Acusadas 75 personas por las 72 muertes durante un partido en Egipto
El Cairo, EP
La Fiscalía General de Egipto ha acusado a un total de 75 personas por los incidentes durante un partido de fútbol en Port Said, en el noreste del país, a principios de febrero en los que murieron 74 personas tras una estampida humana.
Entre los acusados está el jefe de seguridad de la ciudad. "Los acusados serán juzgados por un tribunal penal por el cargo de homicidio premeditado", explicó en un comunicado la Fiscalía General. Los incidentes se produjeron después de que los hinchas del Al Masry, un equipo de la ciudad, y los del Al Ahli, el club más exitoso de África, saltaran al campo.
El Parlamento realizó una rápida investigación en la que se culpó a los seguidores y a la pobre presencia de efectivos policiales, por lo que el jefe de seguridad de Port Said, Essam Samak, fue destituido. La televisión estatal informó de que nueve de los 75 acusados son agentes de Policía. Dos menores serán juzgados por un tribunal de menores.
Las puertas del estadio estaban cerradas, lo que impidió a los seguidores salir del estadio creándose una avalancha humana en la que muchos murieron aplastados. Muchos de los seguidores culparon al Gobierno por no enviar a suficientes efectivos policiales para controlar el partido y aseguraron que se había contratado a personas que iniciasen las trifulcas. Al menos 1.000 personas resultaron heridas.
Tras los enfrentamientos en el estadio de fútbol, se produjeron nuevas protestas en El Cairo que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad en las que murieron otras 16 personas.
La Fiscalía General de Egipto ha acusado a un total de 75 personas por los incidentes durante un partido de fútbol en Port Said, en el noreste del país, a principios de febrero en los que murieron 74 personas tras una estampida humana.
Entre los acusados está el jefe de seguridad de la ciudad. "Los acusados serán juzgados por un tribunal penal por el cargo de homicidio premeditado", explicó en un comunicado la Fiscalía General. Los incidentes se produjeron después de que los hinchas del Al Masry, un equipo de la ciudad, y los del Al Ahli, el club más exitoso de África, saltaran al campo.
El Parlamento realizó una rápida investigación en la que se culpó a los seguidores y a la pobre presencia de efectivos policiales, por lo que el jefe de seguridad de Port Said, Essam Samak, fue destituido. La televisión estatal informó de que nueve de los 75 acusados son agentes de Policía. Dos menores serán juzgados por un tribunal de menores.
Las puertas del estadio estaban cerradas, lo que impidió a los seguidores salir del estadio creándose una avalancha humana en la que muchos murieron aplastados. Muchos de los seguidores culparon al Gobierno por no enviar a suficientes efectivos policiales para controlar el partido y aseguraron que se había contratado a personas que iniciasen las trifulcas. Al menos 1.000 personas resultaron heridas.
Tras los enfrentamientos en el estadio de fútbol, se produjeron nuevas protestas en El Cairo que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad en las que murieron otras 16 personas.