido grupo opositor, mantuvieron ocupada durante más de 48 horas la basílica menor de Nuestra Señora de la Caridad en La Habana, acción rechazada por la Iglesia -que intentó persuadirlos de que salieran voluntariamente- y también criticada por prominentes disidentes.
"En uso de la autoridad y facultad que le compete, el cardenal Jaime Ortega se dirigió a las autoridades correspondientes para que invitaran a los ocupantes a abandonar el santuario", situado en la zona central de La Habana, dijo el Arzobispado. Las autoridades se comprometieron con la Iglesia a que los opositores, ocho hombres y una mujer, "no serían procesados por este hecho", añadió el texto.
"La acción de poner fin a la ocupación se inició a las 9:00 p.m. hora local (02h00 GMT del viernes), duró menos de diez minutos", agregó. "Se pone fin así, a una crisis que no debió nunca producirse", dijo el comunicado del Arzobispado de La Habana, que dirige el cardenal Ortega.
Benedicto XVI llegará a la isla procedente de México, para la primera visita papal al país tras la cumplida por Juan Pablo II en 1998, que marcó el fin de la era del hielo entre la Iglesia y el gobierno cubano.
Las Damas de Blanco y otros prominentes disidentes habían desaprobado el jueves la ocupación de un templo. "Respetamos el accionar de esas personas (...), pero no es la línea de las Damas de Blanco", dijo a la AFP su líder Berta Soler, tras entregar en el Arzobispado de La Habana y en la Nunciatura Apostólica sendos discos compactos con su "testimonio" para que sea entregado al Papa durante su visita, del 26 al 28 de marzo.
"Es una manera de lucha, no los conozco, pero les aconsejo que tengan cuidado con realizar algún tipo de provocación que pueda perjudicar la credibilidad de la oposición pacífica de Cuba", dijo el psicólogo opositor Guillermo Fariñas, Premio Sajarov 2010 del Parlamento Europeo, que ha realizado más de 20 huelgas de hambre para exigir demandas al gobierno comunista.
"No estamos de acuerdo con que se tomen instituciones religiosas, no es lugar adecuado para ese tipo de pronunciamiento", declaró el disidente José Daniel Ferrer desde Santiago de Cuba (sureste), la otra ciudad que visitará Benedicto XVI, además de La Habana. No obstante, Ferrer, un ex preso político que dirige la ilegal Unión Patriótica de Cuba, dijo a la AFP que detrás de esta protesta hay "también responsabilidad de la Iglesia, por descuidar su labor en defensa de los oprimidos".
Desde la década de los 90, opositores y personas que buscan emigrar han ocupado sedes diplomáticas para presionar por sus demandas, pero hasta el presente no habían ingresado en templos.
A principios de marzo, el portavoz del Arzobispado advirtió de que la Iglesia corría el "riesgo" de afrontar presiones políticas ante la visita del Papa de sectores que quieren que impulse "cambios radicales" y de otros que desean que se "repliegue" a sus templos.
En un hecho poco usual, la prensa oficial publicó el jueves un primer comunicado de la Iglesia que rechazaba la ocupación del templo. "Se trata de una estrategia preparada y coordinada por grupos en varias regiones del país. No es un hecho fortuito, sino bien pensado y al parecer con el propósito de crear situaciones críticas a medida que se acerca la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba", dijo el Arzobispado en su primer comunicado, que fue blanco de críticas de dos disidentes.
"Aunque tengo muchas críticas sobre (el) acto de ocupar Iglesia, tengo peor opinión de la nota del Arzobispado publicada en Granma", escribió la bloguera opositora Yoani Sánchez en la red Twitter.
"La carta de Orlando Márquez (portavoz del Arzobispado) publicada en el periódico me confundió muchísimo, porque me parecía que estaba leyendo un editorial del Granma", dijo por su parte a la AFP la ex presa política Martha Beatriz Roque, una de las activistas más radicales de la disidencia en la isla.
Trece opositores cubanos que ocupaban pacíficamente desde el martes un templo católico en La Habana para pedir que el papa Benedicto XVI interceda en sus demandas durante su visita a Cuba fueron desalojados el jueves por la noche por la Policía, a petición del cardenal Jaime Ortega, informó el Arzobispado. "Los 13 ocupantes fueron invitados a salir del templo y no ofrecieron resistencia. Los agentes que ejecutaron la operación habían asegurado a la Iglesia que no portarían armas, que trasladarían inicialmente a las 13 personas a una unidad policial y que después los llevarían a sus casas", dijo el Arzobispado en un comunicado.
