El United fue una aplanadora: 5-0
El Athletic de Bilbao arrolló al Manchester United en Europa League. Las dudas, tras lo ocurrido en San Mamés, quedaron instaladas en el entorno del club inglés. Sin embargo, tres días después, y con la grandeza por bandera, los Red Devils lamieron sus heridas y obligaron al Wolves a pagar los platos rotos.
Con un Chicharito estelar y un Antonio Valencia en su mejor versión, los hombres de Alex Ferguson, con más oficio que fútbol, empezaron el partido en el Molineux Stadium sabiendo que había media Premier League en juego. Ganar era mantener distancia y respirar. Perder o empatar suponía un punto más de preocupación y dudas en el peor momento de la temporada.
El United logró dar con la tecla tras unos primeros minutos en los que la pizarra se impuso con claridad a la técnica. Un córner lanzado por Rooney fue tocado por Carrick para que Evans, completamente sólo, pusiera el 0-1 en el 23' de la primera mitad. El Wolves, que siempre puso más casta que fútbol, intentó reaccionar, pero no aportó lo necesario para hacer daño a su rival.
El encuentro estaba con un marcador ajustado y daba la sensación de que, pese a tener mucho menos nivel, el Wolves podía dar algún susto a David De Gea. Sin embargo, dos amarillas en diez minutos dejaron al cuadro de Connor con diez. Ronald Zubar fue el protagonista de ambas acciones. Dos faltas tan claras como innecesarias le pusieron en bandeja el triunfo a un Manchester United que, a partir de ese momento, bajó las revoluciones y jugó a placer.
Valencia, en el minuto 44, iba a poner el 0-2 aprovechando una asistencia de Rooney. Sprint por la derecha y remate cruzado ante la salidad del cancerbero. Ya en el descuento de la primera mitad, el propio Valencia le metió un gran pase a Welbeck para que éste firmase el 0-3. Al descanso se llegó con el encuentro sentenciado.
En la reanudación, un Manchester United relajado se dedicó a divertirse y buscar una goleada mucho más amplia. Chicharito, que había estado algo gris en la primera mitad, creció y alcanzó su mejor nivel. Dos goles suyos (en el 56 y en el 61), cerraron la goleada. Ambos fueron al primer toque, conservando el arome de los delanteros de siempre, esos que, en cualquier momento, aparecen y la enchufan bajo el típico eslogan de "Pasaba por ahí"...
Así las cosas, el Wolves sigue en puestos de descenso y con sensaciones preocupantes, mientras que el United le deja claro al City que la Premier League, de momento, tiene dueño.