Urgencia y frustración en diálogo sobre Siria
Urgencia por un empeoramiento de la situación en el terreno, pero también frustración porque incluso los participantes sabían que ninguna de las medidas discutidas en la reunión ayudarían a que el líder sirio, Bashar al Asad, deje el poder.
Corrió el rumor de que el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Aaudita, el príncipe Saud al-Faisal, se fue rápido del encuentro frustrado por las limitadas ambiciones que se plantearon en la reunión.
Está claro que los sauditas se sienten descontentos con el ritmo de la evolución de los acontecimientos y el tipo de consenso basado principalmente en la diplomacia.
En una reunión con la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, se le preguntó al príncipe si pensaba que era una buena idea armar a la oposición siria.
"Creo que es una excelente idea", respondió, sugiriendo que esa podría ser la posición que tome en el futuro su país.
Le pregunté a un ministro de Occidente muy prominente si pensaba que algunos países del Golfo ya deberían estar financiando o entregando municiones a la oposición siria.
Su respuesta fue evasiva -acompañada de una sonrisa y un guiño- lo que sugiere que quizás esta afirmación no está muy lejos de la verdad.
La diplomacia del ruido
Entonces ¿qué se logró aquí en Túnez?
El principal grupo de la oposición siria -el Consejo Nacional de Siria- ha recibido un importante apoyo. Ahora es visto por los gobiernos occidentales y de la Liga Árabe como un representante legítimo del pueblo sirio.
No "el" representante legítimo. Pero existe la esperanza de que intensifique los esfuerzos para atraer a todos los sectores de la sociedad siria y que otros grupos se unan en torno a él para formar un cuerpo mucho más representativo.
En todo caso, los diplomáticos tienen que lidiar con la oposición que existe, no la que les gustaría.
También hubo acuerdo para acelerar los preparativos para llevar ayuda humanitaria a ciudades como Homs.
EE.UU. y otros países están poniendo el dinero. Pero todo esto depende de que las autoridades sirias garanticen el acceso de la ayuda humanitaria.
La evacuación a pequeña escala de las víctimas del conflicto en Homs organizada por el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja Siria es un paso positivo, pero nadie sabe si va a dar lugar a oportunidades similares en el futuro.
El refuerzo de las sanciones económicas y diplomáticas también se discutió, pero tal como admitió el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, su efecto será paulatino no inmediato.
Hubo, sin embargo, ruido diplomático.
Hablando al final de la reunión, Clinton lanzó un ataque contra Rusia y China por su comportamiento en el bloqueo de una resolución contra Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU.
De hecho Moscú fue objeto de serias críticas por continuar armando al ejército sirio.
No hay que disimular el hecho de que existe desconcierto y un poco de rabia, sobre todo por la posición de Rusia, aunque se cree que esto podría ser contraproducente.
En efecto, si va a haber algún tipo de transición en Siria -o el colapso del régimen- la diplomacia rusa, dada su estrecha amistad en los últimos años con la familia Asad, podría ser una ventaja.
Así que el éxito o el fracaso de esta reunión realmente depende de cómo se le mire.
En términos diplomáticos hubo algunos logros modestos. Se pusieron en marcha nuevos mecanismos para que la crisis de Siria sea una prioridad en la agenda internacional.
El exsecretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, fue designado enviado especial para Siria. Y los Amigos de Siria se reunirán pronto otra vez- primero en Turquía y luego en Francia.
Sin embargo, desde la perspectiva de algunos de los actores clave en la región, y sobre todo desde el punto de vista de la oposición siria, esta reunión se quedó corta.
Hizo poco para cambiar un hecho fundamental.
Que los acontecimientos dentro de Siria y no las maniobras diplomáticas en el extranjero determinarán el destino de ese país.