Al Qaeda mata a 27 policías en Irak en una espectacular operación a gran escala
Irak, AFP
Al menos 27 policías murieron este lunes en Haditha, una pequeña ciudad al oeste de Irak, en una operación de comando a gran escala atribuida a la red Al Qaeda, que tiene une fuerte presencia en esa región y se especializa en atentados contra las fuerzas de seguridad.
Unos 50 hombres armados, algunos de los ellos vestidos con uniforme del Ejército y circulando en vehículos militares, atacaron varios retenes de las fuerzas de seguridad a partir de las 2h00 locales (las 23h GMT del domingo), dijo Owaid Jalaf, un coronel de la policía de Haditha, situada a 210 km al oeste de Bagdad.
"Hemos recibido 27 cadáveres, todos de policías, y tres heridos, también policías", declaró a AFP el doctor Fadel el Nemraui, director del hospital general de Haditha-. Según el comandante Tarek Sayeh Hardan, portavoz de la policía de Haditha, entre los muertos figuran un coronel y un capitán. Esta fuente agregó que uno de los atacantes murió en los enfrentamientos.
Los asaltantes penetraron en Haditha atacando los retenes del oeste y el este de Haditha, donde murieron 12 policías. Luego se unieron a otros asaltantes que los estaban esperando en automóviles civiles, conformando una fuerza de unos 50 hombres, explicó Jalaf. El comando copó el domicilio de coronel Mohammed el Chauffer, ex jefe de la unidad de urgencia de Haditha, mató a sus tres custodias y lo secuestró.
El cuerpo de El Chauffer apareció más tarde en un mercado de la ciudad, indicó Jalaf. El capitán Jaled Mohammed Sayil corrió la misma suerte. El comando copó su domicilio, mató a sus tres guardaespaldas y lo remató de una bala en la cabeza, abandonando el cadáver con los ojos vendados.
"Al Qaeda es responsable. Encontramos volantes en un coche abandonado", acusó Jalaf. "La policía, el Ejército y las fuerzas de la provincia de Al Anbar están rastreando la ciudad, donde se impuso un toque de queda", dijo el coronel Jalaf.
Haditha está situada a medio camino de Bagdad y la frontera con Siria, en la provincia de Al Anbar, mayoritariamente sunita. El último ataque importante en Haditha, ex bastión de la insurrección sunita contra la invasión estadounidense en 2003, se había producido el 3 de marzo de 2011, cuando un kamikaze se hizo estallar en un banco, dando muerte a nueve personas.
En noviembre de 2005, Haditha fue escenario de uno de los crímenes de guerra más graves que se le adjudican en Irak al ejército estadounidense, que en esa ocasión mato a 24 iraquíes, entre ellos varios niños. Los atentados contra las fuerzas de seguridad son frecuentes en Irak. El 19 de febrero pasado, un atentado suicida contra la academia de policía de Bagdad provocó la muerte de 15 personas.
Cuatro días después, el 23 de febrero, una ola de atentados reivindicado por Al Qaeda en varias ciudades de Irak había dejado un balance de 42 muertos, en su mayoría policías. El "Estado islámico en Irak", paraguas de los grupos afiliados a Al Qaeda, comete desde hace años atentados sangrientos en Irak, en particular contra la comunidad chiita y las fuerzas de seguridad.
La violencia en Irak retrocedió con relación a los años 2006 y 2007, los más sangrientos desde la invasión estadounidense, pero los ataques y atentados siguen siendo cotidianos. Los últimos soldados estadounidenses se retiraron de Irak a fines de diciembre de 2011, al cabo de nueve años de ocupación del país.
Al menos 27 policías murieron este lunes en Haditha, una pequeña ciudad al oeste de Irak, en una operación de comando a gran escala atribuida a la red Al Qaeda, que tiene une fuerte presencia en esa región y se especializa en atentados contra las fuerzas de seguridad.
Unos 50 hombres armados, algunos de los ellos vestidos con uniforme del Ejército y circulando en vehículos militares, atacaron varios retenes de las fuerzas de seguridad a partir de las 2h00 locales (las 23h GMT del domingo), dijo Owaid Jalaf, un coronel de la policía de Haditha, situada a 210 km al oeste de Bagdad.
"Hemos recibido 27 cadáveres, todos de policías, y tres heridos, también policías", declaró a AFP el doctor Fadel el Nemraui, director del hospital general de Haditha-. Según el comandante Tarek Sayeh Hardan, portavoz de la policía de Haditha, entre los muertos figuran un coronel y un capitán. Esta fuente agregó que uno de los atacantes murió en los enfrentamientos.
Los asaltantes penetraron en Haditha atacando los retenes del oeste y el este de Haditha, donde murieron 12 policías. Luego se unieron a otros asaltantes que los estaban esperando en automóviles civiles, conformando una fuerza de unos 50 hombres, explicó Jalaf. El comando copó el domicilio de coronel Mohammed el Chauffer, ex jefe de la unidad de urgencia de Haditha, mató a sus tres custodias y lo secuestró.
El cuerpo de El Chauffer apareció más tarde en un mercado de la ciudad, indicó Jalaf. El capitán Jaled Mohammed Sayil corrió la misma suerte. El comando copó su domicilio, mató a sus tres guardaespaldas y lo remató de una bala en la cabeza, abandonando el cadáver con los ojos vendados.
"Al Qaeda es responsable. Encontramos volantes en un coche abandonado", acusó Jalaf. "La policía, el Ejército y las fuerzas de la provincia de Al Anbar están rastreando la ciudad, donde se impuso un toque de queda", dijo el coronel Jalaf.
Haditha está situada a medio camino de Bagdad y la frontera con Siria, en la provincia de Al Anbar, mayoritariamente sunita. El último ataque importante en Haditha, ex bastión de la insurrección sunita contra la invasión estadounidense en 2003, se había producido el 3 de marzo de 2011, cuando un kamikaze se hizo estallar en un banco, dando muerte a nueve personas.
En noviembre de 2005, Haditha fue escenario de uno de los crímenes de guerra más graves que se le adjudican en Irak al ejército estadounidense, que en esa ocasión mato a 24 iraquíes, entre ellos varios niños. Los atentados contra las fuerzas de seguridad son frecuentes en Irak. El 19 de febrero pasado, un atentado suicida contra la academia de policía de Bagdad provocó la muerte de 15 personas.
Cuatro días después, el 23 de febrero, una ola de atentados reivindicado por Al Qaeda en varias ciudades de Irak había dejado un balance de 42 muertos, en su mayoría policías. El "Estado islámico en Irak", paraguas de los grupos afiliados a Al Qaeda, comete desde hace años atentados sangrientos en Irak, en particular contra la comunidad chiita y las fuerzas de seguridad.
La violencia en Irak retrocedió con relación a los años 2006 y 2007, los más sangrientos desde la invasión estadounidense, pero los ataques y atentados siguen siendo cotidianos. Los últimos soldados estadounidenses se retiraron de Irak a fines de diciembre de 2011, al cabo de nueve años de ocupación del país.