El asesino de Toulouse murió de un disparo en la cabeza
París, EFE
¿Ha habido fallos?
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, ha explicado eque "hay que aclarar" si hubo algún fallo por parte de los servicios de inteligencia en la vigilancia de Mohamed Mehah. "Comprendo que pueda plantearse la cuestión de saber si hubo fallos o no. Como yo no sé si hubo fallos, no puedo decir qué tipo de fallos, pero hay que aclarar esto", ha dich Juppé en declaraciones a la emisora Europe 1.
Al preguntársele por qué Francia no destina más medios al control del pequeño grupo de yihadistas franceses censados, el ministro ha respondido: "Son controlados" y Mohamed Merah "fue interrogado recientemente por los servicios de inteligencia".
Disparando violentamente mientras saltaba por la ventana. Con esta escena más propia de Hollywood, ha terminado el maratoniano asedio de Mohamed Merah, el asesino confeso de siete personas en varias ciudades de Francia, tras el que ha fallecido. Concretamente de un disparo en la cabeza, según ha confirmado el fiscal jefe de París, François Molins.
Con un fuerte tiroteo, en torno a la casa donde llevaba atrincherado más de treinta horas el yihadista ha concluido el asalto final de la Policía. La intervención se inició a las 11.30 hora local (10.30 GMT) con el lanzamiento de tres granadas ensordecedoras, a lo que no hubo ninguna reacción. Los policías echaron abajo la puerta y se introdujeron también por el balcón con unas cámaras detectoras de presencia que no pudieron dar con él hasta que se procedió a la inspección del baño, de donde salió abriendo fuego. "Al final, Mohamed Merah se lanzó por la ventana con su pistola en la mano mientras seguía disparando. Lo localizamos muerto en el suelo", ha precisado el titular de Interior, Claude Guéant. "Disparó ráfagas muy importantes", ha confirmado Guéant, que ha destacado que un oficial de las fuerzas de élite galas le había dicho que "nunca había visto un asalto con esa violencia".
Una sangre fría que le ha acompañado en cada uno de los asesinatos que llevó a cabo antes de atrincherarse en su casa de Toulouse. Así se desprende de las imáganes tomadas por la cámara del propio asesino y que obran en poder de la Policía desde ayer. En ellas se puede ver cómo en el primer asesinato, el de un militar del regimiento de paracaidistas ocurrido en Toulouse el pasado 11 de marzo, le dijo a su víctima: "Tú matas a mis hermanos, yo te mato a ti". La misma violencia mostró en el asesinato de otros dos militares en Montauban cuatro días más tarde, y en la de tres niños y un adulto, padre de dos de ellos, en una escuela judía de Toulouse este lunes.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha felicitado "al conjunto de las fuerzas del orden" por el desenlace de la operación. Lo ha hecho durante su comparecencia en el Elíseo donde ha confirmado que "hay una investigación en marcha para determinar si tuvo complicidades" en los asesinatos. "Francia ha demostrado sangre fría y determinación", se ha mantenido "unida", ha destacado el mandatario antes de pedir a la población que se supere la indignación y subrayar que "los musulmanes no tienen nada que ver con las motivaciones locas de un terrorista".
Intimidación y desgaste
Durante la noche, la Policía francesa desarrolló una estrategia de intimidación y desgaste para detener al autor de la muerte de siete personas en los últimos diez días en las localidades francesas de Toulouse y Montauban. Según fuentes del Interior, la estrategia elegida era "la del menor riesgo". "No queremos un hombre muerto", señalaron entonces al diario 'Le Monde'. Sin embargo, las fuerzas de seguridad no sabían nada de él, desde las 22.45, cuando sus últimas palabras fueron: "Quiero morir con las armas en la mano".
El asesino confeso, de 23 años, estaba cercado desde las 03.00 hora local (02.00 GMT) de ayer por un fuerte dispositivo policial en su domicilio, un apartamento de la primera planta en un edificio en la calle Sergent Vigné del barrio de la Côte Pavée de Toulouse. El islamista no "expresó ningún pesar" salvo el de "no haber causado más víctimas" y se jactó de "haber puesto a Francia de rodillas", agregó, precisando que Merah planeaba asesinar el miércoles "a dos policías" de Toulouse y a un militar.
La investigación apunta también a "las conexiones que Merah podría tener con otras personas". Se trata de alguien "vinculado a gente que se reivindica como cercana al salafismo y a la yihad" (la guerra santa islamista), dijo el ministro de Interior.
Vigilancia de redes islamistas
Merah, cuyo único lamento ha sido no tener tiempo de causar más víctimas, ha justificado sus acciones, de acuerdo con el fiscal, por la situación de los palestinos, la política exterior francesa, en particular por la intervención en Afganistán, y por la normativa de Francia sobre el uso del velo islámico. El sospechoso trabajaba como mecánico en un taller de Toulouse y había sido condenado por delitos comunes una quincena de veces por el Tribunal de menores de esa ciudad, y pese a lo que afirmaron algunos medios de comunicación, los investigadores niegan que tratara de entrar en la Legión Extranjera en 2010.
La Policía dio con el sospechoso gracias al rastreo en internet de la dirección IP de su hermano. El análisis de los vídeos de las cámaras de vigilancia y el perfil psicológico de Merah fueron también decisivos para su identificación. Su muerte frustra las esperanzas de las autoridades francesas de capturarlo vivo y hacerlo comparecer ante la Justicia, pero sus relaciones seguirán siendo investigadas, tanto más cuanto en Francia se amplía ya la controversia sobre la vigilancia de las redes islamistas por parte de los servicios de inteligencia, dado que éstos sabían que Merah había estado en Afganistán y Pakistán.
