Las autoridades de Arabia saudí prometen acabar con las revueltas con "puño de hierro"
Londres, EP
El Ministerio del Interior de Arabia Saudí aseguró este lunes que actuará con "puño de hierro" para acabar con al violencia de las zonas chiíes del país y defendió la represión contra una serie de fuerzas con apoyo extranjero.
Las autoridades de Arabia Saudí, de creencia suní, han culpado en los últimos meses a poderes extranjeros de las revueltas en la zona este del país, donde la minoría chií ha acusado a las fuerzas de seguridad de diversos ataques.
"El Estado tiene el derecho a enfrentarse a aquellos que provocan enfrentamientos primero (...) y las fuerzas de seguridad de Arabia Saudí se enfrentarán a esas situaciones (...) con fuerza y determinación actuando con puño de hierro", explicó el Ministerio en un comunicado.
Esta nota ha sido publicada en respuesta al sermón de un imán de la zona de Qatif, en la provincia Este, que criticó la forma en la que el Gobierno se estaba enfrentando a la situación, en la que habrían muerto seis personas, según explicó un portavoz del Ministerio.
Los activistas explicaron que las protestas comenzaron el pasado año en medio de las revueltas en el norte de África y en Oriente Próximo y que crecieron cuando las fuerzas de seguridad detuvieron a varios opositores. Cuatro personas murieron en noviembre, una en enero y otra a principios de este mes, según los comunicados anteriores del Ministerio.
El comunicado señaló que las fuerzas de seguridad "se han controlado (...) a pesar de las continuas provocaciones" y "no nunca actuaron salvo para defenderse y que no iniciaron los enfrentamientos".
La minoría chií se queja de que las autoridades impiden que accedan a puestos del Gobierno, ir a la universidad o practicar su religión en lugares abiertos como los suníes. Además, desde que comenzaron las protestas, las fuerzas de seguridad han emprendido una serie de controles policiales en las zonas chiíes.
El Ministerio del Interior de Arabia Saudí aseguró este lunes que actuará con "puño de hierro" para acabar con al violencia de las zonas chiíes del país y defendió la represión contra una serie de fuerzas con apoyo extranjero.
Las autoridades de Arabia Saudí, de creencia suní, han culpado en los últimos meses a poderes extranjeros de las revueltas en la zona este del país, donde la minoría chií ha acusado a las fuerzas de seguridad de diversos ataques.
"El Estado tiene el derecho a enfrentarse a aquellos que provocan enfrentamientos primero (...) y las fuerzas de seguridad de Arabia Saudí se enfrentarán a esas situaciones (...) con fuerza y determinación actuando con puño de hierro", explicó el Ministerio en un comunicado.
Esta nota ha sido publicada en respuesta al sermón de un imán de la zona de Qatif, en la provincia Este, que criticó la forma en la que el Gobierno se estaba enfrentando a la situación, en la que habrían muerto seis personas, según explicó un portavoz del Ministerio.
Los activistas explicaron que las protestas comenzaron el pasado año en medio de las revueltas en el norte de África y en Oriente Próximo y que crecieron cuando las fuerzas de seguridad detuvieron a varios opositores. Cuatro personas murieron en noviembre, una en enero y otra a principios de este mes, según los comunicados anteriores del Ministerio.
El comunicado señaló que las fuerzas de seguridad "se han controlado (...) a pesar de las continuas provocaciones" y "no nunca actuaron salvo para defenderse y que no iniciaron los enfrentamientos".
La minoría chií se queja de que las autoridades impiden que accedan a puestos del Gobierno, ir a la universidad o practicar su religión en lugares abiertos como los suníes. Además, desde que comenzaron las protestas, las fuerzas de seguridad han emprendido una serie de controles policiales en las zonas chiíes.