Denuncian que agresión policial en Aiquile fue para acallar radio

Cochabamba, Página Siete
El párroco de la población de Aiquile (Cochabamba), Juan Carlos Ferrufino, denunció ayer que la agresión policial que sufrió el sábado tenía el propósito de acallar radio Esperanza, dirigida por él. Manifestó que sus críticas molestan al Gobierno y a los alcaldes de la región.
Página Siete se comunicó ayer con el sacerdote, vía teléfono, y éste contó que la noche del sábado fue amenazado y perseguido por los uniformados. “Ha sido una amenaza, me decían que me calle, que no debo hablar muchas cosas. Intentaron golpearme, me persiguieron hasta que me tuve que ocultar en una casa y los dueños echaron llave”, explicó.


El sacerdote narró a este medio que es director de la radio Esperanza, de Aiquile, por lo que en sus programas hace diferentes críticas. “Soy un poco crítico con el Gobierno y con la Alcaldía de turno”, manifestó Ferrufino.

La agresión de los subtenientes Pedro A.M. y Freddy A.F. y Álex A., (este último presunto guardaespaldas), fue la noche del sábado, cuando los tres llegaron a la población para la celebración de la fiesta de la Virgen de La Candelaria. Se encontraban en estado de ebriedad y agredieron al sacerdote y a otros civiles.

Un testigo del hecho que acompañaba al párroco Ferrufino contó que Álex A. es conocido en la población como El Palenque. “Yo vi que reconocieron al padre y directamente le comenzaron a gritar, y después El Palenque intentó golpearle y los otros dos policías no nos dejaban acercarnos a él”, contó.

Los pobladores se enfurecieron e intentaron golpear a los tres agresores que estaban en estado de ebriedad. Al ver la furia de las personas, los dos policías y Álex A. se retiraron del lugar.

Sin embargo, a las dos del domingo regresaron e ingresaron a un bar karaoke llamado La Habana, en donde los propietarios les pidieron que se retiraran. Este pedido molestó a los efectivos policiales que salieron del lugar. Afuera les esperaban los pobladores y los policías comenzaron a disparar. Tres jóvenes resultaron heridos y trasladados a Cochabamba y a Sucre.

La gente logró detener a los subtenientes, sin embargo, Álex A. escapó del lugar en un vehículo y ya no se lo volvió a ver más. Mientras que los dos policías fueron detenidos por la gente y llevados a la Policía. El domingo, una jueza determinó la detención preventiva para ambos en el penal de San Sebastián, de la ciudad de Cochabamba, por los delitos de intento de homicidio y lesiones leves y graves.

Al preguntarle al párroco Ferrufino si es que él presume que una autoridad o ex autoridad envió a los efectivos para agredirle, el sacerdote respondió que prefiere no especular con el hecho.

“No quiero especular . Ellos no estaban conscientes y tal vez han actuado bajo el efecto del alcohol, entonces prefiero no decir nada. Yo los perdoné de corazón”, dijo el religioso a este diario. La comisión episcopal no se pronunció.

Punto de vista

Juan león Director ejecutivo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP)Una agresión de esta naturaleza entraña un atropello a los derechos fundamentales de la persona y tiene connotaciones particulares por tratarse del director de un medio de comunicación. Se atropella a los derechos humanos y se conculca la libertad de expresión y de opinión. Es aún más grave porque la cometen dos oficiales de Policía, con formación profesional. El hecho es más condenable aún porque refleja una tendencia al uso de la fuerza legal, de manera prepotente, para acallar a un medio que ejerce su pleno derecho a informar y a opinar, como cualquier ciudadano en el país.

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