La ONU pide que se acelere la ratificación del nuevo primer ministro haitiano

Naciones Unidas, EFE
La ONU pidió hoy que se acelere en Haití la ratificación de la nominación del ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Lamothe, como nuevo primer ministro, ya que alertó de que los períodos sin un Ejecutivo completo provocan "inestabilidad e inseguridad" en el país caribeño.

"Una prolongada ausencia de primer ministro puede ser, como ya lo ha sido, una fuente seria de inestabilidad e inseguridad para Haití", dijo el jefe de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), el chileno Mariano Fernández, ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Fernández, que participó en un debate abierto celebrado en el Consejo sobre la situación del país y sus perspectivas de futuro, señaló que Haití podría vivir "un retroceso en el proceso de estabilización democrática" si no se ratifica a un primer ministro y se llena el vacío en el liderazgo político del Ejecutivo.

"Para la Minustah y la comunidad internacional, en Haití es fundamental que exista Gobierno, es decir, un gabinete con primer ministro", explicó el máximo responsable de la misión de la ONU en el país caribeño, una nación a la que "la parálisis en la gestión gubernativa" le sale muy cara.

Según los datos expuestos por Fernández, más allá de la inseguridad y la inestabilidad generalizada que la falta de un primer ministro ocasiona, los períodos "con un gabinete dimisionario" supusieron en 2011 "una reducción del potencial de crecimiento del país del 10 % previsto a un 4,5 %".

"Este año el pronóstico es de un crecimiento del 8 %, pero si la falta de Gobierno se extiende en el tiempo tendremos nuevamente una disminución del crecimiento con negativos efectos para la población haitiana en relación al empleo, la vivienda, la salud y la educación", señaló.

Fernández llamó así al presidente haitiano, Michel Martelly, a colaborar con el Parlamento "para que pronto se apruebe al nuevo primer ministro y no se pierda el ritmo de crecimiento de Haití, tan fundamental para su población, la más pobre del hemisferio occidental".

Esta semana Martelly pidió al Parlamento que ratifique la nominación del ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Lamothe, como nuevo primer ministro después de la dimisión de Garry Conille, quien renunció el pasado 24 de febrero.

"Su renuncia ha sido una señal preocupante", dijo Fernández a los miembros del Consejo de Seguridad, ante quienes invitó a las autoridades haitianas a que se disminuyan las disputas entre el poder ejecutivo y legislativo por el bien del país.

La embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, se unió al llamado de Fernández para que "las autoridades de Haití confirmen a un nuevo ministro tan pronto como sea posible si no quieren arriesgarse a dinamitar los logros obtenidos en seguridad y la reconstrucción del país".

"Haití no se puede permitir más parálisis política. Necesita un liderazgo efectivo", dijo Rice, que pidió a los políticos que dejen "de lado sus intereses políticos y trabajar juntos en espíritu".

Un mensaje similar fue el que enviaron el resto de miembros del Consejo que participaron en el debate, en el que también estuvieron presentes representantes de otros países como Brasil, Chile, España, Perú y Uruguay, cuyo embajador, José Luis Cancela, quien en nombre del Grupo de amigos de Haití también mostró su preocupación "por las tensiones políticas" en el país.

Cancela se refirió también al caso de los cinco marinos uruguayos integrantes de la Minustah que fueron expulsados tras difundirse en Internet imágenes de vídeo en las que se burlan de un joven haitiano al que mantienen tumbado boca abajo en un colchón, mientras uno de los "cascos azules" se coloca detrás de él con el torso desnudo.

"Las autoridades uruguayas han continuado tomando muy en serio la acusación y desarrollan una cooperación sostenible con las autoridades haitianas y el Secretariado (de la ONU), con el objetivo de que se haga justicia", dijo el embajador uruguayo.

Minutos antes, Mariano Fernández aseguró que la misión hace "lo imposible" para evitar la repetición de casos de abusos, abogó porque no se pueda alegar inmunidad en estos casos y por "separar de por vida" a los culpables de representar a Naciones Unidas.