La Asamblea de la ONU aprueba la moción de condena al régimen sirio
La resolución, no vinculante, respalda el plan de transición de la Liga Árabe y es aprobada con 137 votos a favor, 12 en contra y 17 abstenidos
Nueva York, El País
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado una resolución que apoya formalmente un plan elaborado previamente por la Liga Árabe, que pide la marcha del presidente de Siria, Bachar el Asad, y la formación de un Gobierno de unidad nacional en aquel país, que vive inmerso en una campaña de violencia gubernamental contra manifestantes prodemocráticos desde hace casi un año.
De los 193 miembros de la Asamblea, 137 votaron a favor y 12 en contra, con 17 abstenciones. El resto, 27, no votó. Entre los que votaron en contra se hallaban Rusia y China, dos países con asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, que ya habían vetado el mismo texto en ese órgano el pasado 4 de febrero. Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia también figuran entre los países que se opusieron.
A diferencia de lo que ocurre en el Consejo de Seguridad, las votaciones de la Asamblea General no son vinculantes. Aun así, reflejan el sentir mayoritario de la comunidad internacional, que en este caso se ha pronunciado decididamente a favor de condenar a Asad y la campaña de represión y violación de derechos humanos de su régimen.
Egipto defendió ante la Asamblea General el texto de la Liga Árabe, redactado por Catar y Arabia Saudí. Esa resolución tiene, además, el respaldo de las potencias europeas y de EE UU. Por su parte, Rusia, aliada tradicional del régimen de Asad, hizo circular por la Asamblea una carta con una serie de modificaciones al texto original, que pretendió aprobar, de forma infructuosa.
En el texto de la Liga Árabe se pide una transición pacífica a la democracia en Siria, con la formación de un “gobierno de unidad nacional”, y que el presidente Asad “le otorgue toda la autoridad de acción a su vicepresidente” y que este convoque “elecciones transparentes y libres bajo supervisión árabe e internacional”. Rusia había intentado que se añadiera un llamamiento a “todas las secciones de la oposición siria para que se disocien de grupos armados que llevan a cabo actos de violencia”, informa EFE. Según cifras de la propia ONU, desde que comenzaran las manifestaciones en marzo, el Gobierno ha aniquilado a más de 5.400 personas.
Antes del voto, el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, dijo que consideraba una votación a favor de la resolución como “un gesto de apoyo a todos esos terroristas y extremistas”. Simultáneamente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió al régimen que detenga la matanza de civiles. “Estamos viendo cómo se bombardean vecindarios de forma indiscriminada, cómo se emplean hospitales como centros de tortura, cómo se abusa de niños de sólo 10 años. Lo que vemos son, con toda certeza, crímenes contra la humanidad”, dijo Ban.
Nueva York, El País
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado una resolución que apoya formalmente un plan elaborado previamente por la Liga Árabe, que pide la marcha del presidente de Siria, Bachar el Asad, y la formación de un Gobierno de unidad nacional en aquel país, que vive inmerso en una campaña de violencia gubernamental contra manifestantes prodemocráticos desde hace casi un año.
De los 193 miembros de la Asamblea, 137 votaron a favor y 12 en contra, con 17 abstenciones. El resto, 27, no votó. Entre los que votaron en contra se hallaban Rusia y China, dos países con asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, que ya habían vetado el mismo texto en ese órgano el pasado 4 de febrero. Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia también figuran entre los países que se opusieron.
A diferencia de lo que ocurre en el Consejo de Seguridad, las votaciones de la Asamblea General no son vinculantes. Aun así, reflejan el sentir mayoritario de la comunidad internacional, que en este caso se ha pronunciado decididamente a favor de condenar a Asad y la campaña de represión y violación de derechos humanos de su régimen.
Egipto defendió ante la Asamblea General el texto de la Liga Árabe, redactado por Catar y Arabia Saudí. Esa resolución tiene, además, el respaldo de las potencias europeas y de EE UU. Por su parte, Rusia, aliada tradicional del régimen de Asad, hizo circular por la Asamblea una carta con una serie de modificaciones al texto original, que pretendió aprobar, de forma infructuosa.
En el texto de la Liga Árabe se pide una transición pacífica a la democracia en Siria, con la formación de un “gobierno de unidad nacional”, y que el presidente Asad “le otorgue toda la autoridad de acción a su vicepresidente” y que este convoque “elecciones transparentes y libres bajo supervisión árabe e internacional”. Rusia había intentado que se añadiera un llamamiento a “todas las secciones de la oposición siria para que se disocien de grupos armados que llevan a cabo actos de violencia”, informa EFE. Según cifras de la propia ONU, desde que comenzaran las manifestaciones en marzo, el Gobierno ha aniquilado a más de 5.400 personas.
Antes del voto, el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, dijo que consideraba una votación a favor de la resolución como “un gesto de apoyo a todos esos terroristas y extremistas”. Simultáneamente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió al régimen que detenga la matanza de civiles. “Estamos viendo cómo se bombardean vecindarios de forma indiscriminada, cómo se emplean hospitales como centros de tortura, cómo se abusa de niños de sólo 10 años. Lo que vemos son, con toda certeza, crímenes contra la humanidad”, dijo Ban.