Los "Amigos de Siria" condenan a Al Asad, pero no acuerdan medidas concretas

Túnez, EFE
Los países participantes en la reunión de "Amigos de Siria", celebrada hoy en Túnez, coincidieron en su "fuerte condena" al régimen sirio, aunque no acordaron ninguna medida concreta para detener la violencia o imponer un corredor humanitario.

En el documento final, los participantes, entre los que se encontraban los jefes de la diplomacia de varios países occidentales y árabes, con la ausencia destacada de Rusia y China, se instó a apoyar a la Liga Árabe, a una transición política, a exigir cuentas al régimen sirio, a apoyar a la oposición y a la necesidad de enviar ayuda humanitaria.

Sin embargo, se quedaron en el tintero varias propuestas como la de Túnez de instar a Moscú a promover una salida negociada de Al Asad, una hoja de ruta presentada por el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal grupo opositor, o la ayuda militar que pide el Ejército Libre.

No obstante, las diferencias entre algunos los participantes, como quedó patente con el abandono del ministro de Exteriores saudí de la reunión tras criticar la ausencia de medidas concretas, no impidió que se consensuara una postura común.

De hecho, varios participantes, como Estados Unidos, Túnez o España coincidieron en que el hecho de poder consensuar un texto común en esta primera reunión, entre los más de 60 participantes y en tan poco tiempo, ha sido un éxito.

Fuentes del CNS mostraron a Efe su satisfacción por la decisión de los reunidos de reconocer esta plataforma opositora como "un interlocutor legítimo del pueblo sirio", una de las aspiraciones de este grupo.

No obstante, en el comunicado se pidió al CNS que se abra a otros actores y sensibilidades de la sociedad siria.

En este sentido, la nota final afirma que se trabajará para la celebración de una reunión en torno al CNS para materializar una "herramienta de coordinación que represente a todas las partes para asentar el trabajo común".

"Es muy importante que en los próximos días se incluyan representantes de todos los grupos y minorías religiosas" en el CNS, tanto de dentro como de fuera del país para que se pueda desarrollar una "genuina transición política", dijo la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Cinton, tras la cita.

En la reunión también se acordó repetir el encuentro el próximo marzo en Turquía, aunque no se precisó ninguna fecha concreta.

La celebración de esta cita es una consecuencia del reciente bloqueo de Rusia y China a una condena del Consejo de Seguridad de la ONU al régimen del presidente Bachar al Asad.

En una rueda de prensa celebrada tras la reunión, Clinton arremetió contra Rusia y China, que se niegan a que Al Asad abandone el poder, por su bloqueo en el Consejo de Seguridad.

La secretaria estadounidense, que calificó la postura de ambos países como "insostenible" y "contraria a la historia", dijo que Moscú y Pekín "están en contra de las aspiraciones del mundo árabe".

"Están básicamente diciendo, nosotros no estamos de acuerdo en que tengáis derecho a tener elecciones", subrayó antes de concluir que "no están del lado del pueblo sirio".

En este sentido, Clinton, que apostó por cambiar la postura de Moscú y Pekin, los dos grandes ausentes, insistió en que volverá "una y otra vez" al Consejo de Seguridad.

Desde el comienzo de la rebelión siria, el pasado marzo más de 5.000 personas han muerto según la ONU (más de 8.500 según la oposición), debido a la represión del Ejército, que en las últimas semanas ha concentrado sus ataques contra la ciudad de Homs.

La nota final también exigió, "especialmente al Gobierno sirio", "el fin total de la violencia y la protección de los ciudadanos", la liberación de todos los detenidos y la retirada de las fuerzas militares de las ciudades y los pueblos.

Lo participantes exigieron, por otra parte, que se garantice el derecho de las manifestaciones pacíficas y que no se entorpezca el trabajo de los medios de información.

Sin embargo, los "Amigos de Siria" se limitaron a "registrar" la petición de la Liga Árabe de presentar al Consejo de Seguridad de la ONU de formar una fuerza conjunta árabe-ONU que sería desplegada tras el fin de la violencia.

En cuanto a la transición política, el comunicado leído por el ministro de Exteriores tunecino, Rafik Abdelsalem, mostró su apoyo al plan de la Liga Árabe, que incluye el abandono del poder de Bachar al Asad, un punto que precisamente no comparten ni Rusia ni China.

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