Estudiantes retoman sus protestas y vuelven enfrentamientos a Santiago

SANTIAGO, AFP
Estudiantes chilenos volvieron a enfrentarse este jueves con la policía en Santiago, al retomar las manifestaciones por una educación pública gratuita y de calidad, que el año pasado se extendieron por más de siete meses, en un dolor de cabeza constante para el gobierno. Unos 5.000 estudiantes, convocados por la Asamblea coordinadora de estudiantes secundarios (Aces), se reunieron en el céntrico Parque Bustamante para protagonizar la primera protesta estudiantil del año.
Pero apenas reunidos la policía disolvió la manifestación, que no había sido autorizada por la Intendencia (gobernación) de Santiago.
Fuerzas especiales de la policía lanzaron chorros de agua y abundante gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes. Un grupo de policías montados a caballo intervino también en los enfrentamientos, constató la AFP.

Los estudiantes, en tanto, lanzaron palos, piedras y botellas de pintura a la policía. Algunos, con sus cabezas cubiertas con capuchas, lograron también interrumpir por algunos minutos el tránsito en la céntrica avenida Alameda, tras arrancar parte del mobiliario público e incendiar barricadas.
Los enfrentamientos se extendieron por más de tres horas y se saldaron con 50 detenidos y tres policías heridos, uno de ellos grave, según un primer balance oficial.
Más tarde, también fue disuelto un grupo de jóvenes que se desplazó hasta el ministerio de Educación para protestar por la cancelación de matrículas a estudiantes que el pasado año participaron de los movimientos de protesta en escuelas públicas.
"Uno se pregunta hasta cuándo; hasta cuándo se insiste con movilizaciones estériles, fuera de la ley y que sólo amparan a delincuentes que perjudican y agreden a millones de vecinos de Santiago", criticó la intendenta (gobernadora) de Santiago, Cecilia Pérez.
Por su parte, el ministro de Educación, Harald Beyer, calificó de "bastante incomprensibles" los enfrentamientos registrados en las calle, y aseguró que los actos de violencia no se condicen con "el espíritu de los establecimientos del país", en los que el ministro aseguró existe "mucho entusiasmo y compromiso con la educación".
Durante el año pasado, al igual que este jueves, los estudiantes protagonizaron más de 40 protestas en Santiago, algunas de ellas las más multitudinarias de las últimas dos décadas tras reunir a más de 100.000 personas, convirtiéndose en un dolor de cabeza constante para el gobierno del derechista Sebastián Piñera, cuya popularidad cayó a lo largo del año cerca de 30 puntos.
Varios organismos internacionales han criticado el excesivo uso de la fuerza por parte de la policía para reprimir las manifestaciones. Amnistía Internacional expresó esta semana su preocupación por "las violaciones a los derechos humanos que se han registrado en el último año en el contexto de las marchas y la protesta social" en Chile.
"Las denuncias hechas por las personas manifestantes aducen al uso excesivo de la fuerza por parte de la policía; uso inadecuado de gases lacrimógenos y cañones de agua; detenciones arbitrarias e informes de tortura y maltrato, incluyendo golpes y amenazas de violencia sexual", dijo la organización.
El año pasado, más de 5.000 personas fueron detenidas en las manifestaciones, la mayoría liberadas al cabo de pocas horas por no aportase pruebas de delitos, considerarse ilegal su detención o sin mayores explicaciones por parte de la policía.
En agosto, durante una manifestación nocturna, un adolescente murió tras recibir un disparo policial. Adicionalmente, 15 periodistas y fotógrafos de medios extranjeros fueron detenidos cuando cubrían las protestas.
Los estudiantes, apoyados por el Colegio de Profesores, reclaman una educación pública gratuita y de calidad y exigen la reforma del actual sistema educativo, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que redujo a menos de la mitad el aporte público y fomentó la inclusión de los centros privados.
Los estudiantes estiman que el gobierno de Piñera no ha dado respuesta satisfactoria a sus demandas con el envío al Congreso de un proyecto de ley para rebajar los intereses de un crédito privado que utilizan los universitarios, para pagar sus aranceles y reprogramar las deudas morosas.
El mandatario presentó además una iniciativa para mejorar el sueldo de los profesores en función de su rendimiento.
A la manifestación de este jueves no se adhirió la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que reúne a las principales universidades del país, que inicialmente había llamado a marchar este jueves pero luego aplazó la convocatoria para abril.

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