Juventus salvó el invicto en su estadio ante Chievo
Roma, Espn
En un partido de la fecha 26 del Calcio, disputado en el Juventus Stadium de Turín, el equipo local empató con Chievo de Vérona por 1 a 1. Paolo De Ceglie y Boukary Dramé anotaron los tantos.
Con este resultado, Juventus suma 51 puntos y queda en la segunda posición, tres abajo (pero también un partido menos) del líder Milan. Chievo, por su parte, ahora tiene 34 unidades lo alcanzó a Palermo en la octava plaza.
Antonio Conte se decidió por la vuelta a su viejo y querido 4-4-2: en la línea de cuatro defensiva estuvo De Ceglie por izquierda, los aleros fueron Padoín y Giaccherini respectivamente y arriba jugaron Matri y Vucinic.
Chievo respondía con un osado 4-3-2-1, en el que Paloschi era el único delantero pero con el soporte de Thereau y Luciano en la "trescuartos" de cancha. Al centro de la defensa estuvo el joven Francesco Acerbi, una verdadera revelación y por lejos la figura de la cancha.
Juventus desde un comienzo se notó lenta y sin ideas. Atacaba en fuerzas, pero para Chievo era muy simple defenderse y salir de contra. En eso también fue importante el joven Acerbi, quien nunca rifó un balón y además salió varias veces a anticipar cerca del círculo central, para luego comenzar el contraataque.
En ese panorama y ante la absoluta ausencia de ocasiones de gol, fue necesario un error para romper el equilibrio. Ese error fue del referí Gervasoni, y por partida doble. En efecto, primero el árbitro inventó una falta (Luciano había doblado lícitamente la marca, algo que Chievo hizo siempre muy bien).
Pirlo ejecutó el tiro libre desde la izquierda en forma de centro, Chiellini cabeceó, la pelota dio en el poste y De Ceglie, con un tap-in de cabeza, la mandó a guardar. Ahí llegó el segundo error del referí porque, al momento del toque de Chiellini, De Ceglie estaba visiblemente adelantado.
De cualquier manera, ni siquiera la ventaja y la posibilidad de aprovechar los espacios de contra sirvió para que Juventus mejorara el nivel. Su juego siguió aburrido y deslucido, si bien nunca los jugadores escatimaron la entrega y la pierna fuerte cuando se necesitaba.
En la segunda etapa, Juventus tuvo alguna ocasión para aumentar (muy bien Sorrentino en ocasión de un remate de Padoín), pero también Chievo se demsotró "vivo" y nunca resignó la posibilidad de mandarse al ataque. De hecho, con el pasar de los minutos, se notó que Cheivo estaba más entero físicamente que su rival.
Así, no fue una sorpresa cuando llegó el empate, porque Chievo venía dominando el trámite y creando cada vez más peligro. El gol fue de Dramé, un zurdazo que superó a Buffón y que Bonucci no pudo sacar en la línea de sentencia, de manera bastante torpe por cierto.
En el final, ya con Del Piero en la cancha, Juve se lanzó hacia adelante y Sorrentino salvó ante un remate espectacular de Pirlo, pero en realidad Chievo fue más peligroso de contra y anduvo cerca de ganarlo, en especial con un disparo de Thereau por arriba de Buffón que aterizó en el "techo" de la portería.
Por encima, Juventus quedó prácticamente con hombre menos, porque se lesionó Chiellini pero Conte ya había agotado los cambios. Otra pésima noticia, porque en la primera etapa se había lesionado Barzagli, una prueba más del desgaste físico del plantel que comienza a notarse.
De cualquier manera, Juventus la sacó barata, porque sin ese gol irregular hubiera perdido partido, invicto y hasta la punta "virtual". En cambio, ganando el miércoles el suspendido en Bologna de la fecha 23, será puntera porque, a igualdad de puntos con Milan, decidirá el enfrentamiento directo que le es favorable.
Muy bien Chievo, que estudió muy bien el partido de Milan del fin de semana anterior y entendió como y donde tenía que presionar al rival. Di Carlo lamenta los dos puntos que le fueron arrebatados, pero el equipo está en buena salud y prácticamente ya a salvo del descenso.