Fuerzas de seguridad sirias disparan a miles de manifestantes en Damasco
Damasco, AFP
Las fuerzas de seguridad sirias disparaban este sábado contra miles de personas que participaban en unos funerales en el barrio de Maze, en Damasco, en la primera concentración multitudinaria cerca del corazón de la capital desde el comienzo de la revuelta en marzo de 2011.
Un manifestante murió y otros resultaron heridos en Mazé, en el centro-oeste de Damasco, en las exequias de los manifestantes muertos la víspera en el mismo barrio, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"El funeral se ha transformado en manifestación en Mazé. Es la concentración masiva más cercana a la Plaza de los Omeyas", en el centro de la capital, afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, jefe del OSDH.
"Es la primera vez que hay manifestaciones tan concurridas en el centro de Damasco", declaró a la AFP Mohamad Chami, portavoz de los activistas en la zona.
Según él, las exequias reunieron a "15.000 personas", pese a la amenaza de los servicios de seguridad y a la nieve que caía sobre la capital.
También denunció "disparos intensos" contra los manifestantes. "Después de los disparos, la gente se escondía donde buenamente podía", añadió.
"La televisión pública no cubrió los hechos pese a que se desarrollaban a unos pasos" de sus locales, precisó.
Mazé es un barrio estratégico del oeste de Damasco, que alberga numerosas embajadas, edificios gubernamentales y de servicios de seguridad.
Según el OSDH, actualmente se llevan a cabo registros y detenciones en el barrio.
El viernes, manifestaciones inéditas sacudieron el barrio antes de ser reprimidas por las fuerzas de seguridad, causando al menos cuatro muertos, según el OSDH.
Hasta entonces, la capital estaba más acostumbrada a las manifestaciones de los partidarios del régimen del presidente Bashar al Asad cuyas fuerzas reprimen una contestación popular que este sábado se ha cobrado la vida de cinco civiles en todo el país, según el OSDH.
Frente a la contestación y la ofensiva del régimen contra las ciudades rebeldes, el vicecanciller chino Zhai Jun pidió el sábado en Damasco "al gobierno, a la oposición y a los hombres armados que cesen inmediato los actos de violencia".
"Esperamos que el referéndum sobre la nueva Constitución y las próximas elecciones parlamentarias se desarrollen de forma pacífica", dijo Zhai, quien consideró necesario un retorno a la paz "lo más rápidamente posible".
Los grupos de oposición sirios han rechazado la idea de una nueva Constitución que ponga fin a cinco décadas de partido único en el poder, el Baas, y urgieron a boicotear el referéndum del 26 de febrero sobre la Carta Magna.
Asad afirmó el sábado "apreciar la posición de China" y dijo estar decidido a "avanzar en el proceso de reformas políticas conforme a (...) un calendario preciso".
Antes de viajar a Damasco, Zhai había recordado que su país no aprobaría "una intervención armada en Siria, ni la instauración por la fuerza de un supuesto 'cambio de régimen'", según la agencia oficial China Nueva.
En ese contexto, la cadena de televisión estadounidense NBC, que citó fuentes de defensa que pidieron el anonimato, afirmó el sábado que aviones no tripulados (drones) de Estados Unidos operan sobre Siria para monitorizar los ataques contra la oposición y los civiles, pero no constituyen una preparación para una intervención militar.
El 4 de febrero, China y Rusia vetaron un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU condenando la represión del régimen, ante una revuelta popular que dejó miles de muertos en los 11 últimos meses.
No obstante, el jueves, la Asamblea General de la ONU aprobó en Nueva York por amplia mayoría una resolución no vinculante que condena la represión, pese al rechazo de rusos y chinos y de los miembros del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), liderados por Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador.
Las fuerzas de seguridad sirias disparaban este sábado contra miles de personas que participaban en unos funerales en el barrio de Maze, en Damasco, en la primera concentración multitudinaria cerca del corazón de la capital desde el comienzo de la revuelta en marzo de 2011.
Un manifestante murió y otros resultaron heridos en Mazé, en el centro-oeste de Damasco, en las exequias de los manifestantes muertos la víspera en el mismo barrio, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"El funeral se ha transformado en manifestación en Mazé. Es la concentración masiva más cercana a la Plaza de los Omeyas", en el centro de la capital, afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, jefe del OSDH.
"Es la primera vez que hay manifestaciones tan concurridas en el centro de Damasco", declaró a la AFP Mohamad Chami, portavoz de los activistas en la zona.
Según él, las exequias reunieron a "15.000 personas", pese a la amenaza de los servicios de seguridad y a la nieve que caía sobre la capital.
También denunció "disparos intensos" contra los manifestantes. "Después de los disparos, la gente se escondía donde buenamente podía", añadió.
"La televisión pública no cubrió los hechos pese a que se desarrollaban a unos pasos" de sus locales, precisó.
Mazé es un barrio estratégico del oeste de Damasco, que alberga numerosas embajadas, edificios gubernamentales y de servicios de seguridad.
Según el OSDH, actualmente se llevan a cabo registros y detenciones en el barrio.
El viernes, manifestaciones inéditas sacudieron el barrio antes de ser reprimidas por las fuerzas de seguridad, causando al menos cuatro muertos, según el OSDH.
Hasta entonces, la capital estaba más acostumbrada a las manifestaciones de los partidarios del régimen del presidente Bashar al Asad cuyas fuerzas reprimen una contestación popular que este sábado se ha cobrado la vida de cinco civiles en todo el país, según el OSDH.
Frente a la contestación y la ofensiva del régimen contra las ciudades rebeldes, el vicecanciller chino Zhai Jun pidió el sábado en Damasco "al gobierno, a la oposición y a los hombres armados que cesen inmediato los actos de violencia".
"Esperamos que el referéndum sobre la nueva Constitución y las próximas elecciones parlamentarias se desarrollen de forma pacífica", dijo Zhai, quien consideró necesario un retorno a la paz "lo más rápidamente posible".
Los grupos de oposición sirios han rechazado la idea de una nueva Constitución que ponga fin a cinco décadas de partido único en el poder, el Baas, y urgieron a boicotear el referéndum del 26 de febrero sobre la Carta Magna.
Asad afirmó el sábado "apreciar la posición de China" y dijo estar decidido a "avanzar en el proceso de reformas políticas conforme a (...) un calendario preciso".
Antes de viajar a Damasco, Zhai había recordado que su país no aprobaría "una intervención armada en Siria, ni la instauración por la fuerza de un supuesto 'cambio de régimen'", según la agencia oficial China Nueva.
En ese contexto, la cadena de televisión estadounidense NBC, que citó fuentes de defensa que pidieron el anonimato, afirmó el sábado que aviones no tripulados (drones) de Estados Unidos operan sobre Siria para monitorizar los ataques contra la oposición y los civiles, pero no constituyen una preparación para una intervención militar.
El 4 de febrero, China y Rusia vetaron un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU condenando la represión del régimen, ante una revuelta popular que dejó miles de muertos en los 11 últimos meses.
No obstante, el jueves, la Asamblea General de la ONU aprobó en Nueva York por amplia mayoría una resolución no vinculante que condena la represión, pese al rechazo de rusos y chinos y de los miembros del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), liderados por Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador.