Los clubes brasileños celebran sus pocas bajas al final del plazo de fichajes
Río de Janeiro, EFE
Los clubes brasileños, generalmente diezmados a cada mercado invernal europeo de fichajes, celebraron hoy las pocas bajas que sufrieron este año tras concluir el martes el plazo para las transferencias.
La mayoría de los equipos brasileños mantuvieron este año a sus principales jugadores pese a ofertas hechas por algunos clubes europeos por futbolistas como Neymar, Paulo Henrique Ganso, Lucas y Leandro Damiao, destaques de la selección nacional.
La resistencia al siempre lamentado éxodo de jugadores que los conjuntos brasileños sufrían a comienzos de cada año la lideró el Corinthians, que se coronó campeón nacional en diciembre pasado y que mantuvo prácticamente intacta su plantilla, además de haber vuelto a fichar a Cassio, procedente del PSV Eindhoven holandés.
Mientras que enviaron al exterior a 26 jugadores, la mayoría de los cuales no estaban en los planes de los entrenadores, los clubes brasileños contrataron a 28 futbolistas procedentes del exterior.
La resistencia fue facilitada por la estabilidad de la economía brasileña, que los fortaleció, y por la crisis financiera europea, que impidió a los de esta zona hacer ofertas que antes eran irrecusables.
La principal baja la sufrió el Santos, que transfirió al lateral derecho Danilo al Oporto portugués.
El club paulista, sin embargo, consiguió retener a Neymar y Paulo Henrique Ganso, sus mayores revelaciones en los últimos años.
Tras garantizar la permanencia de Neymar con un inédito contrato para el fútbol brasileño que superó ofertas millonarias del Real Madrid y del Barcelona, el Santos festejó hoy el no haber perdido a Ganso.
El centrocampista prefirió permanecer en el Santos para disputar la Copa Libertadores y ante la promesa de una mejoría en su contrato a seguirle los pasos a Danilo, debido a que también recibió una oferta del Oporto, que tendrá que esperar ahora hasta agosto para intentar ficharlo.
"El jugador no tenía interés en irse y el club tampoco quería transferirlo. Con el fin de la ventana de transferencias acabaron finalmente los rumores", aseguró el presidente del Santos, Luis Alvaro de Oliveira Ribeiro.
El Sao Paulo cedió esta semana en préstamo al Granada español a Henrique, el mejor jugador del Mundial Sub'20 de este año pero que nunca consiguió sobresalir en la plantilla profesional.
El mismo club cedió al zaguero Xandao y al centrocampista Marlos, igualmente sin importancia para el Sao Paulo, pero, en cambio, gastó cerca de 5,5 millones de dólares en la contratación del atacante Jadson, que estaba en Ucrania.
El Fluminense transfirió al Villarreal español al argentino Alejandro Martinuccio, fichado el año pasado pero que no fue aprovechado.
Otros se reforzaron. El Flamengo repatrió por un elevado precio al delantero Vágner Love, que estaba en el CSKA de Moscú.
El Internacional contrató al centrocampista argentino Jesús Dátolo, del Espanyol, y el Gremio garantizó el regreso a Brasil del boliviano Marcelo Martins Moreno, del Shakhtar Donetsk ucraniano.
El Palmeiras se reforzó este año con el zaguero paraguayo Adalberto Román, del River Plate argentino, y con el delantero argentino Hernán Barcos, del Liga ecuatoriano, y el Vasco da Gama con el delantero ecuatoriano Carlos Tenorio, también del Liga.
Los brasileños de más renombre entre los que fueron negociados en el mercado de invierno europeo de este año se transfirieron de un club europeo a otro del mismo continente.
El centrocampista Thiago Motta abandonó el Inter italiano para reforzar el París Saint Germain francés y Philippe Coutinho le siguió los pasos y se fue al Espanyol.
Los clubes brasileños, generalmente diezmados a cada mercado invernal europeo de fichajes, celebraron hoy las pocas bajas que sufrieron este año tras concluir el martes el plazo para las transferencias.
La mayoría de los equipos brasileños mantuvieron este año a sus principales jugadores pese a ofertas hechas por algunos clubes europeos por futbolistas como Neymar, Paulo Henrique Ganso, Lucas y Leandro Damiao, destaques de la selección nacional.
La resistencia al siempre lamentado éxodo de jugadores que los conjuntos brasileños sufrían a comienzos de cada año la lideró el Corinthians, que se coronó campeón nacional en diciembre pasado y que mantuvo prácticamente intacta su plantilla, además de haber vuelto a fichar a Cassio, procedente del PSV Eindhoven holandés.
Mientras que enviaron al exterior a 26 jugadores, la mayoría de los cuales no estaban en los planes de los entrenadores, los clubes brasileños contrataron a 28 futbolistas procedentes del exterior.
La resistencia fue facilitada por la estabilidad de la economía brasileña, que los fortaleció, y por la crisis financiera europea, que impidió a los de esta zona hacer ofertas que antes eran irrecusables.
La principal baja la sufrió el Santos, que transfirió al lateral derecho Danilo al Oporto portugués.
El club paulista, sin embargo, consiguió retener a Neymar y Paulo Henrique Ganso, sus mayores revelaciones en los últimos años.
Tras garantizar la permanencia de Neymar con un inédito contrato para el fútbol brasileño que superó ofertas millonarias del Real Madrid y del Barcelona, el Santos festejó hoy el no haber perdido a Ganso.
El centrocampista prefirió permanecer en el Santos para disputar la Copa Libertadores y ante la promesa de una mejoría en su contrato a seguirle los pasos a Danilo, debido a que también recibió una oferta del Oporto, que tendrá que esperar ahora hasta agosto para intentar ficharlo.
"El jugador no tenía interés en irse y el club tampoco quería transferirlo. Con el fin de la ventana de transferencias acabaron finalmente los rumores", aseguró el presidente del Santos, Luis Alvaro de Oliveira Ribeiro.
El Sao Paulo cedió esta semana en préstamo al Granada español a Henrique, el mejor jugador del Mundial Sub'20 de este año pero que nunca consiguió sobresalir en la plantilla profesional.
El mismo club cedió al zaguero Xandao y al centrocampista Marlos, igualmente sin importancia para el Sao Paulo, pero, en cambio, gastó cerca de 5,5 millones de dólares en la contratación del atacante Jadson, que estaba en Ucrania.
El Fluminense transfirió al Villarreal español al argentino Alejandro Martinuccio, fichado el año pasado pero que no fue aprovechado.
Otros se reforzaron. El Flamengo repatrió por un elevado precio al delantero Vágner Love, que estaba en el CSKA de Moscú.
El Internacional contrató al centrocampista argentino Jesús Dátolo, del Espanyol, y el Gremio garantizó el regreso a Brasil del boliviano Marcelo Martins Moreno, del Shakhtar Donetsk ucraniano.
El Palmeiras se reforzó este año con el zaguero paraguayo Adalberto Román, del River Plate argentino, y con el delantero argentino Hernán Barcos, del Liga ecuatoriano, y el Vasco da Gama con el delantero ecuatoriano Carlos Tenorio, también del Liga.
Los brasileños de más renombre entre los que fueron negociados en el mercado de invierno europeo de este año se transfirieron de un club europeo a otro del mismo continente.
El centrocampista Thiago Motta abandonó el Inter italiano para reforzar el París Saint Germain francés y Philippe Coutinho le siguió los pasos y se fue al Espanyol.