La oposición siria denuncia la muerte de al menos 217 personas en Homs
La ONU vota este sábado el borrador de resolución sobre el país árabe sin apoyo de Moscú
Damasco, El País
Nuevo viernes sangriento en Siria. Al menos 217 personas han perdido la vida en la ciudad de Homs por disparos de mortero del Ejército, según fuentes de la oposición. Este episodio de violencia tiene lugar en vísperas de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas vote este sábado un nuevo borrador de resolución sobre el país árabe. La mayoría de los tiroteos han tenido lugar en el distrito de Khalidiya. Las cadenas de televisión panárabes Al Arabiya y Al Yazira han mostrado durante el día decenas de cadáveres en la calle. "Las fuerzas armadas sirias están disparando con morteros desde varios puntos, algunos edificios están ardiendo", ha comentado Rami Abdulrahman, líder del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una de las principales plataformas opositoras al régimen de Damasco. El mismo OSDH ha pedido al pueblo sirio que salga a las calles y se levante contra el régimen.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto reunirse a las nueve de la mañana en Nueva York (las cinco de la tarde, hora peninsular española) para pronunciarse acerca del texto de la resolución sobre Siria acordado en las últimas horas, que respalda los planes de la Liga Árabe evitando hacer mención explícita a la marcha del presidente sirio Bachar el Asad. La omisión fue acordada en un intento de sumar el apoyo de Rusia. Sin embargo, Moscú ya ha dicho que no apoyará el texto mientras mantiene la incógnita de si empleará el derecho a veto que tiene como miembro permanente del Consejo.
El viceministro de Exteriores de Rusia, Gennady Gatilov, ha explicado que su Gobierno no puede apoyar el borrador porque los cambios hechos en el texto -precisamente para atraer el voto ruso- no son "suficientes" para lograr su respaldo. El número dos de la cancillería rusa no ha aclarado si Moscú vetará o se abstendrá en la votación del máximo órgano de Naciones Unidas.
Las palabras de Gatilov dan un vuelco al tímido cambio que en las últimas horas había mostrado Moscú. Este viernes, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, citado por la agencia de noticias rusa RIA Novosti, afirmó que el Consejo de Seguridad había llegado a un acuerdo. "Tenemos el texto que debemos enviar a nuestras capitales y esperaremos el resultado", dijo Churkin a los periodistas tras una reunión de cuatro horas a puerta cerrada, el jueves, entre los 15 países del Consejo de Seguridad. Churkin había advertido, sin embargo, que el acuerdo sobre la resolución "no predetermina de ninguna manera el resultado final". La embajadora estadounidense, Susan Rice, describió la situación como "discusiones en ocasiones difíciles pero en último término útiles". "Seguimos trabajando, esto no está hecho", añadió, citada por CNN.
Las negociaciones sobre este texto se prolongan ya desde hace más de un mes, cuando Rusia presentó por primera vez un proyecto de resolución que condenaba la violencia en Siria. El texto en sí suponía una importante novedad en la estrategia rusa en la ONU, donde en la ocasión anterior había vetado, junto a China, un texto de condena a la represión de Bachar el Asad que ya ha provocado más de 6.000 muertos, entre ellos cientos de niños según cálculos de la ONU. Con el silencio de China sobre la crisis siria en las últimas semanas, Rusia es el único aliado que le queda a El Asad en estos momentos.
El texto ruso, sin embargo, era inaceptable por las potencias occidentales que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad, ya que ponía al mismo nivel la violencia ejercida por la dictadura contra las revueltas que empezaron en el país el pasado marzo y la rebelión contra el régimen. Los países occidentales y los países árabes del Consejo presentaron su propio texto en enero, promovido por Francia, Marruecos y Catar, en el que recogían las recomendaciones de la Liga Árabe tas una misión de observación en Siria que fracasó por la falta de colaboración del régimen. La Liga Árabe emitió un informe en el que condenaba la violencia de ambos bandos y pedía a Bachar el Asad que dejara el poder en favor de su vicepresidente para facilitar una transición pacífica. El Asad rechaza categóricamente esta posible salida al conflicto.
La resolución promovida en las últimas semanas en la ONU por Francia, Marruecos y Catar recogía estas y otras recomendaciones de la Liga Árabe que Moscú consideró desde el primer momento "inaceptables". Rusia ha planteado una dura batalla diplomática en los últimos días para evitar que un texto de este tipo se someta a votación.
El nuevo borrador, según informó Reuters, recoge cambios para acercarse a la posición rusa. Ahora apuesta por una transición liderada desde la propia Siria, ya no critica la venta de armas a ese país y renuncia a algunos detalles clave del plan de la Liga Árabe, como la petición de que El Asad dimita. Según negociadores occidentales, los países árabes tratan de convencer a Rusia de que la resolución no apuesta por un "cambio de régimen" en Siria.
