Annan irrita a la oposición siria al hablar de "reformas" políticas

El enviado de la ONU llega el sábado a Damasco para intentar poner fin a las matanzas
Rusia rechaza un nuevo texto de condena internacional

El Cairo, El País

Kofi Annan, exsecretario general de la ONU, parece haber complicado sus opciones como mediador para la crisis siria. El enviado especial de la Liga Árabe y de Naciones Unidas ha declarado este viernes que la única solución posible pasa por un acuerdo entre el Gobierno y la oposición, y ha añadido que el envío de armas a los rebeldes solo “empeoraría las cosas”. Los líderes opositores se han mostrado indignados por las palabras de Annan y las han considerado casi insultantes “en un momento en el que los sirios son masacrados de forma cotidiana”. El actual secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha dicho este viernes que su predecesor se reunirá el sábado con el presidente sirio, Bachar el Asad, y que también tiene previsto un encuentro con la oposición. Este viernes se han registrado 35 nuevas víctimas mortales, según fuentes de la oposición.

“Ninguna solución política puede funcionar si no va acompañada de presión militar sobre el régimen”, ha manifestado Burhan Ghalioun, jefe del Consejo Nacional Sirio, la principal plataforma opositora en el exilio. “Temo que, como otros enviados internacionales antes que él, [Annan] tiene como objetivo malgastar uno o dos meses en inútiles esfuerzos de mediación”, ha agregado Ghalioun.

Nadie es capaz de encontrar una vía de salida al conflicto sirio. Estados Unidos y la OTAN desestiman cualquier tipo de operación militar internacional porque no tendría garantías de éxito y podría incendiar Oriente Próximo. La oposición se niega a negociar con el presidente Bachar el Asad porque considera que no es posible acordar nada con un dirigente que inflige una represión brutal sobre la población civil. El propio El Asad ha impulsado un teórico proceso de reformas que no reforma nada, porque el resultado último consistirá en su perpetuación en el poder.

El presidente cuenta con la superioridad que le confiere su Ejército y sofoca los brotes de rebelión con una brutalidad inusual incluso para una región tan violenta como Oriente Próximo, pero los rebeldes se muestran capaces de mantener una larga campaña de emboscadas, atentados y sublevaciones locales. Todo apunta a un conflicto largo y sangriento, con grave riesgo de desbordamiento hacia países vecinos como Líbano e Irak.

La llegada de Kofi Annan a Damasco, este sábado, coincidirá con una nueva operación punitiva del Ejército. La Cuarta División Mecanizada, la unidad militar que dirige el hermano del presidente y que protagoniza los asaltos más duros, se ha desplazado al norte, hacia la provincia de Idlib, donde se concentran unidades rebeldes del Ejército de la Siria Libre.

La oposición teme que en Idlib se repita la tragedia de Homs, una ciudad asediada y bombardeada durante casi todo el mes de febrero y finalmente asaltada. Lo que ocurrió en Baba Amro, el bastión rebelde de Homs, se desconoce aún. Baba Amro ha quedado casi vacío y abundan los testimonios sobre ejecuciones sumarias y torturas. Hay sospechas fundadas de que el Ejército cometió asesinatos en masa. Valerie Amos, que visitó el barrio dos días atrás, dijo haber visto devastación y desolación.

Este viernes ha habido manifestaciones contra el régimen en Homs, Hama, Idlib, Alepo, las afueras de Damasco y varias poblaciones del Kurdistán sirio. Según la oposición, el Ejército ha disparado contra las multitudes y ha matado a 35 personas, 13 de ellas en Homs. También se ha celebrado una manifestación a favor de Bachar el Asad en el centro de Damasco.

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