Ban cifra en más de 8.000 los muertos en Siria tras un año de "brutal represión"
Naciones Unidas, EFE
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró hoy su "solidaridad" con el pueblo sirio cuando se cumple un año de las protestas contra el régimen de Bachar al Asad, a las que el Gobierno dio respuesta con "una brutal represión que sigue inalterable" y que ha dejado "más de 8.000 muertos".
Ban "expresa su solidaridad al pueblo de Siria y a sus legítimas aspiraciones por lograr dignidad, libertad y justicia", dijo ante la prensa el portavoz de Ban, Martin Nesirky, con motivo del primer aniversario del inicio de las protestas a favor de reformas democráticas en las principales ciudades sirias.
Agregó que es "urgente romper con el ciclo de violencia" que vive el país árabe desde que Damasco optó por la represión para responder a las manifestaciones "pacíficas" de los civiles sirios en favor de "los derechos y libertades universales".
"Las consecuencias de esa decisión se exponen trágicamente ante los ojos del mundo", afirmó Ban, quien lamentó que "muchas más de 8.000 personas" hayan muerto hasta ahora en Siria "como resultado de la decisión del Gobierno de apostar por una represión violenta por delante del diálogo político pacífico y el cambio verdadero".
Hasta ahora Naciones Unidas había cifrado en unos 7.500 los fallecidos en el país árabe por la represión del régimen sirio.
Por su parte, los asesores especiales de la ONU para la Prevención de Genocidios, Francis Deng, y para la Responsabilidad de Proteger, Edward Luck, pidieron a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad "una acción colectiva inmediata, utilizando todos los instrumentos de que dispone la Carta de Naciones Unidas para proteger a la población de nuevas atrocidades en Siria".
"La ausencia de una condena y una respuesta internacional unificada ha animado al Gobierno sirio a seguir con sus acciones", agregaron los expertos.
Además, el máximo responsable de la ONU pidió al régimen de Al Asad que detenga "las operaciones militares contra los civiles" y que evite "una mayor militarización del conflicto", al tiempo que subrayó que "el statu quo en Siria es indefendible".
También exhortó al Gobierno y a la oposición "a colaborar con los esfuerzos" del enviado especial conjunto de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Kofi Annan.
En los doce meses que dura la crisis siria, el Consejo de Seguridad de la ONU ha sido incapaz de adoptar una resolución de condena a Damasco, debido al veto que ejercieron China y Rusia a dos resoluciones presentadas primero por las potencias occidentales y, después, por los países árabes.
Más éxito han tenido a la hora de condenar los crímenes contra la humanidad cometidos en Siria tanto en el Consejo de Derechos Humanos como en la Asamblea General, que sí que ha adoptado dos resoluciones de condena a Al Asad.
En la última de ellas se creó la figura del enviado especial que hoy encarna Annan y en cuya mediación residen ahora las esperanzas de acabar con la crisis por medios pacíficos.
Al cumplirse ese primer aniversario el Consejo sigue dividido en su respuesta a la crisis siria, aunque todos -incluidos Rusia y China- coinciden en que una eventual resolución subraye la necesidad de lograr el fin de la violencia y el acceso de la ayuda humanitaria.
Difieren, sin embargo, en la manera de pedir ese alto el fuego y en la equivalencia que Moscú quiere imponer entre la responsabilidad que tienen en la crisis las fuerzas de Al Asad y la oposición.
Coincidiendo con el aniversario, una coalición de 200 ONG de 27 países, entre ellas Human Rights Watch (HRW), la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) o el Centro Internacional por la Responsabilidad de Proteger, lanzaron la campaña "Todos juntos por Siria: Detengamos un año de derramamiento de sangre" para pedir a Rusia que apoye una reacción del Consejo de Seguridad.
La ONU también se ha centrado en los últimos meses en lograr el acceso de la ayuda humanitaria al país, unos esfuerzos liderados por la subsecretaria general para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, quien confirmó que Naciones Unidas participará a partir de este fin de semana en una misión de evaluación humanitaria encabezada por el Gobierno sirio.
