Pentágono analiza alternativas de intervención en Siria
El Pentágono estudia hoy planes de contingencia contra Siria que no descartan la organización de una intervención militar en el país árabe para derrocar el presidente Bashar al-Assad.
Desde hace tres semanas el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha estado planeando un rango de acciones ante un eventual flujo de refugiados o la supuesta necesidad de ayuda médica de forma masiva solicitada por personal en Damasco.
El abanico de opciones no excluye un ataque militar con fuerzas armadas especiales y en coordinación con aliados de Washington como Turquía y otros integrantes de la OTAN, indicaron medios de prensa, entre ellos la cadena CNN y la radio nacional NPR.
Según asesores de la Casa Blanca, este movimiento del Pentágono es una iniciativa independiente de esa institución federal, con el objetivo de presentar alternativas sobre Siria al presidente Barack Obama en caso de que el Ejecutivo las requiera.
Nuestros planes militares tienen un amplio margen de variantes, aunque todavía pensamos que la diplomacia podría resultar una vía útil, apuntó la vocera del Pentágono Chris Perrine.
Congresistas conservadores como John McCain, Joe Lieberman y Lindsey Graham pidieron a Obama resoluciones más contundentes sobre la nación levantina y, en lo inmediato, suministrar armas a grupos subversivos que el gobierno de al-Assad califica de terroristas.
A inicios de esta semana Estados Unidos cerró su embajada en Siria, sacó a todos sus diplomáticos, y recomendó a los ciudadanos norteamericanos no viajar o salir de ese territorio en el Oriente Medio.
Un total de 17 empleados, incluyendo al embajador Robert Ford, salieron de la nación árabe en vuelos comerciales o por medios de transportación terrestre en ruta hacia Jordania.
Esta decisión no significa ruptura total de relaciones con Damasco, pero si que los nexos formales entre ambos gobiernos se mantendrán en niveles mínimos, acotaron portavoces de la Casa Blanca.
La administración Obama ha criticado lo que califica como una escalada de la violencia de militares sirios contra civiles e intentó condenar al presidente al-Assad en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado, argumentó que Siria no podía garantizar la seguridad de la misión de Washington. Aclaró que Ford mantendría desde el extranjero el contacto y la colaboración con opositores al gobierno sirio.