EE UU lleva a China ante la OMC por limitar la exportación de minerales raros
Washington, AFP
Estados Unidos ha perdido la paciencia con China. Esta vez, ha denunciado al gigante asiático ante la Organización Mundial del Comercio por las restricciones que impone en las exportaciones de los conocidos como ‘elementos escasos’. Se trata de minerales raros que se utilizan en la fabricación de dispositivos electrónicos, como pantallas planas y teléfonos interactivos, y que son claves en la ‘economía verde’.
La denuncia está coordinada con Japón y Europa. El presidente estadounidense, Barack Obama, ya marcó como prioridad en su discurso sobre el estado de la Unión lograr que la economía de EE UU fuese más competitiva a escala global. “Tenemos los mejores empleados y los mejores productos”, reiteró al anunciar la acción. Pero señaló que se necesita también un terreno de juego en el que todos respeten reglas.
El 96% de estos minerales se producen en China. Obama dejó claro al presentar la denuncia que prefiere el diálogo al choque. “La relación es constructiva”, recalcó, “pero cuando es necesario y afecta al empleo, tenemos que actuar”. Ahora se abre un periodo de consultas en Ginebra para dar una nueva oportunidad a la solución de caso por la vía amistosa.
Los elementos raros también se usan en las baterías de coches eléctricos y turbinas para la generación de energía eólica, dos productos claves en la política de la Administración que preside Obama para reducir la dependencia en los combustibles fósiles. “Es demasiado importante para nosotros como para quedarnos mirando con los brazos cruzados”, remachó el presidente.
Las restricciones chinas pueden obligar a las compañías que utilizan estos elementos a acudir a minerales más caros. Y la limitación en las exportaciones, según los denunciantes, provoca un “alza artificial” de sus precios en el mercado global mientras que caen en el doméstico. Eso, dice el Departamento de Comercio de EE UU, “da una ventaja significativa a los fabricantes chinos”.
Pekín acusa a Washington de oportunismo político al anunciar esta acción, que se lanza a menos de ocho meses de que se celebren unas elecciones presidenciales donde la marcha de la economía es un pilar central en el choque electoral. Obama, de hecho, aprovechó su intervención pública para poner de relieve que durante su primer mandato se doblaron las acciones contra China.
Estados Unidos ha perdido la paciencia con China. Esta vez, ha denunciado al gigante asiático ante la Organización Mundial del Comercio por las restricciones que impone en las exportaciones de los conocidos como ‘elementos escasos’. Se trata de minerales raros que se utilizan en la fabricación de dispositivos electrónicos, como pantallas planas y teléfonos interactivos, y que son claves en la ‘economía verde’.
La denuncia está coordinada con Japón y Europa. El presidente estadounidense, Barack Obama, ya marcó como prioridad en su discurso sobre el estado de la Unión lograr que la economía de EE UU fuese más competitiva a escala global. “Tenemos los mejores empleados y los mejores productos”, reiteró al anunciar la acción. Pero señaló que se necesita también un terreno de juego en el que todos respeten reglas.
El 96% de estos minerales se producen en China. Obama dejó claro al presentar la denuncia que prefiere el diálogo al choque. “La relación es constructiva”, recalcó, “pero cuando es necesario y afecta al empleo, tenemos que actuar”. Ahora se abre un periodo de consultas en Ginebra para dar una nueva oportunidad a la solución de caso por la vía amistosa.
Los elementos raros también se usan en las baterías de coches eléctricos y turbinas para la generación de energía eólica, dos productos claves en la política de la Administración que preside Obama para reducir la dependencia en los combustibles fósiles. “Es demasiado importante para nosotros como para quedarnos mirando con los brazos cruzados”, remachó el presidente.
Las restricciones chinas pueden obligar a las compañías que utilizan estos elementos a acudir a minerales más caros. Y la limitación en las exportaciones, según los denunciantes, provoca un “alza artificial” de sus precios en el mercado global mientras que caen en el doméstico. Eso, dice el Departamento de Comercio de EE UU, “da una ventaja significativa a los fabricantes chinos”.
Pekín acusa a Washington de oportunismo político al anunciar esta acción, que se lanza a menos de ocho meses de que se celebren unas elecciones presidenciales donde la marcha de la economía es un pilar central en el choque electoral. Obama, de hecho, aprovechó su intervención pública para poner de relieve que durante su primer mandato se doblaron las acciones contra China.