El expresidente Nasheed y varios de sus partidarios, heridos por la Policía
Male, EP
El presidente derrocado de Maldivas Mohamed Nasheed ha asegurado este miércoles que se vio obligado a abandonar el poder a punta de pistola, lo que ha generado enfrentamientos entre la Policía y sus partidarios en los que él mismo y varias personas más han resultado heridas.
Nasheed, que en 2008 se convirtió en el primer presidente democráticamente electo del archipiélago de 1.200 islas, dimitió el martes tras tres semanas de protestas de la oposición que culminaron en un motín policial.
Este miércoles, agentes antidisturbios y soldados lanzaron gases lacrimógenos y le golpearon a él y a varios de sus partidarios, como ya había ocurrido en el pasado durante los 30 años del régimen del expresidente Maumoon Abdul Gayoom, al que sucedió en el cargo.
Según testigos, entre 40 o 50 personas, incluido Nasheed, han resultado heridas, algunas de gravedad. Policías y soldados rodearon el principal hospital y mantuvieron a los periodistas alejados de la plaza de la República, escenario de las protestas frente al mar en la capital.
"Estaba bastante cerca de él cuando comenzaron a cargar. Sufrió algunos cortes y contusiones pero resultó bastante golpeado", ha explicado un primo de Nasheed, que pidió no ser identificado por su seguridad, en declaraciones a Reuters.
Adam Manik, un alto cargo del Partido Democrático Maldivo (MDP) de Nasheed, ha señalado que el expresidente se encuentra en un lugar seguro. El partido pidió en un comunicado ayuda internacional y Nasheed responsabilizó a su antiguo Gayoom de la crisis actual.
El 16 de enero, Nasheed había ordenado al Ejército detener al magistrado jefe del Tribunal Penal, argumentando que estaba bloqueando varios casos por corrupción y Derechos Humanos contra aliados de Gayoom, lo que desencadenó las protestas que culminaron con su renuncia.
A PUNTA DE PISTOLA
"Sí, fui obligado a renunciar a punta de pistola", ha explicado Nasheed a la prensa tras dirigirse a una reunión de su partido en su primera aparición pública desde su salida. "Había pistolas alrededor mío y me dijeron que no dudarían en usarlas si no renunciaba", ha relatado.
En su discurso de renuncia emitido por la televisión, Nasheed dijo que dimitía para evitar un baño de sangre. El vicepresidente, Mohamed Waheed Hassan Manik, ha pasado a ocupar el cargo de presidente y este miércoles ha negado formar parte de ningún golpe de estado, pese a una reunión en la que el pasado 31 de enero los partidos de oposición le prestaron obediencia a él.
"¿Parezco alguien que llevaría a cabo un golpe de Estado?", ha preguntado Waheed en rueda de prensa. "No hubo ningún plan, yo no estaba preparado para nada", ha asegurado. Waheed, que encabeza un pequeño partido, ha dicho que espera tener gabinete en unos días y ha invitado a todos los partidos a unirse en un gobierno de unidad nacional que gobierne hasta las elecciones presidenciales de octubre de 2013.
El presidente derrocado de Maldivas Mohamed Nasheed ha asegurado este miércoles que se vio obligado a abandonar el poder a punta de pistola, lo que ha generado enfrentamientos entre la Policía y sus partidarios en los que él mismo y varias personas más han resultado heridas.
Nasheed, que en 2008 se convirtió en el primer presidente democráticamente electo del archipiélago de 1.200 islas, dimitió el martes tras tres semanas de protestas de la oposición que culminaron en un motín policial.
Este miércoles, agentes antidisturbios y soldados lanzaron gases lacrimógenos y le golpearon a él y a varios de sus partidarios, como ya había ocurrido en el pasado durante los 30 años del régimen del expresidente Maumoon Abdul Gayoom, al que sucedió en el cargo.
Según testigos, entre 40 o 50 personas, incluido Nasheed, han resultado heridas, algunas de gravedad. Policías y soldados rodearon el principal hospital y mantuvieron a los periodistas alejados de la plaza de la República, escenario de las protestas frente al mar en la capital.
"Estaba bastante cerca de él cuando comenzaron a cargar. Sufrió algunos cortes y contusiones pero resultó bastante golpeado", ha explicado un primo de Nasheed, que pidió no ser identificado por su seguridad, en declaraciones a Reuters.
Adam Manik, un alto cargo del Partido Democrático Maldivo (MDP) de Nasheed, ha señalado que el expresidente se encuentra en un lugar seguro. El partido pidió en un comunicado ayuda internacional y Nasheed responsabilizó a su antiguo Gayoom de la crisis actual.
El 16 de enero, Nasheed había ordenado al Ejército detener al magistrado jefe del Tribunal Penal, argumentando que estaba bloqueando varios casos por corrupción y Derechos Humanos contra aliados de Gayoom, lo que desencadenó las protestas que culminaron con su renuncia.
A PUNTA DE PISTOLA
"Sí, fui obligado a renunciar a punta de pistola", ha explicado Nasheed a la prensa tras dirigirse a una reunión de su partido en su primera aparición pública desde su salida. "Había pistolas alrededor mío y me dijeron que no dudarían en usarlas si no renunciaba", ha relatado.
En su discurso de renuncia emitido por la televisión, Nasheed dijo que dimitía para evitar un baño de sangre. El vicepresidente, Mohamed Waheed Hassan Manik, ha pasado a ocupar el cargo de presidente y este miércoles ha negado formar parte de ningún golpe de estado, pese a una reunión en la que el pasado 31 de enero los partidos de oposición le prestaron obediencia a él.
"¿Parezco alguien que llevaría a cabo un golpe de Estado?", ha preguntado Waheed en rueda de prensa. "No hubo ningún plan, yo no estaba preparado para nada", ha asegurado. Waheed, que encabeza un pequeño partido, ha dicho que espera tener gabinete en unos días y ha invitado a todos los partidos a unirse en un gobierno de unidad nacional que gobierne hasta las elecciones presidenciales de octubre de 2013.