El Papa ante Raúl Castro: "Llevo en mi corazón las justas aspiraciones de todos los cubanos"
Santiago de Cuba, EP
Benedicto XVI ha asegurado ante Raúl Castro, a su llegada a Santiago de Cuba, que los motivos de su viaje consisten en confirmar a sus hermanos en la fe y alentarles en la esperanza". "Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados", ha especificado.
Además, ha reclamado un avance en la aportación "imprescindible" que la religión esta llamada a desempeñar en el ámbito público de la sociedad cubana, al recordar el viaje que su predecesor Juan Pablo II realizó en 1998, que "ha dejado una huella imborrable en el alma de los cubanos".
"Uno de los frutos importantes de aquella visita fue la inauguración de una nueva etapa en las relaciones entre la Iglesia y el Estado cubano, con un espíritu de mayor colaboración y confianza, si bien todavía quedan muchos aspectos en los que se puede y debe avanzar, especialmente por cuanto se refiere a la aportación imprescindible que la religión está llamada a desempeñar en el ámbito público de la sociedad", ha subrayado.
Pasadas las 14.20 horas (hora local), ha llegado al aeropuerto Antonio Maceo de Santiago de Cuba el avión procedente del aeropuerto de Guanajuato (México) que trasladaba a Benedicto XVI a tierras cubanas. El Santo Padre ha sido recibido en las escaleras del avión de la Fuerza Aérea mexicana por el presidente de Cuba, Raúl Castro, y el Arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba, monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez.
Allí mismo, el Papa ha recibido un homenaje floral de cuatro niños, mientras se oían con grandes voces la ya tradicional frase de "Aquí está la juventud del Papa". También estuvieron presentes el nuncio de la Santa Sede en Cuba Bruno Musarò, autoridades políticas y civiles, el decano del cuerpo diplomático, los obispos cubanos y un grupo numeroso de fieles.
El Pontífice también ha hecho referencia a la crisis económica mundial y ha señalado que "no se puede seguir por más tiempo en la misma dirección cultural y moral que ha causado la dolorosa situación que tantos experimentan". Para salir de esta crisis, según ha especificado, "el progreso verdadero tiene necesidad de una ética que coloque en el centro a la persona humana y tenga en cuenta sus exigencias más auténticas, de modo especial su dimensión espiritual y religiosa".
El Santo Padre se ha mostrado convencido de que Cuba, "en este momento especialmente importante de su historia, está mirando ya al mañana, y para ello se esfuerza por renovar y ensanchar sus horizontes". "La Iglesia ha sabido contribuir diligentemente al cultivo de esos valores mediante su generosa y abnegada misión pastoral, y renueva sus propósitos de seguir trabajando sin descanso por servir mejor a todos los cubanos", ha dicho citando como ejemplo a personalidades como Beato José Olallo y Valdés, el Siervo de Dios Félix Varela o el prócer José Martí.
En su discurso, Benedicto XVI también ha hecho referencia a la celebración de los cuatrocientos años desde que fue hallada la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre por dos marineros en aguas cubanas y ha recalcado que "la devoción a la Virgen Mambisa ha sostenido la fe y ha alentado la defensa y promoción de cuanto dignifica la condición humana y sus derechos fundamentales". Así, el Santo Padre ha manifestado su deseo de rezar ante esta milagrosa imagen de la Virgen para "pedirle su intercesión para que guíe los destinos de esta amada nación por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación".
Por su parte, Raúl Castro ha hecho referencia a Estados Unidos en su saludo de bienvenida. "La potencia mayor de la historia que ha querido despojarnos de la libertad", ha recalcado, al tiempo que ha reclamado para Cuba la lucha por "la verdad y libertad de la que jamás" se han apartado, según ha asegurado.
Concretamente, respecto al embargo a Cuba ha destacado que "la nación ha cambiado todo lo necesario para sostenerse". Tras citar las carencias a las que el pueblo cubano se ha enfrentado, también ha enumerado los avances en el país en los terrenos de la educación y medicina. Castro también ha hecho una extensa referencia a la peregrinación de la Virgen de la Caridad del Cobre por todo el país y a las "excelentes" relaciones entre el Gobierno cubano y la Santa Sede. "Nuestra constitución deja completa libertad religiosa en todo el país", ha subrayado.
Raúl Castro ha hecho referencia a su hermano Fidel Castro al rememorar sus referencias a que "el hombre está en extinción", por las guerras nucleares, el hambre y la pobreza. Y sobre la crisis global ha advertido que "tiene una conexión moral".
