Éxodo del campo a la ciudad en Níger a causa de la amenaza de hambruna
Niamey, EFE
La amenaza de hambruna sigue presente para casi 5,5 millones de personas en Níger, donde las malas cosechas de 2011 y las sombrías expectativas para este año han empujado ya a miles de campesinos a emigrar a los centros urbanos, según fuentes oficiales.
Ante esta situación, el ministro de Justicia y portavoz del Gobierno, Marou Amadou, reiteró este fin de semana el llamamiento de ayuda formulado por su Ejecutivo para socorrer a las personas más necesitadas.
"Por la falta de alimentos, la gente está abandonando masivamente los pueblos en dirección a los centros urbanos", aseguró a Efe un responsable de la Célula de Crisis Alimentaria, con sede en Niamey.
La fuente, que pidió el anonimato, indicó que solamente en la provincia de Ouallam, en el suroeste del país, han emigrado más de 20.000 campesinos hacia núcleos urbanos en la última semana.
Según indicó Amadou, las malas cosechas han generado un déficit de 602.000 toneladas de cereales y de más de diez millones de toneladas de forraje para la alimentación del ganado.
Esta escasez ha provocado, de acuerdo con una encuesta nacional, que el 8,5 por ciento de los hogares nigerinos (1.324.435 de personas) esté expuesto de manera "severa" a la inseguridad alimentaria y un 26,4 por ciento (4.134.436 de personas) lo esté de forma "moderada".
Además, otro 23,1 por ciento (3.622.956 de personas) está en riesgo de padecer hambre, si la situación no mejora en las próximas cosechas.
La situación se agrava, debido a que en el contexto de escasez de alimentos los precios de los cereales se han disparado.
El ministro portavoz precisó que los precios del mijo, el sorgo y el maíz han aumentado respecto al año pasado un 37, un 35 y un 17 por ciento, respectivamente.
Para frenar la crisis, el Gobierno ha puesto en marcha un programa de urgencia que intenta abordar la situación desde cuatro flancos diferentes.
Por un lado, incluye una ayuda de más de doce millardos de francos CFA (unos dieciocho millones y medio de euros) para la promoción de los cultivos de regadío, con el apoyo a los productores de semillas y de materiales agrícolas.
Este primer aspecto del programa también contempla el desarrollo de nuevos puntos de agua.
Según Amadou, "se espera que la producción de estos cultivos de regadío produzcan 190.000 toneladas de alimento, lo que equivale al 51 por ciento de las previsiones".
Un segundo aspecto del plan, dotado con unos 30 millones de euros, está destinado a ayudar a los ganaderos, con la compra de 10.000 toneladas de alimento para los animales, la emisión de 6.000 certificados internacionales de trashumancia y la vacunación de tres millones de cabezas de ganado bovino y pequeños rumiantes y de 37.000 camellos.
El programa gubernamental para intentar paliar la crisis alimentaria prevé, en su tercer eje, la promoción de actividades para generar 13 millones de euros.
De este modo, se han recuperado, agregó el ministro, 2.870 hectáreas de terrenos degradados, se han abierto 3.863 kilómetros de cortafuegos y se han fijado 1.176 hectáreas de dunas de arena, que amenazan tierras de cultivo.
Por último, el Gobierno ha previsto una actuación directa y de urgencia con el objetivo de mitigar la gravedad de las situación en las zonas más afectadas, como Ouallam, con una iniciativa para subvencionar los precios de los cereales destinados a las poblaciones más empobrecidas.
La organización Acción contra el Hambre (ACH) alertó el pasado 30 de enero del peligro que afecta no sólo a Níger, sino también al resto de países de la región africana del Sahel (Mali, Mauritania, Burkina Faso y Chad).
Para esta ONG, más de diez millones de personas de estos países, entre ellas un millón de niños, están agotando sus reservas alimentarias.
La amenaza de hambruna sigue presente para casi 5,5 millones de personas en Níger, donde las malas cosechas de 2011 y las sombrías expectativas para este año han empujado ya a miles de campesinos a emigrar a los centros urbanos, según fuentes oficiales.
Ante esta situación, el ministro de Justicia y portavoz del Gobierno, Marou Amadou, reiteró este fin de semana el llamamiento de ayuda formulado por su Ejecutivo para socorrer a las personas más necesitadas.
"Por la falta de alimentos, la gente está abandonando masivamente los pueblos en dirección a los centros urbanos", aseguró a Efe un responsable de la Célula de Crisis Alimentaria, con sede en Niamey.
La fuente, que pidió el anonimato, indicó que solamente en la provincia de Ouallam, en el suroeste del país, han emigrado más de 20.000 campesinos hacia núcleos urbanos en la última semana.
Según indicó Amadou, las malas cosechas han generado un déficit de 602.000 toneladas de cereales y de más de diez millones de toneladas de forraje para la alimentación del ganado.
Esta escasez ha provocado, de acuerdo con una encuesta nacional, que el 8,5 por ciento de los hogares nigerinos (1.324.435 de personas) esté expuesto de manera "severa" a la inseguridad alimentaria y un 26,4 por ciento (4.134.436 de personas) lo esté de forma "moderada".
Además, otro 23,1 por ciento (3.622.956 de personas) está en riesgo de padecer hambre, si la situación no mejora en las próximas cosechas.
La situación se agrava, debido a que en el contexto de escasez de alimentos los precios de los cereales se han disparado.
El ministro portavoz precisó que los precios del mijo, el sorgo y el maíz han aumentado respecto al año pasado un 37, un 35 y un 17 por ciento, respectivamente.
Para frenar la crisis, el Gobierno ha puesto en marcha un programa de urgencia que intenta abordar la situación desde cuatro flancos diferentes.
Por un lado, incluye una ayuda de más de doce millardos de francos CFA (unos dieciocho millones y medio de euros) para la promoción de los cultivos de regadío, con el apoyo a los productores de semillas y de materiales agrícolas.
Este primer aspecto del programa también contempla el desarrollo de nuevos puntos de agua.
Según Amadou, "se espera que la producción de estos cultivos de regadío produzcan 190.000 toneladas de alimento, lo que equivale al 51 por ciento de las previsiones".
Un segundo aspecto del plan, dotado con unos 30 millones de euros, está destinado a ayudar a los ganaderos, con la compra de 10.000 toneladas de alimento para los animales, la emisión de 6.000 certificados internacionales de trashumancia y la vacunación de tres millones de cabezas de ganado bovino y pequeños rumiantes y de 37.000 camellos.
El programa gubernamental para intentar paliar la crisis alimentaria prevé, en su tercer eje, la promoción de actividades para generar 13 millones de euros.
De este modo, se han recuperado, agregó el ministro, 2.870 hectáreas de terrenos degradados, se han abierto 3.863 kilómetros de cortafuegos y se han fijado 1.176 hectáreas de dunas de arena, que amenazan tierras de cultivo.
Por último, el Gobierno ha previsto una actuación directa y de urgencia con el objetivo de mitigar la gravedad de las situación en las zonas más afectadas, como Ouallam, con una iniciativa para subvencionar los precios de los cereales destinados a las poblaciones más empobrecidas.
La organización Acción contra el Hambre (ACH) alertó el pasado 30 de enero del peligro que afecta no sólo a Níger, sino también al resto de países de la región africana del Sahel (Mali, Mauritania, Burkina Faso y Chad).
Para esta ONG, más de diez millones de personas de estos países, entre ellas un millón de niños, están agotando sus reservas alimentarias.