La ONU acusa a Israel de aplicar una "estrategia de judeización"

Jerusalén, EP
La relatora especial de la ONU sobre el Derecho a una Vivienda Adecuada, Raquel Rolnik, ha acusado a las autoridades de Israel de aplicar una "estrategia de judeización" en su política de vivienda en Cisjordania y Jerusalén Este.

Las construcciones israelíes que perjudican a los beduinos del desierto del Neguev y a los palestinos de Jerusalén Este y del Área C de Cisjordania "son la nueva frontera del despojo que sufren los habitantes tradicionales y la aplicación de una estrategia de judeización y control del territorio", afirmó Rolnik en una rueda de prensa en Jerusalén este domingo, tras finalizar una visita de dos semanas a Israel y los territorios palestinos.

Rolnik va a presentar un informe sobre la política de vivienda de Israel ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que debatirá este asunto en marzo de 2013. Sus conclusiones iniciales indican que "el sistema de planificación y urbanización israelí infringe el derecho a una vivienda adecuada", adelantó.

Las personas cuyos derechos se vulneran son los palestinos y otras minorías y las personas con un bajo nivel de ingresos, que cada vez tienen más dificultades para encontrar una vivienda asequible, según la relatora, citada este lunes por medios israelíes y palestinos.

En Cisjordania, "la presencia palestina se ha ido limitando progresivamente y, de forma paralela, se ha dado un apoyo desproporcionado a la expansión de las comunidades judías", señaló.

Rolnik destacó que en Israel el Estado posee el 93 por ciento de los terrenos y por eso el Gobierno podría aplicar políticas que facilitasen el acceso a viviendas asequibles. En este aspecto, la situación ha empeorado en las dos últimas décadas y ahora los terrenos públicos se sacan a concurso con el propósito de obtener la mayor rentabilidad, según explicó.

DISCRIMINACIÓN

Además, afirmó que los beduinos y los palestinos son víctimas de prácticas discriminatorias, como ocurre con la expropiación de tierras. Otro ejemplo es el hecho de que en Jerusalén Este los palestinos solo pueden pedir permisos para construir en el 13 por ciento del territorio.

"El número de permisos que se conceden es totalmente inadecuado para las necesidades de vivienda que hay, así que muchos palestinos construyen sin permiso" y por eso hay decenas de miles de casas de palestinos que corren el riesgo de ser demolidas, añadió.

Más del 70 por ciento de las estructuras que se demuelen en Jerusalén pertenecen a palestinos, pese a que solo el 20 por ciento de los infractores de las normas de construcción pertenecen a esta comunidad.

Rolnik afirmó que en Cisjordania, las medidas administrativas y de seguridad tienen como resultado la demolición de casas palestinas y limitan el crecimiento palestino y el acceso de estas personas a un sustento y a diversos servicios.

El año pasado, Israel echó abajo 622 estructuras palestinas, de las cuales 222 eran viviendas, y 1.094 personas tuvieron que buscarse otro hogar, según los datos que maneja la relatora. "Esto es casi el doble que en 2010", precisó Rolnik, que agregó que el mayor número de demoliciones se realizó en el valle del Jordán.

La relatora indicó que la política de vivienda de Israel en Cisjordania se basa en cuestiones de seguridad. "Pero, desde luego, los elementos antidemocráticos y discriminatorios en la planificación del espacio y las estrategias urbanas de Israel parecen contribuir a agravar el conflicto en vez de promover la paz", advirtió.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Yigal Palmor, dijo que las declaraciones de Rolnik "ponen de manifiesto que no ha comprendido para nada cuál es la realidad" y la instó a "volver a empezar y hacer bien su trabajo".

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