La oposición libanesa apoya la revuelta en Siria y augura su victoria
Beirut, EFE
El líder de la oposición libanesa, Saad Hariri, aseguró hoy que Siria no volverá a dominar el Líbano y auguró el éxito de la revuelta contra el régimen de Bachar al Asad, durante la conmemoración del séptimo aniversario del asesinato de su padre, el ex primer ministro Rafic Hariri.
"La sangre del mártir Rafic Hariri y sus compañeros triunfó por segunda vez y el Líbano inicia un segundo giro político tras grandes sucesos como la primavera árabe y la cuenta atrás para el gobierno del partido único en Siria", dijo el líder opositor en un discurso por videoconferencia desde París.
Saad Hariri señaló que nada podrá hacer volver al Líbano a "la era de la hegemonía y dominación" siria, que se inició en 1976 con la invasión de las tropas de Hafez al Asad y concluyó en 2005 tras ser acusado el régimen de Damasco del magnicidio de Hariri.
En su alocución, su hijo expresó su deseo de cooperar con el Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa a la mayoría de la oposición siria en el exilio.
"La victoria del pueblo sirio abrirá la vía al establecimiento de relaciones diplomáticas con el Líbano y marcará el verdadero fin de la hegemonía. El régimen sirio se encamina inevitablemente hacia su fin", agregó.
Por su parte, el CNS se solidarizó con el Líbano en la conmemoración del asesinato de Rafic Hariri, ocurrido el 14 de febrero de 2005, y mostró su apoyo a "la independencia y democracia en el Líbano".
"El éxito del 2005, que hizo salir al Ejército sirio del Líbano, fue la primera bofetada al régimen de Al Asad", dijo el CNS.
A parte de la cuestión Siria, Saad Hariri también instó al grupo chií y pro sirio Hizbulá a entregar a los acusados del asesinato de su padre, pero aseguró que no responsabiliza al grupo y a los chiíes del mismo.
Cuatro miembros de Hizbulá fueron acusados del atentado por el Tribunal Especial para el Líbano (TEL), que deberá juzgar a los asesinos de Hariri.
"Escogimos el camino de la justicia y no de la venganza. El TEL no acusó a un grupo o a una comunidad. Los chiíes son igual que los otros libaneses y apoyan la libertad y la democracia", subrayó el líder opositor.
El líder de la oposición libanesa, Saad Hariri, aseguró hoy que Siria no volverá a dominar el Líbano y auguró el éxito de la revuelta contra el régimen de Bachar al Asad, durante la conmemoración del séptimo aniversario del asesinato de su padre, el ex primer ministro Rafic Hariri.
"La sangre del mártir Rafic Hariri y sus compañeros triunfó por segunda vez y el Líbano inicia un segundo giro político tras grandes sucesos como la primavera árabe y la cuenta atrás para el gobierno del partido único en Siria", dijo el líder opositor en un discurso por videoconferencia desde París.
Saad Hariri señaló que nada podrá hacer volver al Líbano a "la era de la hegemonía y dominación" siria, que se inició en 1976 con la invasión de las tropas de Hafez al Asad y concluyó en 2005 tras ser acusado el régimen de Damasco del magnicidio de Hariri.
En su alocución, su hijo expresó su deseo de cooperar con el Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa a la mayoría de la oposición siria en el exilio.
"La victoria del pueblo sirio abrirá la vía al establecimiento de relaciones diplomáticas con el Líbano y marcará el verdadero fin de la hegemonía. El régimen sirio se encamina inevitablemente hacia su fin", agregó.
Por su parte, el CNS se solidarizó con el Líbano en la conmemoración del asesinato de Rafic Hariri, ocurrido el 14 de febrero de 2005, y mostró su apoyo a "la independencia y democracia en el Líbano".
"El éxito del 2005, que hizo salir al Ejército sirio del Líbano, fue la primera bofetada al régimen de Al Asad", dijo el CNS.
A parte de la cuestión Siria, Saad Hariri también instó al grupo chií y pro sirio Hizbulá a entregar a los acusados del asesinato de su padre, pero aseguró que no responsabiliza al grupo y a los chiíes del mismo.
Cuatro miembros de Hizbulá fueron acusados del atentado por el Tribunal Especial para el Líbano (TEL), que deberá juzgar a los asesinos de Hariri.
"Escogimos el camino de la justicia y no de la venganza. El TEL no acusó a un grupo o a una comunidad. Los chiíes son igual que los otros libaneses y apoyan la libertad y la democracia", subrayó el líder opositor.