La Asamblea General de la ONU condena las "sistemáticas" violaciones de DDHH en Siria
Nueva York, EP
La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado por una amplia mayoría una resolución que condena las "sistemáticas y generalizadas" violaciones de Derechos Humanos cometidas por el régimen liderado por Bashar al Assad en Siria, reclama la renuncia del mandatario y expresa su apoyo al plan de paz presentado por la Liga Árabe.
El texto, que no es vinculante y sólo tiene valor simbólico, ha sido ratificado con el apoyo de 137 países de los 193 que conforman la Asamblea General y ha contado con doce votos en contra, incluidos los de China y Rusia, que vetaron un texto idéntico en el Consejo de Seguridad el 4 de febrero, y con 17 abstenciones, según ha informado la organización que lidera el surcoreano Ban Ki Moon.
Naciones Unidas estima que la represión ejercida por las fuerzas de seguridad en Siria desde que en marzo de 2011 comenzaron las protesta contra el régimen de Al Assad se ha cobrado la vida de más de 5.400 personas y ha obligado a 25.000 personas a abandonar el país.
El texto aprobado por la Asamblea General condena las "sistemáticas y generalizadas violaciones de Derechos Humanos y libertades fundamentales cometidas por las autoridades sirias", a las que acusa de emplear la fuerza contra civiles, de realizar ejecuciones arbitrarias y del asesinato y persecución de los manifestantes, los defensores de Derechos Humanos y los periodistas.
La resolución condena asimismo las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzosas, las interferencias del régimen en la asistencia médica, las torturas, la violencia sexual y los maltratos a civiles, incluidos niños. Además, reclama a Siria que "ponga fin de inmediato a todas las violaciones de Derechos Humanos y a los ataques contra civiles".
En su intervención previa a la votación, el embajador sirio ante Naciones Unidas, Bashar Jaafari, ha afirmado que la resolución es un texto "parcial" que no tiene nada ver con la situación real que atraviesa su país. Jaafari ha detallado algunos de las medidas adoptadas por el régimen en respuesta a las demandas populares, como la convocatoria de un referéndum constitucional para el próximo 26 de febrero y su disposición a abrir un proceso de diálogo nacional.
El embajador sirio ha incidido en que ningún país debería permitir la presencia de grupos terroristas armados en su territorio y ha manifestado su "honda preocupación" por la actitud de los países que han impulsado la resolución ratificada este jueves, a los que ha pedido que dejen de interferir en los asuntos internos de su país.
Por su parte, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navy Pillay, ha insistido en la necesidad de que la comunidad internacional tome cartas en el asunto para poner fin a la violencia en Siria. "Cuanto más tiempo esté la comunidad internacional sin entrar en acción, más sufrirá la población civil las incontables atrocidades que se cometen en su contra", ha dicho.
En línea similar, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha subrayado que el Gobierno sirio debe cumplir la normativa internacional en materia de Derechos Humanos y debe detener "la escalada de pérdidas de vidas" que se sucede desde el año pasado.
En declaraciones a la prensa en Viena (Austria), Ban ha asegurado que la falta de consenso que provocó el rechazo de la resolución de condena al régimen sirio en el Consejo de Seguridad no autoriza al Gobierno de Bashar al Assad para que siga atacando "a sus propios ciudadanos". "Cuanto más dure el debate, más personas morirán", ha advertido.
La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado por una amplia mayoría una resolución que condena las "sistemáticas y generalizadas" violaciones de Derechos Humanos cometidas por el régimen liderado por Bashar al Assad en Siria, reclama la renuncia del mandatario y expresa su apoyo al plan de paz presentado por la Liga Árabe.
El texto, que no es vinculante y sólo tiene valor simbólico, ha sido ratificado con el apoyo de 137 países de los 193 que conforman la Asamblea General y ha contado con doce votos en contra, incluidos los de China y Rusia, que vetaron un texto idéntico en el Consejo de Seguridad el 4 de febrero, y con 17 abstenciones, según ha informado la organización que lidera el surcoreano Ban Ki Moon.
Naciones Unidas estima que la represión ejercida por las fuerzas de seguridad en Siria desde que en marzo de 2011 comenzaron las protesta contra el régimen de Al Assad se ha cobrado la vida de más de 5.400 personas y ha obligado a 25.000 personas a abandonar el país.
El texto aprobado por la Asamblea General condena las "sistemáticas y generalizadas violaciones de Derechos Humanos y libertades fundamentales cometidas por las autoridades sirias", a las que acusa de emplear la fuerza contra civiles, de realizar ejecuciones arbitrarias y del asesinato y persecución de los manifestantes, los defensores de Derechos Humanos y los periodistas.
La resolución condena asimismo las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzosas, las interferencias del régimen en la asistencia médica, las torturas, la violencia sexual y los maltratos a civiles, incluidos niños. Además, reclama a Siria que "ponga fin de inmediato a todas las violaciones de Derechos Humanos y a los ataques contra civiles".
En su intervención previa a la votación, el embajador sirio ante Naciones Unidas, Bashar Jaafari, ha afirmado que la resolución es un texto "parcial" que no tiene nada ver con la situación real que atraviesa su país. Jaafari ha detallado algunos de las medidas adoptadas por el régimen en respuesta a las demandas populares, como la convocatoria de un referéndum constitucional para el próximo 26 de febrero y su disposición a abrir un proceso de diálogo nacional.
El embajador sirio ha incidido en que ningún país debería permitir la presencia de grupos terroristas armados en su territorio y ha manifestado su "honda preocupación" por la actitud de los países que han impulsado la resolución ratificada este jueves, a los que ha pedido que dejen de interferir en los asuntos internos de su país.
Por su parte, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navy Pillay, ha insistido en la necesidad de que la comunidad internacional tome cartas en el asunto para poner fin a la violencia en Siria. "Cuanto más tiempo esté la comunidad internacional sin entrar en acción, más sufrirá la población civil las incontables atrocidades que se cometen en su contra", ha dicho.
En línea similar, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha subrayado que el Gobierno sirio debe cumplir la normativa internacional en materia de Derechos Humanos y debe detener "la escalada de pérdidas de vidas" que se sucede desde el año pasado.
En declaraciones a la prensa en Viena (Austria), Ban ha asegurado que la falta de consenso que provocó el rechazo de la resolución de condena al régimen sirio en el Consejo de Seguridad no autoriza al Gobierno de Bashar al Assad para que siga atacando "a sus propios ciudadanos". "Cuanto más dure el debate, más personas morirán", ha advertido.