Rusia seguirá revisando su sistema antimisiles si EEUU insiste en desplegar su escudo en Europa
Moscú, EP
El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, ha insistido este martes en que su país seguirá revisando sus sistemas de defensa antimisiles si Estados Unidos no renuncia al escudo que proyecta construir en suelo europeo o no establece una mayor colaboración con las autoridades rusas en este sentido.
Medvedev ha aclarado que "no significa el principio de una confrontación", pero Moscú no puede permanecer "indiferente" sobre algo que, según ha añadido, afecta a "intereses estratégicos" rusos, informa la agencia de noticias RIA Novosti.
En su discurso a la nación del pasado mes de noviembre, Medvedev ya advirtió de que, si finalmente Rusia no se implica en el proyecto de defensa antimisiles, desplegaría sus propios proyectiles Iskander en la región de Kaliningrado y congelaría sus esfuerzos en materia de desarme o control armamentístico, incluidos los contemplados en el tratado firmado con Estados Unidos.
"Haremos todo lo expresado por mí anteriormente, salvo que nuestros aliados renuncien a sus planes o nos propongan un plan para participar en el desarrollo conjunto de defensas antimisiles", ha resumido Medvedev.
Moscú quiere garantías vinculantes de que el escudo norteamericano no estará dirigido contra Rusia, algo que Washington niega pero no quiere poner por escrito. Las autoridades estadounidenses insisten en que el objetivo es responder a potenciales amenazas de países como Irán o Corea del Norte.
El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, ha insistido este martes en que su país seguirá revisando sus sistemas de defensa antimisiles si Estados Unidos no renuncia al escudo que proyecta construir en suelo europeo o no establece una mayor colaboración con las autoridades rusas en este sentido.
Medvedev ha aclarado que "no significa el principio de una confrontación", pero Moscú no puede permanecer "indiferente" sobre algo que, según ha añadido, afecta a "intereses estratégicos" rusos, informa la agencia de noticias RIA Novosti.
En su discurso a la nación del pasado mes de noviembre, Medvedev ya advirtió de que, si finalmente Rusia no se implica en el proyecto de defensa antimisiles, desplegaría sus propios proyectiles Iskander en la región de Kaliningrado y congelaría sus esfuerzos en materia de desarme o control armamentístico, incluidos los contemplados en el tratado firmado con Estados Unidos.
"Haremos todo lo expresado por mí anteriormente, salvo que nuestros aliados renuncien a sus planes o nos propongan un plan para participar en el desarrollo conjunto de defensas antimisiles", ha resumido Medvedev.
Moscú quiere garantías vinculantes de que el escudo norteamericano no estará dirigido contra Rusia, algo que Washington niega pero no quiere poner por escrito. Las autoridades estadounidenses insisten en que el objetivo es responder a potenciales amenazas de países como Irán o Corea del Norte.