‘Humblebrag’: las celebrities y el auge de la falsa modestia
Este nuevo término califica a todos aquellos famosos que van de humildes pero que en realidad alardean bastante.
Begoña Gómez Urzaiz, El País
Meryl Streep, que, como señalaba David Trueba en una columna, ha hecho de la recogida de premios un género, subió a recoger su Oscar y, entre jadeos y esos gestos tan suyos de tocarse la cara y quitarse las gafas, dijo: “Puedo oír a media América diciendo: Oh no. Ella. Otra vez”. Qué humilde Meryl, cómo se quita importancia y se ríe de sí misma. Mmm… ¿seguro? Si se piensa durante un segundo, lo que Streep está recordando al público es que tiene más nominaciones y estatuillas que a ningún otro intérprete vivo. En efecto, se trata de un caso de libro de humblebrag, un síndrome que puede afectar a cualquiera pero se da especialmente entre celebrities. El nombre viene de la unión de “humble” (humilde, en inglés) y “brag” (presumir), o sea que se puede traducir libremente por algo así como "presumodestia". Dícese de la cualidad de quien parece restarse importancia cuando en realidad está fanfarroneando.
El término lo acuñó el cómico y guionista de la serie Parks&Recreation Harris Wittels y ha hecho enorme fortuna. Wittels creó la cuenta de Twitter @humblebrag hace unos meses y se dedicó a retwittear las frases que enmascaran la autopromoción con falsa modestia, como ésta de Kanye West: “Ya sé que no es una cosa muy rapera de decir, pero llevo dos años sin comprarme un coche nuevo o una pieza de joyería”. O ésta, cortesía del modelo andrógino Andrej Pejic: “El mundo está al borde de la depresión y del colapso ecológico y una foto mía con sujetador es una noticia global” . Wittels explica cómo distinguir un humblebrag de un simple fanfarroneo: “Es cuando las intenciones no son sinceras. ¡Habla de tu fiesta lujosa si quieres, pero no digas que te sientes fatal porque tu vestido no está a la altura!”. Los mejores tweets de la cuenta se recogerán en un libro que se publicará en otoño en Estados Unidos.
Mientras, decenas de webs han recogido el guante y se dedican a recopilar sus propios humblebrags. La temporada de premios fue especialmente fértil, claro. Ahí estuvo Michelle Williams al obtener su Globo de Oro: “soy actriz pero antes que nada soy mamá”. Que puede decodificarse como: Soy una madre excelente que sabe donde están las prioridades, no como todas la presentes, que están aquí dando las gracias a Dios y a sus agentes, pero, miren, con esta otra cosa de la actuación que hago en mis ratos libres me dan Globos de Oro.
Las calculadas entrevistas que dan los famosos a las revistas cuando protagonizan una portada y en las que aparentan abrir su corazón al periodista y las “espontáneas” anécdotas que cuentan en los sofás de David Letterman y Jimmy Kimmel también son un campo minado para la presumodestia. Los publicistas suelen preparar declaraciones que hagan parecer a la estrella más cercana pero la estrella no deja de ser la estrella y viene con su equipamiento de ego bien acolchado y su estilo de vida millonario. Y esas condiciones son idóneas para que florezca la presumodestia.
Hay actrices especialmente dadas. Como Gwyneth Paltrow, cuya web, Goop, es una perenne fuente de entretenimiento para internet, y es ya conocida como “la reina del humblebrag” . Anne Hathaway no le va a la zaga. La protagonista de El diablo se viste de Prada pretendía hace poco solidarizarse con Lindsay Lohan y dejar claro que, pese a la supuesta imagen que el público tiene de ella de chica perfecta (no sufras por eso, Anne, todos vimos los Oscar de 2011) ella también tiene su pasado salvaje. “Lohan y yo no somos tan distintas. Todos hemos hecho cosas que no deberíamos. Yo también, solo que lo hice cuando iba a la Universidad. No soy una santa. Perdí tiempo haciendo cosas autodestructivas”. Este clásico del humblebrag resulta especialmente apto: nótese la mención casual a la Universidad. Que Hathaway no es de esas actrices que piensan que Evelyn Waugh fue una gran escritora. Charlize Theron y todas las otras actrices que aseguran que en el colegio eran nerds y nada atractivas se alinean en la misma corriente.
En cualquier caso, como decíamos, los mortales y no-famosos también cometen actos de presumodestia y de hecho, la estrella de la cuenta de Twitter @humblebrag es un californiano dedicado a los negocios inmobiliarios y que twitea bajo el nombre de TotesMcGotes. A él pertenece la frase: “Desde que me mudé a esta casa sólo me he duchado en UNA de mis CINCO duchas. Esto tiene que cambiar”.