Benedicto XVI ha asegurado ante Raúl Castro, a su llegada a Santiago de Cuba, que los motivos de su viaje consisten en confirmar a sus hermanos en la fe y alentarles en la esperanza". "Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados", ha especificado.
Además, ha reclamado un avance en la aportación "imprescindible" que la religión esta llamada a desempeñar en el ámbito público de la sociedad cubana, al recordar el viaje que su predecesor Juan Pablo II realizó en 1998, que "ha dejado una huella imborrable en el alma de los cubanos".
"Uno de los frutos importantes de aquella visita fue la inauguración de una nueva etapa en las relaciones entre la Iglesia y el Estado cubano, con un espíritu de mayor colaboración y confianza, si bien todavía quedan muchos aspectos en los que se puede y debe avanzar, especialmente por cuanto se refiere a la aportación imprescindible que la religión está llamada a desempeñar en el ámbito público de la sociedad", ha subrayado.
Pasadas las 14.20 horas (hora local), ha llegado al aeropuerto Antonio Maceo de Santiago de Cuba el avión procedente del aeropuerto de Guanajuato (México) que trasladaba a Benedicto XVI a tierras cubanas. El Santo Padre ha sido recibido en las escaleras del avión de la Fuerza Aérea mexicana por el presidente de Cuba, Raúl Castro, y el Arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba, monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez.
Allí mismo, el Papa ha recibido un homenaje floral de cuatro niños, mientras se oían con grandes voces la ya tradicional frase de "Aquí está la juventud del Papa". También estuvieron presentes el nuncio de la Santa Sede en Cuba Bruno Musarò, autoridades políticas y civiles, el decano del cuerpo diplomático, los obispos cubanos y un grupo numeroso de fieles.
El Pontífice también ha hecho referencia a la crisis económica mundial y ha señalado que "no se puede seguir por más tiempo en la misma dirección cultural y moral que ha causado la dolorosa situación que tantos experimentan". Para salir de esta crisis, según ha especificado, "el progreso verdadero tiene necesidad de una ética que coloque en el centro a la persona humana y tenga en cuenta sus exigencias más auténticas, de modo especial su dimensión espiritual y religiosa".
El Santo Padre se ha mostrado convencido de que Cuba, "en este momento especialmente importante de su historia, está mirando ya al mañana, y para ello se esfuerza por renovar y ensanchar sus horizontes". "La Iglesia ha sabido contribuir diligentemente al cultivo de esos valores mediante su generosa y abnegada misión pastoral, y renueva sus propósitos de seguir trabajando sin descanso por servir mejor a todos los cubanos", ha dicho citando como ejemplo a personalidades como Beato José Olallo y Valdés, el Siervo de Dios Félix Varela o el prócer José Martí.
En su discurso, Benedicto XVI también ha hecho referencia a la celebración de los cuatrocientos años desde que fue hallada la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre por dos marineros en aguas cubanas y ha recalcado que "la devoción a la Virgen Mambisa ha sostenido la fe y ha alentado la defensa y promoción de cuanto dignifica la condición humana y sus derechos fundamentales". Así, el Santo Padre ha manifestado su deseo de rezar ante esta milagrosa imagen de la Virgen para "pedirle su intercesión para que guíe los destinos de esta amada nación por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación".
Por su parte, Raúl Castro ha hecho referencia a Estados Unidos en su saludo de bienvenida. "La potencia mayor de la historia que ha querido despojarnos de la libertad", ha recalcado, al tiempo que ha reclamado para Cuba la lucha por "la verdad y libertad de la que jamás" se han apartado, según ha asegurado.
Concretamente, respecto al embargo a Cuba ha destacado que "la nación ha cambiado todo lo necesario para sostenerse". Tras citar las carencias a las que el pueblo cubano se ha enfrentado, también ha enumerado los avances en el país en los terrenos de la educación y medicina. Castro también ha hecho una extensa referencia a la peregrinación de la Virgen de la Caridad del Cobre por todo el país y a las "excelentes" relaciones entre el Gobierno cubano y la Santa Sede. "Nuestra constitución deja completa libertad religiosa en todo el país", ha subrayado.
Raúl Castro ha hecho referencia a su hermano Fidel Castro al rememorar sus referencias a que "el hombre está en extinción", por las guerras nucleares, el hambre y la pobreza. Y sobre la crisis global ha advertido que "tiene una conexión moral".