Los 13 miembros del ilegal Partido Republicano de Cuba (PRC), un desconocido grupo opositor, mantuvieron ocupada durante más de 48 horas la basílica menor de Nuestra Señora de la Caridad en La Habana, acción rechazada por la Iglesia -que intentó persuadirlos de que salieran voluntariamente- y también criticada por prominentes disidentes.
"En uso de la autoridad y facultad que le compete, el cardenal Jaime Ortega se dirigió a las autoridades correspondientes para que invitaran a los ocupantes a abandonar el santuario", situado en la zona central de La Habana, dijo el Arzobispado. Las autoridades se comprometieron con la Iglesia a que los opositores, ocho hombres y una mujer, "no serían procesados por este hecho", añadió el texto.
"La acción de poner fin a la ocupación se inició a las 9:00 p.m. hora local (02h00 GMT del viernes), duró menos de diez minutos", agregó. "Se pone fin así, a una crisis que no debió nunca producirse", dijo el comunicado del Arzobispado de La Habana, que dirige el cardenal Ortega.
Benedicto XVI llegará a la isla procedente de México, para la primera visita papal al país tras la cumplida por Juan Pablo II en 1998, que marcó el fin de la era del hielo entre la Iglesia y el gobierno cubano.
Las Damas de Blanco y otros prominentes disidentes habían desaprobado el jueves la ocupación de un templo. "Respetamos el accionar de esas personas (...), pero no es la línea de las Damas de Blanco", dijo a la AFP su líder Berta Soler, tras entregar en el Arzobispado de La Habana y en la Nunciatura Apostólica sendos discos compactos con su "testimonio" para que sea entregado al Papa durante su visita, del 26 al 28 de marzo.
"Es una manera de lucha, no los conozco, pero les aconsejo que tengan cuidado con realizar algún tipo de provocación que pueda perjudicar la credibilidad de la oposición pacífica de Cuba", dijo el psicólogo opositor Guillermo Fariñas, Premio Sajarov 2010 del Parlamento Europeo, que ha realizado más de 20 huelgas de hambre para exigir demandas al gobierno comunista.
"No estamos de acuerdo con que se tomen instituciones religiosas, no es lugar adecuado para ese tipo de pronunciamiento", declaró el disidente José Daniel Ferrer desde Santiago de Cuba (sureste), la otra ciudad que visitará Benedicto XVI, además de La Habana. No obstante, Ferrer, un ex preso político que dirige la ilegal Unión Patriótica de Cuba, dijo a la AFP que detrás de esta protesta hay "también responsabilidad de la Iglesia, por descuidar su labor en defensa de los oprimidos".
Desde la década de los 90, opositores y personas que buscan emigrar han ocupado sedes diplomáticas para presionar por sus demandas, pero hasta el presente no habían ingresado en templos.
A principios de marzo, el portavoz del Arzobispado advirtió de que la Iglesia corría el "riesgo" de afrontar presiones políticas ante la visita del Papa de sectores que quieren que impulse "cambios radicales" y de otros que desean que se "repliegue" a sus templos.
En un hecho poco usual, la prensa oficial publicó el jueves un primer comunicado de la Iglesia que rechazaba la ocupación del templo. "Se trata de una estrategia preparada y coordinada por grupos en varias regiones del país. No es un hecho fortuito, sino bien pensado y al parecer con el propósito de crear situaciones críticas a medida que se acerca la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba", dijo el Arzobispado en su primer comunicado, que fue blanco de críticas de dos disidentes.
"Aunque tengo muchas críticas sobre (el) acto de ocupar Iglesia, tengo peor opinión de la nota del Arzobispado publicada en Granma", escribió la bloguera opositora Yoani Sánchez en la red Twitter.
"La carta de Orlando Márquez (portavoz del Arzobispado) publicada en el periódico me confundió muchísimo, porque me parecía que estaba leyendo un editorial del Granma", dijo por su parte a la AFP la ex presa política Martha Beatriz Roque, una de las activistas más radicales de la disidencia en la isla.