Damasco, El País
Nuevo viernes sangriento en Siria. Al menos 217 personas han perdido la vida en la ciudad de Homs por disparos de mortero del Ejército, según fuentes de la oposición. Este episodio de violencia tiene lugar en vísperas de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas vote este sábado un nuevo borrador de resolución sobre el país árabe. La mayoría de los tiroteos han tenido lugar en el distrito de Khalidiya. Las cadenas de televisión panárabes Al Arabiya y Al Yazira han mostrado durante el día decenas de cadáveres en la calle. "Las fuerzas armadas sirias están disparando con morteros desde varios puntos, algunos edificios están ardiendo", ha comentado Rami Abdulrahman, líder del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una de las principales plataformas opositoras al régimen de Damasco. El mismo OSDH ha pedido al pueblo sirio que salga a las calles y se levante contra el régimen.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto reunirse a las nueve de la mañana en Nueva York (las cinco de la tarde, hora peninsular española) para pronunciarse acerca del texto de la resolución sobre Siria acordado en las últimas horas, que respalda los planes de la Liga Árabe evitando hacer mención explícita a la marcha del presidente sirio Bachar el Asad. La omisión fue acordada en un intento de sumar el apoyo de Rusia. Sin embargo, Moscú ya ha dicho que no apoyará el texto mientras mantiene la incógnita de si empleará el derecho a veto que tiene como miembro permanente del Consejo.
El viceministro de Exteriores de Rusia, Gennady Gatilov, ha explicado que su Gobierno no puede apoyar el borrador porque los cambios hechos en el texto -precisamente para atraer el voto ruso- no son "suficientes" para lograr su respaldo. El número dos de la cancillería rusa no ha aclarado si Moscú vetará o se abstendrá en la votación del máximo órgano de Naciones Unidas.
Las palabras de Gatilov dan un vuelco al tímido cambio que en las últimas horas había mostrado Moscú. Este viernes, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, citado por la agencia de noticias rusa RIA Novosti, afirmó que el Consejo de Seguridad había llegado a un acuerdo. "Tenemos el texto que debemos enviar a nuestras capitales y esperaremos el resultado", dijo Churkin a los periodistas tras una reunión de cuatro horas a puerta cerrada, el jueves, entre los 15 países del Consejo de Seguridad. Churkin había advertido, sin embargo, que el acuerdo sobre la resolución "no predetermina de ninguna manera el resultado final". La embajadora estadounidense, Susan Rice, describió la situación como "discusiones en ocasiones difíciles pero en último término útiles". "Seguimos trabajando, esto no está hecho", añadió, citada por CNN.
Las negociaciones sobre este texto se prolongan ya desde hace más de un mes, cuando Rusia presentó por primera vez un proyecto de resolución que condenaba la violencia en Siria. El texto en sí suponía una importante novedad en la estrategia rusa en la ONU, donde en la ocasión anterior había vetado, junto a China, un texto de condena a la represión de Bachar el Asad que ya ha provocado más de 6.000 muertos, entre ellos cientos de niños según cálculos de la ONU. Con el silencio de China sobre la crisis siria en las últimas semanas, Rusia es el único aliado que le queda a El Asad en estos momentos.
El texto ruso, sin embargo, era inaceptable por las potencias occidentales que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad, ya que ponía al mismo nivel la violencia ejercida por la dictadura contra las revueltas que empezaron en el país el pasado marzo y la rebelión contra el régimen. Los países occidentales y los países árabes del Consejo presentaron su propio texto en enero, promovido por Francia, Marruecos y Catar, en el que recogían las recomendaciones de la Liga Árabe tas una misión de observación en Siria que fracasó por la falta de colaboración del régimen. La Liga Árabe emitió un informe en el que condenaba la violencia de ambos bandos y pedía a Bachar el Asad que dejara el poder en favor de su vicepresidente para facilitar una transición pacífica. El Asad rechaza categóricamente esta posible salida al conflicto.
La resolución promovida en las últimas semanas en la ONU por Francia, Marruecos y Catar recogía estas y otras recomendaciones de la Liga Árabe que Moscú consideró desde el primer momento "inaceptables". Rusia ha planteado una dura batalla diplomática en los últimos días para evitar que un texto de este tipo se someta a votación.
El nuevo borrador, según informó Reuters, recoge cambios para acercarse a la posición rusa. Ahora apuesta por una transición liderada desde la propia Siria, ya no critica la venta de armas a ese país y renuncia a algunos detalles clave del plan de la Liga Árabe, como la petición de que El Asad dimita. Según negociadores occidentales, los países árabes tratan de convencer a Rusia de que la resolución no apuesta por un "cambio de régimen" en Siria.