Benedicto XVI asegura antes de viajar a Cuba que “el marxismo ya no sirve”
México, AFP
Benedicto XVI ha iniciado el viernes por la noche su primer viaje a México y Cuba con un mensaje contra la narcoviolencia y de crítica al marxismo. El Papa instó a “desenmascarar la estafa” que representa el narcotráfico y llamó a luchar contra ese “mal destructivo” para la sociedad, pocas horas antes de aterrizar en el aeropuerto de León, en el Estado de Guanajuato. Joseph Ratzinger declaró a los periodistas que le acompañaban en el avión que “hoy es evidente que el comunismo no funciona” en Cuba y que la Iglesia ayudará a la isla a buscar otras formas de avanzar sin “traumas”.
“Hoy es evidente que la ideología marxista en la forma en que fue concebida no se corresponde ya con la realidad”, afirmó el Papa, quien añadió que “nuevos modelos deben ser encontrados con paciencia y de forma constructiva”. Benedicto XVI ofreció la ayuda de la Iglesia “en un espíritu de diálogo que evite traumas y sirva para hacer avanzar a la sociedad” cubana. Su antecesor, Juan Pablo II, visitó la isla en 1998 abriendo el camino de la reconciliación entre la Iglesia y el régimen castrista.
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Sobre México, el Papa afirmó que "la tarea de la Iglesia es desenmascarar la idolatría del dinero que esclaviza a los hombres, desenmascarar el mal y las falsas promesas, desenmascarar la mentira y la estafa que están detrás de la droga".
La violencia vinculada al crimen organizado ha causado casi 50.000 muertos desde 2006 y dividido a la sociedad mexicana, mayoritariamente católica. El cartel de Los Caballeros Templarios aceptó el mes pasado la tregua pedida por el arzobispo de León durante la visita papal, mientras que el poeta católico y líder del Movimiento por la Paz, Javier Sicilia, ha criticado el "silencio cómplice" de la jerarquía eclesiástica ante los asesinatos. Sicilia, que ha viajado a Roma para entregar una carta al pontífice, dijo que el Vaticano ha dejado la "puerta abierta" a la posibilidad de que durante sus tres días de estancia en Guanajuato, Ratzinger "se salga del protocolo" y haga "un gesto evangélico" a favor de las víctimas de la violencia. Unos 13.000 efectivos, entre policías y militares, velarán por la seguridad.
Otras víctimas que esperan a Benedicto XVI en México son los exmiembros de los Legionarios de Cristo que sufrieron abusos sexuales por parte del fundador de esta congregación, el sacerdote mexicano, Marcial Maciel, fallecido en 2008 a los 87 años. Las denuncias de las víctimas fueron ignoradas durante años por el Vaticano hasta que Roma ordenó a Maciel en 2006 retirarse y vivir una vida de penitencia. El Papa no se reunirá ahora con ellas por razones de tiempo, lo que ha motivado la decepción y las protestas de las asociaciones que las agrupan.
La visita del Papa a México tiene también un trasfondo político. Llega cuando está a punto de arrancar la campaña electoral para las presidenciales del 1 de julio y su estancia se confina al Estado de Guanajuato, donde el Partido Acción Nacional (PAN), el del presidente Felipe Calderón, gobierna desde 1991. Esta circunstancia, cuando además el Senado mexicano debate una reforma constitucional que afecta a la laicidad del Estado, ha desatado el temor entre los partidos de la oposición a que el PAN rentabilice electoralmente el viaje.
El Vaticano ha insistido en que se trata de una visita pastoral aunque, dada su condición de jefe de Estado, mantendrá un encuentro con Calderón el sábado. No obstante, la Iglesia ha presionado en los últimos años a favor de la libertad religiosa en México y por su acceso a la enseñanza pública y los medios de comunicación.
Los candidatos presidenciales -Enrique Peña Nieto, del PRI; Josefina Vázquez Mota, del PAN, y Andrés Manuel López Obrador, del PRD, la izquierda- tan solo asistirán a la misa multitudinaria del domingo, donde también estará presente la cúpula del empresariado mexicano.
Ratzinger, cuya popularidad en México es mucho menor que la de Juan Pablo II, solo ha visitado América Latina en 2007 cuando fue a Brasil, pese a que la Iglesia latinoamericana se enfrenta a la creciente competencia de los movimientos evangélicos. A la entrada de León, grandes carteles de la secta La Luz del Mundo afirman: "Somos cristianos pero no católicos romanos".
Benedicto XVI ha iniciado el viernes por la noche su primer viaje a México y Cuba con un mensaje contra la narcoviolencia y de crítica al marxismo. El Papa instó a “desenmascarar la estafa” que representa el narcotráfico y llamó a luchar contra ese “mal destructivo” para la sociedad, pocas horas antes de aterrizar en el aeropuerto de León, en el Estado de Guanajuato. Joseph Ratzinger declaró a los periodistas que le acompañaban en el avión que “hoy es evidente que el comunismo no funciona” en Cuba y que la Iglesia ayudará a la isla a buscar otras formas de avanzar sin “traumas”.
“Hoy es evidente que la ideología marxista en la forma en que fue concebida no se corresponde ya con la realidad”, afirmó el Papa, quien añadió que “nuevos modelos deben ser encontrados con paciencia y de forma constructiva”. Benedicto XVI ofreció la ayuda de la Iglesia “en un espíritu de diálogo que evite traumas y sirva para hacer avanzar a la sociedad” cubana. Su antecesor, Juan Pablo II, visitó la isla en 1998 abriendo el camino de la reconciliación entre la Iglesia y el régimen castrista.
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