Copa Africana: Zambia completa el milagro

"En memoria de 1993. Estáis jugando en casa". Este mensaje que rezaba una pancarta era el sentimiento de todo un país, Gabón, que apoyaba a otro, Zambia. Más bien apuntalaba una causa: un homenaje a 18 héroes que murieron en un accidente de avión el 27 de abril de 1993 frente a la costa del país organizador. Y es que las 'balas de cobre' obraron anoche el milagro, uno de tantos que permite el noble deporte que es el fútbol. Enfrente estaba, además, Costa de Marfil, la favorita, que si cabe, le daba más valor a la victoria zambiana. Un triunfo lleno de hitos tras el mundo que son los 120 minutos y el drama de los penaltis (en especial para Gervinho, que evitó lanzar, pero al del Arsenal le tocó tirar el decisivo y falló).

Dicha inferioridad la conocían los jugadores de Hervé Renard, el chamán blanco que ha llevado a la humilde Zambia a su mayor éxito deportivo. Y la aprovecharon, después lo agradecieron a la deidad que les ha rodeado este mes y más tarde ofrecieron el trofeo arrodillados, de forma emocionante, a sus compañeros fallecidos. En ocasiones como estas, uno sólo puede asumir la potencia de las fuertes creencias religiosas que inundan el continente africano, porque en noches como esta cobran vida. Las circunstancias de la victoria así lo indican. Casi 19 años después de la tragedia frente a la costa de Libreville, Zambia se cobró una deuda de sangre de la manera más heroica que se pueda contar. El país del sur de África acababa de esta forma divina con el monólogo de Egipto en el continente (ganador de las tres últimas ediciones) y disfrutará de un año en la gloria. De nuevo una luz divina que ilumina al país, sumido en la miseria de la pobreza.

Sobre el césped, Zambia jugó su partido. Lejos de la elaboración, evitando las contras marfileñas, un conjunto muy menor, lastrado por la psicosis defensiva de François Zahoui, su técnico. Las ocasiones brillaron por su ausencia. El juego también. Costa de Marfil planeaba dejarse llevar, víctima de su propia superioridad. Perdonó, Drogba falló un penalti y Yaya Touré echó fuera lo imposible, sólo ante la portería. Su indolencia le llevó a pensar que podrían permitirse el lujo de llegar a los once metros. El mismo error que cometió Ghana el pasado miércoles. Zambia es un país que tiene sus armas y aguantar está entre ellas. Saben que tendrán su oportunidad, son pacientes. Tuvieron varias. En el minuto uno, Barry paró un buen disparo de Sinkala. En el 106, un milagro salvó a los 'Elefantes' de claudicar. Y, en esta ocasión, contaban con un impulso añadido.

La tanda de penaltis sólo dio más color al drama de Zambia. Tras 20 disparos desde los once metros, Sunzu, enorme todo el encuentro secando a Drogba, selló la gloria ante la amargura de Gervinho. Antes los dioses habían sonreído a Sinkala, que asesinó a la araña que vivía en la escuadra con el empate a seis, pero que dejó sin respiración a medio país durante un segundo. Después, Kabala daba un respiro a Costa de Marfil y no sentenciaba el error de Kolo Touré. Daba igual lo que pasase, alguien quería que hoy ganase Zambia. Gabón les apoyaba. El mundo, también.

COSTA DE MARFIL: Boubacar Barry; Siaka Tiene, Kolo Toure, Souleyman Bamba, Jean-Jacques Gosso Gosso; Didier Zokora (Didier Ya Konan, min. 75) , Cheik Tiote, Yaya Touré (Wilfried Bony, min 87), Gervinho; Salomon Kalou (Max Alain Gradel, min. 63) y Didier Drogba.

ZAMBIA: Kennedy Mweene; Joseph Musonda (Nyambe Mulenga, min. 12; Felix Katongo, min 74), Stoppila Sunzu, Hichani Himoonde, Davies Nkausu; Nathan Sinkala, Chisamba Lungu, Isaac Chansa, Chris Katongo; Rainford Kalaba y Emmanuel Mayuka.

TANDA DE PENALTIS:
1-0, Tiote. 1-1, Katongo. 2-1, Bony. 2-2, Mayuka. 3-2, Bamba. 3-3, Chansa. 4-3, Gradel. 4-4, Katongo. 5-4, Drogba. 5-5, Mweene. 6-5, Tiene. 6-6, Sinkala. 7-6, Didier Ya. 7-7, Lungu. Falla Kolo Touré. Falla Kalaba. Falla Gervinho. 7-8, Sunzu.

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