Serán las autoridades sirias quienes dirijan la misión, en la que colaborarán empleados técnicos de la ONU y de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que recabarán información sobre la situación humanitaria real en el país y observarán las condiciones en varias de las ciudades más afectadas por la violencia.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró hoy su "solidaridad" con el pueblo sirio cuando se cumple un año de las protestas contra el régimen de Bachar al Asad, a las que el Gobierno dio respuesta con "una brutal represión que sigue inalterable" y que ha dejado "más de 8.000 muertos".
Ban "expresa su solidaridad al pueblo de Siria y a sus legítimas aspiraciones por lograr dignidad, libertad y justicia", dijo ante la prensa el portavoz de Ban, Martin Nesirky, con motivo del primer aniversario del inicio de las protestas a favor de reformas democráticas en las principales ciudades sirias.
Agregó que es "urgente romper con el ciclo de violencia" que vive el país árabe desde que Damasco optó por la represión para responder a las manifestaciones "pacíficas" de los civiles sirios en favor de "los derechos y libertades universales".
"Las consecuencias de esa decisión se exponen trágicamente ante los ojos del mundo", afirmó Ban, quien lamentó que "muchas más de 8.000 personas" hayan muerto hasta ahora en Siria "como resultado de la decisión del Gobierno de apostar por una represión violenta por delante del diálogo político pacífico y el cambio verdadero".
Hasta ahora Naciones Unidas había cifrado en unos 7.500 los fallecidos en el país árabe por la represión del régimen sirio.
Por su parte, los asesores especiales de la ONU para la Prevención de Genocidios, Francis Deng, y para la Responsabilidad de Proteger, Edward Luck, pidieron a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad "una acción colectiva inmediata, utilizando todos los instrumentos de que dispone la Carta de Naciones Unidas para proteger a la población de nuevas atrocidades en Siria".
"La ausencia de una condena y una respuesta internacional unificada ha animado al Gobierno sirio a seguir con sus acciones", agregaron los expertos.
Además, el máximo responsable de la ONU pidió al régimen de Al Asad que detenga "las operaciones militares contra los civiles" y que evite "una mayor militarización del conflicto", al tiempo que subrayó que "el statu quo en Siria es indefendible".
También exhortó al Gobierno y a la oposición "a colaborar con los esfuerzos" del enviado especial conjunto de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Kofi Annan.
En los doce meses que dura la crisis siria, el Consejo de Seguridad de la ONU ha sido incapaz de adoptar una resolución de condena a Damasco, debido al veto que ejercieron China y Rusia a dos resoluciones presentadas primero por las potencias occidentales y, después, por los países árabes.
Más éxito han tenido a la hora de condenar los crímenes contra la humanidad cometidos en Siria tanto en el Consejo de Derechos Humanos como en la Asamblea General, que sí que ha adoptado dos resoluciones de condena a Al Asad.
En la última de ellas se creó la figura del enviado especial que hoy encarna Annan y en cuya mediación residen ahora las esperanzas de acabar con la crisis por medios pacíficos.
Al cumplirse ese primer aniversario el Consejo sigue dividido en su respuesta a la crisis siria, aunque todos -incluidos Rusia y China- coinciden en que una eventual resolución subraye la necesidad de lograr el fin de la violencia y el acceso de la ayuda humanitaria.
Difieren, sin embargo, en la manera de pedir ese alto el fuego y en la equivalencia que Moscú quiere imponer entre la responsabilidad que tienen en la crisis las fuerzas de Al Asad y la oposición.
Coincidiendo con el aniversario, una coalición de 200 ONG de 27 países, entre ellas Human Rights Watch (HRW), la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) o el Centro Internacional por la Responsabilidad de Proteger, lanzaron la campaña "Todos juntos por Siria: Detengamos un año de derramamiento de sangre" para pedir a Rusia que apoye una reacción del Consejo de Seguridad.
La ONU también se ha centrado en los últimos meses en lograr el acceso de la ayuda humanitaria al país, unos esfuerzos liderados por la subsecretaria general para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, quien confirmó que Naciones Unidas participará a partir de este fin de semana en una misión de evaluación humanitaria encabezada por el Gobierno sirio.
Serán las autoridades sirias quienes dirijan la misión, en la que colaborarán empleados técnicos de la ONU y de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que recabarán información sobre la situación humanitaria real en el país y observarán las condiciones en varias de las ciudades más afectadas por la violencia.