La ONU estudiará el impacto de los asentamientos en los palestinos
El Consejo de Derechos Humanos crea una comisión "independiente"
Nueva York, El País
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha destapado este jueves la caja de los truenos israelí con su decisión de crear una misión que estudie sobre el terreno el impacto de los asentamientos en la población palestina. “Este es un consejo hipócrita con una mayoría automática en contra de Israel. Este consejo debería avergonzarse de sí mismo”, ha indicado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu en un comunicado. La virulencia y la inmediatez de la respuesta israelí dan una idea de hasta qué punto el organismo de derechos humanos ha vuelto a tocar un tema muy sensible.
Medio millón de israelíes viven en asentamientos incrustados en los territorios palestinos. Ilegales según la legislación internacional, -que prohíbe la transferencia de población ocupante a los territorios ocupados-, la expansión de las colonias en Cisjordania no ha dejado de crecer desde finales de los años sesenta.
El texto aprobado hoy considera que el crecimiento de los asentamientos además de ser ilegal mina la posibilidad de alcanzar un acuerdo basado en la llamada solución de dos estados: uno israelí y otro palestino capaces de vivir en paz.
Un total de 36 países apoyaron la iniciativa y solo uno, Estados Unidos, votó en contra. España se abstuvo. En virtud de la votación aprobada hoy, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, creará un panel encargado de estudiar el impacto de los asentamientos sobre los derechos “civiles, políticos, económicos, sociales y culturales” de los palestinos. El comité deberá someter el resultado de su investigación al Consejo de Derechos Humanos que deberá respaldarlo. El texto aprobado pide a Israel que coopere con las pesquisas.
Un informe sobre el impacto de los asentamientos en Cisjordania podría convertirse en el nuevo informe Goldstone, el que juzgó la invasión israelí de Gaza en 2008 y que supuso un trauma para la clase política israelí, que consideró el juicio de la comunidad internacional tremendamente injusto.
Nueva York, El País
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha destapado este jueves la caja de los truenos israelí con su decisión de crear una misión que estudie sobre el terreno el impacto de los asentamientos en la población palestina. “Este es un consejo hipócrita con una mayoría automática en contra de Israel. Este consejo debería avergonzarse de sí mismo”, ha indicado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu en un comunicado. La virulencia y la inmediatez de la respuesta israelí dan una idea de hasta qué punto el organismo de derechos humanos ha vuelto a tocar un tema muy sensible.
Medio millón de israelíes viven en asentamientos incrustados en los territorios palestinos. Ilegales según la legislación internacional, -que prohíbe la transferencia de población ocupante a los territorios ocupados-, la expansión de las colonias en Cisjordania no ha dejado de crecer desde finales de los años sesenta.
El texto aprobado hoy considera que el crecimiento de los asentamientos además de ser ilegal mina la posibilidad de alcanzar un acuerdo basado en la llamada solución de dos estados: uno israelí y otro palestino capaces de vivir en paz.
Un total de 36 países apoyaron la iniciativa y solo uno, Estados Unidos, votó en contra. España se abstuvo. En virtud de la votación aprobada hoy, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, creará un panel encargado de estudiar el impacto de los asentamientos sobre los derechos “civiles, políticos, económicos, sociales y culturales” de los palestinos. El comité deberá someter el resultado de su investigación al Consejo de Derechos Humanos que deberá respaldarlo. El texto aprobado pide a Israel que coopere con las pesquisas.
Un informe sobre el impacto de los asentamientos en Cisjordania podría convertirse en el nuevo informe Goldstone, el que juzgó la invasión israelí de Gaza en 2008 y que supuso un trauma para la clase política israelí, que consideró el juicio de la comunidad internacional tremendamente injusto.