¿Ha habido fallos?
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, ha explicado eque "hay que aclarar" si hubo algún fallo por parte de los servicios de inteligencia en la vigilancia de Mohamed Mehah. "Comprendo que pueda plantearse la cuestión de saber si hubo fallos o no. Como yo no sé si hubo fallos, no puedo decir qué tipo de fallos, pero hay que aclarar esto", ha dich Juppé en declaraciones a la emisora Europe 1.
Al preguntársele por qué Francia no destina más medios al control del pequeño grupo de yihadistas franceses censados, el ministro ha respondido: "Son controlados" y Mohamed Merah "fue interrogado recientemente por los servicios de inteligencia".
Disparando violentamente mientras saltaba por la ventana. Con esta escena más propia de Hollywood, ha terminado el maratoniano asedio de Mohamed Merah, el asesino confeso de siete personas en varias ciudades de Francia, tras el que ha fallecido. Concretamente de un disparo en la cabeza, según ha confirmado el fiscal jefe de París, François Molins.
Con un fuerte tiroteo, en torno a la casa donde llevaba atrincherado más de treinta horas el yihadista ha concluido el asalto final de la Policía. La intervención se inició a las 11.30 hora local (10.30 GMT) con el lanzamiento de tres granadas ensordecedoras, a lo que no hubo ninguna reacción. Los policías echaron abajo la puerta y se introdujeron también por el balcón con unas cámaras detectoras de presencia que no pudieron dar con él hasta que se procedió a la inspección del baño, de donde salió abriendo fuego. "Al final, Mohamed Merah se lanzó por la ventana con su pistola en la mano mientras seguía disparando. Lo localizamos muerto en el suelo", ha precisado el titular de Interior, Claude Guéant. "Disparó ráfagas muy importantes", ha confirmado Guéant, que ha destacado que un oficial de las fuerzas de élite galas le había dicho que "nunca había visto un asalto con esa violencia".
Una sangre fría que le ha acompañado en cada uno de los asesinatos que llevó a cabo antes de atrincherarse en su casa de Toulouse. Así se desprende de las imáganes tomadas por la cámara del propio asesino y que obran en poder de la Policía desde ayer. En ellas se puede ver cómo en el primer asesinato, el de un militar del regimiento de paracaidistas ocurrido en Toulouse el pasado 11 de marzo, le dijo a su víctima: "Tú matas a mis hermanos, yo te mato a ti". La misma violencia mostró en el asesinato de otros dos militares en Montauban cuatro días más tarde, y en la de tres niños y un adulto, padre de dos de ellos, en una escuela judía de Toulouse este lunes.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha felicitado "al conjunto de las fuerzas del orden" por el desenlace de la operación. Lo ha hecho durante su comparecencia en el Elíseo donde ha confirmado que "hay una investigación en marcha para determinar si tuvo complicidades" en los asesinatos. "Francia ha demostrado sangre fría y determinación", se ha mantenido "unida", ha destacado el mandatario antes de pedir a la población que se supere la indignación y subrayar que "los musulmanes no tienen nada que ver con las motivaciones locas de un terrorista".
Intimidación y desgaste
Durante la noche, la Policía francesa desarrolló una estrategia de intimidación y desgaste para detener al autor de la muerte de siete personas en los últimos diez días en las localidades francesas de Toulouse y Montauban. Según fuentes del Interior, la estrategia elegida era "la del menor riesgo". "No queremos un hombre muerto", señalaron entonces al diario 'Le Monde'. Sin embargo, las fuerzas de seguridad no sabían nada de él, desde las 22.45, cuando sus últimas palabras fueron: "Quiero morir con las armas en la mano".
El asesino confeso, de 23 años, estaba cercado desde las 03.00 hora local (02.00 GMT) de ayer por un fuerte dispositivo policial en su domicilio, un apartamento de la primera planta en un edificio en la calle Sergent Vigné del barrio de la Côte Pavée de Toulouse. El islamista no "expresó ningún pesar" salvo el de "no haber causado más víctimas" y se jactó de "haber puesto a Francia de rodillas", agregó, precisando que Merah planeaba asesinar el miércoles "a dos policías" de Toulouse y a un militar.
La investigación apunta también a "las conexiones que Merah podría tener con otras personas". Se trata de alguien "vinculado a gente que se reivindica como cercana al salafismo y a la yihad" (la guerra santa islamista), dijo el ministro de Interior.
Vigilancia de redes islamistas
Merah, cuyo único lamento ha sido no tener tiempo de causar más víctimas, ha justificado sus acciones, de acuerdo con el fiscal, por la situación de los palestinos, la política exterior francesa, en particular por la intervención en Afganistán, y por la normativa de Francia sobre el uso del velo islámico. El sospechoso trabajaba como mecánico en un taller de Toulouse y había sido condenado por delitos comunes una quincena de veces por el Tribunal de menores de esa ciudad, y pese a lo que afirmaron algunos medios de comunicación, los investigadores niegan que tratara de entrar en la Legión Extranjera en 2010.
La Policía dio con el sospechoso gracias al rastreo en internet de la dirección IP de su hermano. El análisis de los vídeos de las cámaras de vigilancia y el perfil psicológico de Merah fueron también decisivos para su identificación. Su muerte frustra las esperanzas de las autoridades francesas de capturarlo vivo y hacerlo comparecer ante la Justicia, pero sus relaciones seguirán siendo investigadas, tanto más cuanto en Francia se amplía ya la controversia sobre la vigilancia de las redes islamistas por parte de los servicios de inteligencia, dado que éstos sabían que Merah había estado en Afganistán y Pakistán.