Begoña Gómez Urzaiz, El País
Meryl Streep, que, como señalaba David Trueba en una columna, ha hecho de la recogida de premios un género, subió a recoger su Oscar y, entre jadeos y esos gestos tan suyos de tocarse la cara y quitarse las gafas, dijo: “Puedo oír a media América diciendo: Oh no. Ella. Otra vez”. Qué humilde Meryl, cómo se quita importancia y se ríe de sí misma. Mmm… ¿seguro? Si se piensa durante un segundo, lo que Streep está recordando al público es que tiene más nominaciones y estatuillas que a ningún otro intérprete vivo. En efecto, se trata de un caso de libro de humblebrag, un síndrome que puede afectar a cualquiera pero se da especialmente entre celebrities. El nombre viene de la unión de “humble” (humilde, en inglés) y “brag” (presumir), o sea que se puede traducir libremente por algo así como "presumodestia". Dícese de la cualidad de quien parece restarse importancia cuando en realidad está fanfarroneando.
El término lo acuñó el cómico y guionista de la serie Parks&Recreation Harris Wittels y ha hecho enorme fortuna. Wittels creó la cuenta de Twitter @humblebrag hace unos meses y se dedicó a retwittear las frases que enmascaran la autopromoción con falsa modestia, como ésta de Kanye West: “Ya sé que no es una cosa muy rapera de decir, pero llevo dos años sin comprarme un coche nuevo o una pieza de joyería”. O ésta, cortesía del modelo andrógino Andrej Pejic: “El mundo está al borde de la depresión y del colapso ecológico y una foto mía con sujetador es una noticia global” . Wittels explica cómo distinguir un humblebrag de un simple fanfarroneo: “Es cuando las intenciones no son sinceras. ¡Habla de tu fiesta lujosa si quieres, pero no digas que te sientes fatal porque tu vestido no está a la altura!”. Los mejores tweets de la cuenta se recogerán en un libro que se publicará en otoño en Estados Unidos.
Mientras, decenas de webs han recogido el guante y se dedican a recopilar sus propios humblebrags. La temporada de premios fue especialmente fértil, claro. Ahí estuvo Michelle Williams al obtener su Globo de Oro: “soy actriz pero antes que nada soy mamá”. Que puede decodificarse como: Soy una madre excelente que sabe donde están las prioridades, no como todas la presentes, que están aquí dando las gracias a Dios y a sus agentes, pero, miren, con esta otra cosa de la actuación que hago en mis ratos libres me dan Globos de Oro.
Las calculadas entrevistas que dan los famosos a las revistas cuando protagonizan una portada y en las que aparentan abrir su corazón al periodista y las “espontáneas” anécdotas que cuentan en los sofás de David Letterman y Jimmy Kimmel también son un campo minado para la presumodestia. Los publicistas suelen preparar declaraciones que hagan parecer a la estrella más cercana pero la estrella no deja de ser la estrella y viene con su equipamiento de ego bien acolchado y su estilo de vida millonario. Y esas condiciones son idóneas para que florezca la presumodestia.
Hay actrices especialmente dadas. Como Gwyneth Paltrow, cuya web, Goop, es una perenne fuente de entretenimiento para internet, y es ya conocida como “la reina del humblebrag” . Anne Hathaway no le va a la zaga. La protagonista de El diablo se viste de Prada pretendía hace poco solidarizarse con Lindsay Lohan y dejar claro que, pese a la supuesta imagen que el público tiene de ella de chica perfecta (no sufras por eso, Anne, todos vimos los Oscar de 2011) ella también tiene su pasado salvaje. “Lohan y yo no somos tan distintas. Todos hemos hecho cosas que no deberíamos. Yo también, solo que lo hice cuando iba a la Universidad. No soy una santa. Perdí tiempo haciendo cosas autodestructivas”. Este clásico del humblebrag resulta especialmente apto: nótese la mención casual a la Universidad. Que Hathaway no es de esas actrices que piensan que Evelyn Waugh fue una gran escritora. Charlize Theron y todas las otras actrices que aseguran que en el colegio eran nerds y nada atractivas se alinean en la misma corriente.
En cualquier caso, como decíamos, los mortales y no-famosos también cometen actos de presumodestia y de hecho, la estrella de la cuenta de Twitter @humblebrag es un californiano dedicado a los negocios inmobiliarios y que twitea bajo el nombre de TotesMcGotes. A él pertenece la frase: “Desde que me mudé a esta casa sólo me he duchado en UNA de mis CINCO duchas. Esto tiene que cambiar”.